UN APELLIDO CONOCIDO

Narra Elena

- "Sr Galés" "¿es correcto?" pregunté intentando darle a mi pregunta el mayor formalismo, reprimí cualquier suposición o pensamiento era absurdo e ilógico lo que había llegado a mi mente y lo más curioso la forma.

"Es correcto y lo que ¡no! es correcto enfatizó, es que me evadieras de esa forma en la mañana" respondió firme, Sin embargo "tengo la impresión que ya te he visto antes" dijo.

"Eres de esta cuidad" añadió él seguidamente, con un tono bastante curioso.

- "No, no soy de esta cuidad me mudé de pequeña" ¡pero que rayos hago contándole estas cosas! ¡Qué te pasa Elena!

- "Bueno señor Galés" dije interrumpiendo cualquier otra interrogante "¿Cuál es el motivo de su visita?"

Él se mostró irritado ante mi postura, "Vengo a su clínica "señorita" enfatizó para un chequeo completo, me acabo de mudar a esta cuidad y al igual que mis trabajadores he solicitado que todos nos realicemos uno, ya sabe por rutina y para dar el ejemplo" dijo en tono arrogante.

- Yo lo estudié su respuesta unas milésimas de segundo, "solo debes tratarlo como un paciente normal" me dije.

-"Bueno Sr. Galés esta no es mi clínica por tanto solo soy una empleada, al igual que muchos aquí".

- "Puedo realizarle las pruebas auxiliares necesarias que se acostumbran por ser este un consultorio general, pero debe entender que para los exámenes posteriores lo voy a derivar con las áreas competentes, obteniendo el resultado tendremos que agendar otra cita por si presenta alguna duda o se le puede enviar el informe completo" él asintió.

- Posterior a eso le expliqué y detalle cada procedimiento lo que duró la consulta.

- "Bueno Sr. Galés aquí tiene la orden para que solicite en laboratorio su prueba de sangre, hasta aquí es todo conmigo, le dije profesionalmente".

Él la recibió...

-El tipo seguía teniendo la mirada pensativa, él me estaba estudiando!

"Regresaré hoy por tí", dijo, "averiguaré tu hora de salida, quiero invitarte a cenar", hasta entonces Dra. Elena Peralta y me guiño un ojo.

-¡¿Disculpa?! dije atónita

Me ignoro y cerró la puerta al salir, "¡Siguiente!" dijo él en voz alta, con una voz desafortunadamente seductora segundos después ingresó el nuevo paciente.

No dejándome tiempo de pensar acerca de todo lo que había pasado...

¿QUE ME INVITARÍA A CENAR? ¿QUE AVERIGUARÍA MI HORARIO? ¿ÉL ME ACABABA DE GUIÑARME UN OJO? ¿CÓMO SABÍA MI NOMBRE? ¿SE TOMÓ EL ATREVIMIENTO DE LLAMAR A MI SIGUIENTE PACIENTE? ¡QUIÉN SE CREÍA!