...A veces quisiera no estar tan perdida todo el tiempo....
^^^-K.W.^^^
Caigo al suelo al escuchar un disparo muy cerca de donde estoy oculta, me encuentro en la parte trasera de la casa y puedo ver a todos correr hacia la pelea sin miedo alguno ¿Por qué estoy dudando entonces? Supongo que lo olvide, olvide como se sentía correr hacia el peligro con una sonrisa. Me mantengo cerca de la pared y suspiro al sentir una mano tocar mi hombro, miro ligeramente hacia atrás y veo a Mark ¿Dónde está Audrey?
Me pongo de pie lentamente y camino hacia donde vi entrar a alguien, al parecer es la puerta trasera de la casa. La casa no es tan grande, su tamaño es promedio y luce como un lugar sacado de un cuento de hadas, eso me hace sentir un poco incomoda al saber que estamos atacando a alguien que quizás no haya visto a mi hermana.
Apunto hacia el frente y abro la puerta, al entrar me agacho y me siento un poco incomoda al notar que la mano de Mark no se aleja de mi cuerpo ¿Por qué no desaparece? Frunzo mi ceño cuando dejo de escuchar disparos ¿termino todo? Camino por un pasillo desconocido y veo un cadáver en medio del lugar, dos disparos en su pecho.
Sigo caminando y veo al menos cuatro cadáveres en el piso, escucho gritos femeninos y eso me molesta, camino con rapidez apuntando hacia el frente y al entrar a una pequeña sala de estar veo lo que sucede. Bajo mi pistola lentamente y veo a dos chicas abrazar con fuerza a un hombre, todos están vestidos con sus pijamas y lucen asustados, aunque el hombre luce furioso, muy molesto.
- Todos ustedes no saben lo que hacen, voy a cazar a cada uno ¡¿entienden?! – grita el hombre molesto, aunque puedo decir que luce preocupado.
Nadie responde.
El hombre abraza a una mujer que debe ser su esposa, la segunda chica que protege luce joven, de al menos unos 16 años ¿acabamos de atacar una familia? no creo que me importe, camino hacia ellos y empujo algunos hombres en el proceso, todos me ven con confusión y lo sé, este es el equipo de Audrey y él debe hablar, pero yo no sigo órdenes.
Veo a Audrey, se encuentra detrás del hombre "sin nombre", pero antes de que hable, decido hacerlo.
- Buenas noches. – digo con fingida emoción.
El hombre de inmediato me mira y frunce su ceño, pero lo noto, él me reconoce ¿Por qué? ¿hemos hablado antes? Estoy segura de que no lo conozco, ¿Por qué me mira así?
- Buenas noches. – repite Audrey detrás de él.
El hombre se gira ligeramente y al verlo su rostro cambia, se ve demasiado molesto para poder soportar todo esto, pero lo hace, él sabe que una decisión imprudente puede matar a ambas chicas.
- ¿Qué demonios quieren? – pregunta mirándome con molestia.
- Traigan una silla, Connor luce muy cansado. - dice Audrey.
-¿Qué estás haciendo Ainsworth? ¿quieres una guerra? ¿eso quieres? – le pregunta el hombre que ahora sé su nombre.
-Quizás. – responde Audrey.
Retrocedo y veo todo lo que sucede, traen una silla de madera y Connor toma asiento en el lugar, ambas chicas pelean para no ser apartadas de él y terminan sentadas en el suelo, a su lado. Traen una silla para Audrey y mueven algunos muebles como si tuvieran todo el tiempo del mundo, Audrey toma asiento delante de Connor y pone su pistola en su rodilla.
Camino lentamente y me detengo detrás de Audrey.
- Mis intenciones nunca fueron arruinar su noche. – empieza a decir Audrey. – pero tengo dudas, muchas preguntas y poco tiempo, por eso decidí visitar al único hombre que sé que puede darme respuestas de inmediato. – finaliza.
- ¿Respuestas? Acabas de atacar mi casa, en medio de la noche. – empieza a decir Connor molesto. – asustaste a mi esposa y a mi hija…- lo interrumpo sin poder evitarlo.
-No tenemos tiempo para escuchar tu sufrimiento. – digo molesta. - solo responde algunas preguntas y…- me interrumpe.
