Capítulo 9

El grupo de aventureros, compuesto por veinte hombres, se enfundó su pesada armadura y empuñó su amplia variedad de armas.

"Él está solo, ataquen... también debemos acabar con él".

Todos ellos eran individuos que consideraban que las vidas de los demás no tenían valor. Permitirles existir solo traería desastre para el futuro. Puse mi mano sobre el cuerpo sin vida del oso.

Este oso simplemente quería proteger a su cría, pero lo que recibió fue un trato cruel por parte de los humanos, quienes no contentos con matarlo, también acabaron con sus cachorros.

Todo eso me revolvía el estómago.

Desenvainé la espada del cuerpo del oso y coloqué mi sombrero sobre él; no deseaba manchar el sombrero con sangre.

Avancé y los aventureros se lanzaron hacia mí, dos de ellos cargando con sus espadas desenvainadas.

Después de eso.

La sangre brotaba por el aire como una fuente, la sensación de cuerpos mutilados subiendo por mis temblorosas manos. Sin embargo, no me importaba, seguí avanzando hacia el hombre mencionado anteriormente.

Algunos de ellos me lanzaron magia, pero era completamente inefectiva contra mi escudo.

Luego, los siguientes cinco corrieron rodeándome atacando simultáneamente, y yo simplemente balanceé mi espada hasta que quedaron sin vida.

"Oye, oye, se supone que sus estadísticas deberían ser muy débiles, ¿cómo es que es tan fuerte?" cuestionó un hombre.

Las estadísticas son solo números inciertos que aumentan con el entrenamiento.

"Te he dicho que te vayas, pero no escuchaste, llegaste al extremo de matar tanto al oso como a sus tres crías".

"Son solo animales, ¿por qué deberíamos preocuparnos?".

"Bien, entonces déjame mostrarte lo que realmente es la magia".

Extendí mi mano frente a ellos para invocar un círculo de magia de fuego que pasaba entre mis dedos.

"Inframundo del abismo", declaré mientras todos ellos reían.

"¿Qué es esto? No aparece nada".

Al mirar hacia arriba, finalmente se dieron cuenta del verdadero terror, observando varios círculos mágicos gigantes superpuestos. Cuando el fuego cayó, formó un enorme pilar que incineró a todos los aventureros, convirtiéndolos en cenizas.

Solo quedó un gigantesco cráter después.

Las tres mujeres gritaron de miedo, pero yo no tenía intención de matarlas. Deseché mi espada y recogí mi sombrero de mago antes de alejarme.

Allí, abrí la puerta de la tranquila tienda y dejé caer la canasta que había recogido en el suelo.

"Bienvenido... Aksa, estás cubierto de sangre".

Mi maestra, fácilmente nerviosa, se apresuró a sostener mi cuerpo que caía hacia adelante, con mi rostro entre sus pechos.

"Oye, ¿qué pasó?"

No dije nada y simplemente cerré los ojos en ese lugar cómodo.

En el baño, la señorita Heliet me lavó con agua tibia, sin cambiar su expresión. No estaba seguro por qué lo hizo, pero creía que bañarse juntos fortalecía los lazos, aunque no tenía tiempo para admirar su hermosa figura en ese momento.

Le relaté lo que había sucedido hasta que ella simplemente sonrió suavemente y dijo: "Entendido".

Fue la primera vez que quité una vida, mis manos temblaban incontrolablemente; la señorita Heliet me abrazó suavemente por detrás sin decir una palabra más, su cálido cuerpo me reconfortaba.

Luego, al día siguiente, fui al gremio. Todos me miraron en silencio.

Kazel, el primero en saludarme, preguntó: "¿Estás bien, Aksa?".

"Sí", respondí bruscamente antes de dirigirme al mostrador del gremio donde estaba una chica que conocía, Lulu.

"Aksa?"

"Quiero dejar el gremio".

Al presentar mi tarjeta del gremio, ella la rechazó de inmediato.

"No puedo aceptar esto; después de todo, ellos eran los culpables".

"Pero..."

Antes de que pudiera terminar, todo el gremio interrumpió.

"No te preocupes, Aksa, recibieron lo que merecían... esas personas siempre estaban causando problemas en nuestro pueblo".

"Así es, no tienes motivo para sentirte culpable".

Las tres mujeres involucradas también asintieron confirmando la verdad. Lulu se lanzó hacia mí, casi ahogándome con sus brazos. Más que nada, prefería sentir su suavidad.

Podía ver dos partes prominentes de su pecho.

"Piensas en cosas demasiado extrañas, ¿vas a tomar una misión nuevamente hoy?"

Solo pude asentir en respuesta.

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