Hablo él nuevamente y dijo con calma.
- Tengo que irme, tengo una cita pendiente_ decía sin ánimo.
Me dió gusto conocerla señorita. Disculpa ¿cuál es tu nombre?
Iba a abrir mi boca cuando recordé al dichoso prometido. Sería muy triste decirle quien soy y luego decir que ya no estoy disponible. Pero ¿que estoy pensando? En eso momento pensé en que no me molestaría que este hombre fuera mi prometido. Es más me gustaba, era por eso que me sentía rara. Inventé una escusa rápida para aliviar mi incomodidad y la vergüenza que sentía al tenerlo cerca.
-Discúlpame debo salir apurada de aquí también, tenía algo urgente que hacer y me había olvidado. Espero verte algún día_ dije mientras me levantaba y salía corriendo.
Cuando me detuve ya estaba en mi casa, fui consiente de nuevo que tendría que olvidarme de aquel hombre. Tenía a las 5 que ver al dichoso novio y futuro esposo. Camine a mi alcoba y encontré mi vestido rosa pálido, mi cinta celeste que va bajo mi pecho y algo para tomar mi cabello que ahora estaba todo alborotado. Mis rizos castaños claros parecían nido de aves, y mis ojos enrojecidos por las lágrimas hacían que se vieran de color casi amarillos. Tenía que arreglar esos detalles para la cita que tenía ese día.
- No puedo creer que me viera así, cuando hablaba con él._ un dolor me atravesó el pecho.
Marcus:
Llegué a casa con el deseo de haber estado más tiempo con la misteriosa y hermosa joven. Hubiera deseado saber su nombre, pero era inútil porque yo conocería dentro de poco a mi prometida y futura esposa. No podía dejar de pensar en la joven, sus exquisitos ojos, su cabello alborotado, sus labios y su apariencia adorable. Era muy diferente de las demás mujeres en la comunidad, Karen era más bien morena, de cabellera negra, ojos oscuros y complexión mas gruesa. Esta joven parece delicada y pequeña.
Escucho pasos y volteo a ver quién entraba a la casa, era mi hijo Camilo que había venido a saludarme. Lo noto molestó.
- ¿Papá es cierto que te casarás?
- Sí, hijo es cierto. Tu sabes cómo funcionan las cosas aquí.
- ¿¡Cómo nos haces esto?!_ exclama airado
- Camilo las cosas no siempre resultan como quisiéramos. Vivimos en un mundo en que la humanidad busca sobrevivir, tu mamá vive con alguien más. Y yo debo casarme con alguien más_ dije triste
- Tu no la Amas_ dice Camilo serio
-Karen tampoco lo hizo hijo y no lo hace como tanto afirmas_ digo cansado de la misma discusión
- Papá, mamá te ama a ti, ese sujeto llamado Mike es solo un error.
- Por favor, Camilo no quiero seguir hablando de lo mismo_ me froto la cabeza
Mike es el padre de tú hermana y eso es punto a final al asunto.
Camilo hace una mueca disgustado, desde que Karen se fue a vivir con Mike, Camilo ha intentado que las cosas no resulten entre ellos. Muchas veces Karen me ha comentado que hable con él para que por favor deje de decir que vuelva conmigo. No niego que me habría gustado que Karen se hubiera decidido por mi cuando le preguntaron con quién deseaba quedarse.
- Camilo hijo_ le sostengo de los hombros. Olvida la posibilidad de que vuelva con Karen_ Le ruego.
Ahora debo ir a mi entrevista de compromiso y conocer a mi prometida. Y fijar una fecha.
Admito que la opción de olvidar de una vez por todas a Karen es una idea tentadora. Se que costará olvidarla en un inicio pero con el tiempo podré formar una nueva familia con la joven que será mi esposa.
Salgo de la casa y me dirijo a la casa de los líderes del pueblo y la concertista de bodas. No tenía ningún entusiasmo en realidad, cuando de pronto noto a la joven que me está prometida. Sus ojos color miel parecen sorprendidos y más brillantes desde que los ví.
Camelia
No podía creer lo que veía. El misterioso hombre del bosque era el dichoso prometido, su nombre es Marcus y notaba su sorpresa al igual que la mía.
Se acercó con una pequeña sonrisa en su rostro, yo inevitablemente también sonreí tímida.
La mujer que concertaba las bodas no dejaba de hablar de las obligaciones y los acuerdos que implican el casarse. Que si podía tener hijos y lo que iba a significar para Marcus... Yo solo, no dejaba de pensar en Marcus, estaba contenta y aliviada.
Supongo que esto es que se debe sentir cuando a alguien te gusta, una felicidad indescriptible que llena tú corazón y sentidos.
-Soy Camelia y trabajo como recolectora_ dije con una fluidez que me asombró. Sostuve su mano sin poder evitarlo.
Si esto se siente cuando te enamoras. ¿Porque sucedió tan rápido? ¿Y porque él? ¿Que lo hace tan especial? Supongo que nuestro encuentro fue algo que no esperaba, su mirada llena de admiración y sus palabras hicieron que me atrajera de forma que me cuesta entender de manera lógica. Quizás la atracción y el amor no se pueden explicar. Las razones que sean me enamoré de Marcus a primera vista casi.
Al terminar la entrevista ambos caminamos juntos a mi casa, conversamos un poco de forma bien tímida. Ninguno se sentía muy seguro de hablar con confianza. Supe que antes estuvo casado y que tiene un hijo de 12 años llamado Camilo, algo en el tema parecía incomodar y por respeto a nuestra primera conversación como novios no quise indagar mas allá en los detalles de su separación. Por un instante al mencionar el nombre de su exesposa me hizo sentir inquieta y turbada.
Quizás es solo ideas mías no más y exageró las cosas más de lo que pueden llegar a ser. Es increíble que antes no nos hubiéramos visto siendo una comunidad no tan grande, la gente tiende a conocerse. Está consta de unos 6 mil habitantes y la Isla está dividida por 2 comunidades. La nuestra es la más grande ya que se hallan los recolectores y los constructores.
La otra se hallan principalmente los voluntarios.
Llegamos a casa y Marcus me da un beso sueve en los labios, yo deseaba saber que se sentía y me aferre a su cuello y lo obligue a besarme con pasión. El sorprendido no se resistió y me besó con ferocidad.
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Comments
Elvira Fretes
lo que son las casualidades ❤️
2023-08-27
0
Leidy Briceno
me está gustando...
2023-08-08
1
the eclipse hunter
que buena historia 🤭🤭
2022-07-24
2