-¿Quién demonios eres? ¿su nueva prostituta? – pregunta molesto.
Pongo mi mano en el hombro de Audrey evitando que lo ataque.
-Me encanta que actúes como si tuvieras el control del esto. – digo con diversión. – pero no es así, así que te aconsejo empezar a comportarte o alguien empezará a recibir las consecuencias. – digo.
Lo veo dudar, suspira y mira a Audrey en busca de una respuesta.
-¿Quién controla la ciudad? – pregunta Audrey sin dudar. - ¿Quién de todos esos bastardos es el líder del circo? – pregunta.
Veo a Connor reírse y luego se detiene.
- ¿Preocupado, Audrey? – pregunta.
-No. – responde. – solo quiero saber que cabeza voy a cortar ¿es Byrne? ¿Es Declan o es el lunático de Rowan? Dime. – le ordena.
-No voy a decirte, no voy a decir nada. – responde decidido.
Escucho sollozar a una de las chicas.
-Llévense a su esposa. – dice Audrey y eso me sorprende. – te aseguro que hablarás cuando escuches los gritos. – dice.
Uno de los hombres de Audrey se acerca y aleja a la mujer de su esposo, esta grita desesperada y Connor trata de lucir calmado, pero no lo logra, se pone de pie y dos hombres lo obligan a sentarse. Grita molesto y todo este espectáculo no me gusta, me desagrada, pero quiero respuestas, ahora.
- ¡Si hablo, todos vamos a morir! – grita Connor desesperado.
- No es mi problema. – dice Audrey. – dime lo que quiero saber y te prometo que te sacaré del país. – le dice.
Connor escupe hacia Audrey con molestia y no puedo tolerar esto más, esto es un desastre y no estoy consiguiendo respuestas. Miro hacia mi derecha al ver a su esposa ser llevada hacia otro lugar y no deja de gritar, alejo mi mano del hombro de Audrey y él lo nota, me mira de inmediato.
Me acerco lentamente hacia Connor y veo a dos hombres poner sus pistolas en su cabeza desde diferentes ángulos.
- Supongo que no debo presentarme. – empiezo a decir. – puedo ver en tus ojos que me conoces y por eso seré directa, quiero a mi hermana y tú vas a decirme donde está o al menos quien la tiene. – le aseguro.
- Púdrete. – me dice molesto.
Sonrío lentamente y miro hacia abajo, sujeto el cabello de su hija y escucho sus gritos, pongo la pistola en su cabeza y miro a su padre, este me mira preocupado.
-¿Quién dirige la ciudad? – pregunto, no responde. – voy a contar hasta tres y voy a disparar. – digo.
- No lo harás. – dice seguro. – conozco a las mujeres como tú, son invisibles sin un hombre, son una sombre que no habla y que solo sirve para abrir sus piernas. – me dice.
- No me conoces. – le digo con seriedad.
Empiezo a contar lentamente y la chica empieza a rogar, pero lo ignoro. Miro a su padre a los ojos y este me mira expectante ¿dejará que mate a su hija? Está loco, sé que está asustado, lo está, pero su lealtad a los irlandeses es más fuerte que todo el amor que siente por su familia ¿así es la mafia irlandesa? Es un poco triste.
-¡Espera! – grita de repente al escucharme decir tres.
Alejo mi mano del cabello de su hija y veo como corre a los brazos de su padre, él la abraza de inmediato.
- Si hablo, todos podemos morir, no voy a arriesgar…- lo interrumpen.
-Hagamos esto, yo pregunto algo y tú me dices sí o no, así de fácil ¿Qué dices? – pregunta Audrey.
-Necesito a mi esposa y mi hija en una habitación, no quiero que sigan estando aquí, es lo único que pido. – dice mirándome, eso me sorprende.
-De acuerdo. – dice Audrey.
Nos quedamos en silencio cuando alguien sujeta a su hija y se la lleva lejos de nosotros, por unos segundos imagino que esa chica podría ser mi hijo si sigo en este mundo, eso me rompe el corazón.
-Ahora que estamos solos. – dice Audrey. - ¿Byrne está en la ciudad? – pregunta.
Espero impaciente esa respuesta.
-No. – responde Connor, suspiro aliviada.
