Prólogo

Prólogo: Muerte sin lamentaciones

Salí del trabajo, es una tarde bastante bonita, tenía más trabajo por hacer, pero mejor lo dejo para mañana, es uno de los privilegios de ser el presidente, prefiero llegar temprano a casa, o quizá mi hermana se enfade conmigo por llegar tarde...otra vez. llevo trabajando aquí por 7 años, bueno prácticamente desde que me gradué de la universidad, subí y escale puestos, empecé como un empresario más, pero a diferencia de los demás, yo no me conforme con ser, uno más, presente mis ideas, trabaje duro, me esforcé bastante, y asi llegue a donde estoy ahora.

Mi hermana también empezó a trabajar aquí hace unos meses, en cuanto acabó la universidad, estudio la misma carrera que yo y se graduó con honores, es una chica inteligente, desde antes que se graduará le dije que tenía un puesto asegurado aquí, aunque, no la privilegie por ser mi hermana, la ubique donde a mi al principio, siendo una más, está presentando ideas muy buenas, de hecho creo que dentro de unos meses, será vicepresidente, si continúa así claro.

No tengo pareja…y no porque no quiera, sino porque no me interesa tener una relación en estos momentos. No tengo ganas de estar en una relación superficial, de que me molesten cada hora llamándome   al celular y cuando se harté empecé a llamar al teléfono de la oficina, todas las parejas que conozco, siempre dicen lo mismo, al principio estaba todo bien, pero de un tiempo para acá, algo cambió. De verdad, no tengo ganas, ni tiempo para aguantar eso. Mejor me ahorro la molestia y continuo sin pareja.

Así que este soy yo, Sato Kenji, tengo 28 años, soy el presidente de una compañía, no tengo pareja, mido 1.80m, soy delgado, y no estoy seguro, pero varias chicas me han dicho que soy "guapo", la verdad cada que me veo al espejo, solo veo un tipo cualquiera.

*Suena mi teléfono* -oh, hola hermanito ya estás llegando o me vas a dejar con la cena servida como el otro día.hehe. Dijo mi hermana con un tono sarcástico pero a la vez un poco enojada.

Supongo que es mi culpa, el otro día llegué 4 horas más tarde de lo habíamos acordado, se enojó bastante.

Mi hermana Sato Kyomi es una chica bastante linda, ella vive conmigo en un apartamento, no diré que es pequeño, de hecho es demasiado grande para nosotros dos, tiene un voz muy dulce, ella tiene 22 años y tampoco tiene pareja, o eso me ha dicho, quizá sí tiene y me lo esta ocultando.

-Acabo de salir de la oficina Kyomi-chan, llegare en unos 20 minutos, lo prometo-

-Muy bien, aquí te espero. Adiós, hermanito *cuelga*-

Pondré un poco de música mientras camino, no me gusta el ruido de la ciudad. Mientras conectaba los auriculares al celular vi adelante a un grupo de niños, esperando para cruzar la calle, se ven muy bien, riendo y jugando,  a veces quisiera volver a ser un niño y disfrutar de serlo, ya que...pues no tuve lo que llaman "una infancia feliz", mis padres estaban obsesionado con mi educación, si no sacaba buenas calificaciones me golpeaban y me dejaban sin comer, eran bastante crueles. Murieron hace 5 años, aunque, solo me enteré porque un tío lejano me lo dijo, ya no tenía contacto con ellos, corte todo contacto con ellos a los 18, en cuanto cumpli la mayoría de edad, me fui de su casa y me llevé a Kyomi-chan conmigo,  dejala con ellos era un peligro, un juez dijo "que no estaban capacitados para ser padres", me dieron la custodia de Kyomi-chan y me la llevé a Tokio, desde entonces perdimos todo contacto con ellos. Aunque debo decir que enterarme de que habían muerto, me dio un poco igual, no es como si fuera a cambiar algo, simplemente seguí con mi vida.

*El semáforo pasa a verde para peatones y los niños empiezan a cruzar la calle, pero de pronto, a uno de ellos se le cae un juguete que llevaba en la mano en medio de la calle*

¿Se le cayó el juguete en medio de la calle?, Cielos debería de tener más cuidado.

*Un auto estaba parado y bloqueaba la vista de el lado derecho de la calle al niño, pero no la vista de Kenji-san sobre el lado derecho, el semáforo cambió a rojo para peatones y un auto al lado derecho viene a toda velocidad, el niño se levantó tras recoger su juguete y rápidamente cruzar sin ver al lado*.

No puede ser que ese auto vaya a atropellar a ese niño. No se que paso, pero mi cuerpo simplemente reacciono, creo que todo pasó en unos segundos, pero para mi todo pasó pasó cámara lenta, corrí hacia el niño, no me daba tiempo a jalando hacia atrás, solo quedaba la otra opción, lo empuje con todas mis fuerzas hacia adelante, él conductor intentó frenar, estaba tan sorprendido como el niño y como yo, todo pasó de repente. 

El niño llegó al otro lado de la calle, mientras que yo, fui atropellado y quedé tirado en medio de la calle, podía sentir varios huesos rotos, y a su vez, en un momento dejé sentir, estaba totalmente en shock, solo podía sentir, como mi cuerpo se calentaba cada vez más, y lo último que pude ver, fue mi sangre, que se estaba esparciendo por toda la calle .

Ah.. creo que es inútil voy a morir aquí, lo sé, lo siento, mi vista se vuelve borrosa y empiezo a dejar de escuchar las cosas pero no importa, solo era mi momento de morir, todo el mundo muere en algún momento ¿verdad?, nunca hice nada malo, todo lo que tengo lo conseguí con esfuerzo y dedicación, apoye a mi hermana en todo momento para que saliera adelante así como lo hice yo a pesar de los abusos de mis padres y de sus insultos hirientes. Así que, no le temo, ¡a nada!, ni siquiera a morir, si muero ahora, moriré "en paz"....cielos, lo olvidé, maldición...ahora no podré morir "en paz", no pude cumplir mi última promesa. Lo siento Kiyomi no podré llegar a cenar.

Deje de escuchar, no veo nada, no…siento nada,  todo está oscuro, hay tanto silencio que hasta da miedo. Así que esto es la muerte.

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