-¿Es el lunático de la familia? – pregunta Audrey.
- Si. – responde.
Me giro al escuchar una silla caer al piso de golpe, Audrey se encuentra de pie y me mira fijamente ¿Qué sucede? retrocedo y permito que se situé delante de mí.
- ¿Dónde está Keysi Wagner? – pregunta Audrey.
-No. – responde Connor.
Mi cuerpo se tensa al escuchar un disparo, Audrey acaba de disparar cerca de uno de sus pies.
- ¿Dónde? – pregunta Audrey.
-Yo…- Connor duda.
Dejo de mirar lo que sucede cuando Audrey le dispara en su pierna, los gritos son fuertes y nadie parece afectado, yo tampoco, pero pensé que esto era una visita.
-¡No lo sé! – grita de dolor. - recibí ordenes de encontrar a Kaleani Wagner, solo eso, no sé donde está, yo…- se detiene y solloza del dolor.
-Continua. – le ordena Audrey.
-La última vez que la vi estaba en un bar en Brooklyn, sentada con uno de los cazadores mirando un espectáculo en la jaula…- sigue hablando.
No entiendo nada ¿Qué es la jaula? ¿cazadores? ¿Por qué siento que no soy parte de la ciudad? Estoy confundida. Solo sé que mi hermana está viva y lo suficientemente bien para haber estado en público, eso me tranquiliza. Miro con confusión a Audrey cuando se inclina hacia Connor y este le susurra algo, Audrey se aleja de él y veo al hombre sonreírle ¿Qué sucede?
Cubro mi boca sorprendida cuando Audrey le dispara dos veces ¿Qué acaba de hacer? ¿está loco? Sujeto el brazo de Audrey y este me mira, no luce feliz, luce confundido y muy molesto, luce como alguien que no puede sostener su propio enojo.
-¿Estás loco? – le pregunto molesta. - ¡respóndeme! – grito molesta.
- ¡¿Qué quieres que diga?! – me pregunta a gritos, lo miro sorprendida. - querías ser parte del equipo, empuja tus emociones abajo Kaleani, no son útiles aquí. – me dice.
Lo miro sin saber que decir.
-No quiero testigos. – empieza a decir Audrey. –esto no es una búsqueda, así que necesito a todo el equipo aquí ¿entendido? – pregunta.
-¡Si, señor! – gritan algunos.
Lo veo alejarse y empiezo a seguir sus pasos de inmediato, salimos por la puerta principal y veo algunos cadáveres, me detengo y Audrey lo nota, me mira fijamente y me ofrece su mano, noto que está sucia de sangre.
-¿Nos vamos? – pregunta.
Me acerco a él y niego lentamente.
-Acabas de matar a uno de sus hombres. – digo molesta.
-Pensé que querías respuestas. – me recuerda.
-No vine aquí a dejar cadáveres por toda la ciudad. – digo.
-Es un poco tarde para eso. – dice sin dudar. – no voy a ser la presa de estos bastardos, ellos van a entender que no pueden tocar a alguien de mi familia. – dice.
-¡No somos tu familia! – grito molesta. - esto es demasiado, yo solo quería recuperar…- me interrumpe.
- No es tan fácil. – me recuerda. – para nosotros, nunca es fácil y debes aceptarlo, ¿quieres ganar o no? – pregunta.
-Quiero ganar. – respondo con seguridad.
- Pues es momento de que dejes de fingir, Cielo.- empieza a decir. – porque ambos sabemos que no estás mostrando quien eres, estás mostrando lo que él cree que eres. – me dice.
Lo veo alejarse y eso me molesta ¿Cómo se atreve a decir eso?
- ¡Eres un idiota! – grito molesta.
Me ignora y quiero gritar tantas cosas, pero no lo hago. Cuando me giro veo a Mark mirarme fijamente, lo veo acercarse a mi y abre su boca para decir algo, pero se detiene, muerde su labio inferior antes de hablar.
-Conseguiste tus respuestas ¿feliz? – pregunta.
-¿No lo ves? Nunca he sido más feliz en mi vida. – respondo con sarcasmo.
Sonríe al escuchar eso.
- Creo que deberíamos ir al aeropuerto. – me informa, frunzo mi ceño.
-¿Para qué? no voy a irme. – digo de inmediato.
- Lo sé. – me dice. – pero tu hombre estará en la ciudad pronto. – me recuerda.
- Será en unas horas. – le digo.
-¿Tienes algo mejor que hacer? porque yo no quiero quedarme aquí levantando cadáveres. – me dice.
Asiento lentamente y empezamos a alejarnos del lugar.
Por unos segundos creo escuchar gritos femeninos en la distancia, supongo que ya lo saben, él ha muerto y otra familia ha quedado incompleta. Esto no fue lo que esperaba, nunca supe quien era Audrey hasta hoy, pero ahora sé que quizás él es peor que su hermano, porque Cayden suele hablar demasiado.
Horas después…
Nos encontramos en la pista de aterrizaje ¿desde cuando Henri tiene un avión privado? Estoy confundida y siento que hay cosas que nunca he sabido, no me gusta esa sensación, tengo miedo de que el hombre que he decidido amar no sea la persona que creo, sé que no podré sobrevivir otro corazón roto, no puedo.
Me siento ansiosa al ver el avión aterrizar, tuvimos que pagar mucho dinero para poder estar aquí, pero Audrey hizo magia de nuevo, nunca sabré el verdadero poder que tiene, porque siempre me sorprende, me hace sentir preocupada ¿Qué hago si nunca puedo salir de la mafia? ¿Qué hago si yo soy parte de ella?
La brisa de la noche me hace sentir indefensa y cada cierto minuto siento mi pie torturarme, pero no me muevo, me mantengo en la espera de lo inevitable, volver a ver a Henri y escuchar lo que tiene para decir, estoy segura de que lo lastime y que se siente decepcionado, quizá Audrey tenga razón, quizás la persona que soy ahora es mi versión de mí misma, la versión que muestro para no asustar a Henri, porque lo sé, soy mala.
Veo a Henri bajar del avión privado con cuatro hombres ¿Quiénes son? No lo sé, no soy buena con los rostros, nunca lo he sido. Camino hacia él lentamente y sus ojos me encuentran sin que pueda evitarlo, se detiene de inmediato y me mira sorprendido ¿Qué hago?
Antes de que pueda decir algo, veo un auto acercarse a la pista de aterrizaje ¿Quién es? Veo el auto detenerse y sé que es el transporte de mi hombre. Vuelvo a mirar a Henri y este camina demasiado rápido hacia mí, pero no retrocedo, me mantengo calmada y expectante.
- ¡Sube al maldito auto! – me grita.
Lo miro sorprendida y sigue caminando hacia su auto, se detiene al abrir la puerta trasera del auto y me mira expectante, luce tan molesto que no estoy segura de estar lista para esto, no quiero que duela, no quiero sufrir, soy lo suficientemente inteligente para saber que ese hombre que está ahí pueda matarme si eso quiere, le di ese poder cuando me mude con él ¿Por qué lo hice?
-Vamos a hablar. – le pido.
-No. – me dice. – ven aquí y entra al auto, ahora. – me ordena.
Pienso unos segundos que hacer y miro a Mark, este me mira y espera mi reacción, lo miro confundida cuando me entrega un celular y asiente. Camino hacia Henri y al verlo tan cerca de mí, quiero besar sus labios, pero él no luce feliz.
-¿Cómo está Scott? – pregunto de inmediato.
-Entra. – me ordena.
Entro al auto y él hace lo mismo, lo veo hablar unos segundos con uno de sus hombres y este asiente, suspiro cuando todos sus hombres se quedan en su lugar y nos vamos solo con el piloto ¿Qué es esto?
-Sé dónde está, ella…- me interrumpe.
-No hables, no quiero escucharte. – me dice.
-Pero…- me interrumpe.
- Destruiste la confianza que nos tomo un tiempo conseguir ¿sabes eso? – pregunta, no respondo. – no quiero escucharte, quiero que te calles y me dejes pensar. – me pide.
Me quedo en silencio y toco mi mano izquierda, recuerdo que no tengo mi anillo y suspiro.
Hay tantas cosas que hacer y de que preocuparse, que ahora mismo mi vida amorosa no parece importar, pero lo hace ¿cierto? lo hace si estoy en riesgo de perder a este hombre.
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