Capítulo 3

Erick

Es lunes por la mañana, llego al viejo edificio en el que tenemos la oficina deseando que el día sea mejor que la noche, de nuevo volví a tener ese sueño, y al igual que la noche anterior no logré pegar el ojo, observo a mi alrededor, todo está tranquilo, claro eso es porque aún no ha llegado nadie, a causa del insomnio adelante mi rutina y ahora he llegado más temprano que de costumbre, entro a mi oficina y casi me voy de bruces cuando veo una figura sentada en la silla de mi escritorio esperándome... mi padre.

Intento hacer de cuenta como si no me importara pero estoy tan rígido que no podría moverme aunque quisiera, odio a mi padre pero por algún extraño motivo aun me siento intimidado bajo su presencia, es como si el tiempo regresara a cuando tenía 6 años, maldición.

-Veo que no te han enseñado modales en esa escuelucha a la que decidiste ir- me dice mi padre con su acostumbrado tono de pocos amigos.

-¿Que haces aquí padre?- su voz me saca del aturdimiento, su arrogancia hace que desaparezca mi trance.

-¿Acaso no puedo venir a visitar a mi hijo?- me lo dice con un tono de burla que me exaspera.

-Crei que te había quedado claro que no quería verte cuando no respondí a las trescientas mil llamadas que me hiciste-, respondo con sarcasmo y remuevo los ojos en señal de frustración, mi padre me estreza demasiado.

-Si hubieras tenido la decencia de responder a mis llamadas no habría tenido que venir a hasta aquí a corroborar que mi hijo no hubiese muerto- se me había olvidado la afilada lengua que tenía mi padre, su tono de burla es más que obvio, definitivamente no será un buen día.

-Al grano padre los dos sabemos que mi vida te importa tanto como la vida de los perros que tiene tu amante- mi padre me dejo muy claro que nunca le importe un comino el día que me abandono en ese internado cuando era un niño.

-Me gusta en el hombre que te haz convertido Erick te hizo bien haberte criado solo, si te hubieras quedado conmigo aun seguirías llorando como una niñita- me dice mi padre con una sonrisa ladeada en su rostro, estoy a punto de responderle con una grosería pero no me deja hablar, - vallamos al grano como dices tu, he venido por ti para llevarte conmigo a New York, ya es hora de que comiences a ocuparte de los negocios de la familia y dejes a un lado toda esta... basura- me dice mi padre recorriendo con la mirada mi pequeña oficina.

-Esta basura como tu le llamas es mi sustento padre y fruto de mi esfuerzo, no pienso dejarlo atrás solo porque tu lo dices además no necesito ninguna limosna tuya soy más que capaz de sobrevivir por mi mismo, ¿porque no mejor le das ese hueso al bastardo hijo de tu amante que adoptaste como propio, estoy muy seguro que te lo agradecería demasiado, porque si no mal recuerdo; es un bueno para nada que nisiquiera termino la carisma universidad que le pagaste? Ahora lárgate y déjame en paz - le digo furioso a mi padre, el solo me mira con una sonrisa en el rostro, se que algo trama.

-Creeme que ya había pensado en dejar a Jake como presidente y se que esta más que dispuesto a aceptar, el mismo me ha insistido en ser mi sucesor, solo que; como bien lo dijiste, a él nunca se le dieron bien los estudios y... sinceramente no estoy dispuesto a pasar mis últimos años de vida en un escuálido asilo de ancianos gracias a los malos negocios de Jake- y ahí está mi padre como siempre preocupándose por el mismo antes que por cualquier otra cosa.

¿Y que te hace pensar que a mi me importa la comodidad que tengas en tu vejez?- le pregunto levantando una ceja y con tono de burla.

-Estoy consciente que a mi ingrato hijo no le importa si me muero hoy o en 10 años pero se de algo que si te va a importar- me dice mi padre con la misma sonrisa macabra de hace un momento y se que solo significa una cosa; tiene un poderoso haz bajo la manga que está a punto de convertirlo en ganador, saca de su chaqueta del traje un sobre y me lo lanza, examino el contenido, es un documento, le levanto un ceja insitandolo a que siga mientras saco el documento del sobre para poder leerlo. -Es el testamento de tu madre, tal como puedes leer en el indica que todas sus posesiones (joyas, las acciones de la empresa, las escrituras de varios edificios de departamentos en alquiler que tus abuelos pusieron a su nombre, las escrituras del viñedo en California y las escrituras de la mansión en la que viven tus abuelos que también pasaron a nombre de tu madre cuando tu naciste), todo eso quedaría bajo mi resguardo hasta que te convirtieras en el presidente de la empresa, y ya que tu madre estaba segura que serias mi sucesor en la presidencia, no estipulo ninguna cláusula ni restricción, así que; consulte con mi abogado y me dijo que si tu no aceptas la presidencia yo puedo hacer uso de las pertenecias de tu madre como mejor me convenga y; ya que estoy muy viejo, pienso poner todas esas cosas a nombre de Roxana, si no lo hago de todas formas todo eso pasara a manos de ella y, por consiguiente a manos de Jake; ya que como mi lejitima esposa tiene derecho a todo lo que sea mio- Touche, ahí está la carta bien jugada de mi padre, me ha dado en donde más me duele, ha logrado doblegar mi orgullo, acaba de meterse con mi madre, lo único que verdaderamente me importa, la única mujer a la que he amado.

-¡NO TE ATREVERIAS!- le digo a mi padre lleno de rabia solo de pensar que todo lo que era de mi madre pueda pasar a manos de esa bruja, por impulso me levanto -Antes mato a esa maldita- pego un manotazo en el escritorio, siento como si un calor me recorriera el cuerpo; veo mi reflejo en la ventana que esta detrás de mi padre y no me reconozco, estoy erguido, con la cara roja del coraje y los ojos verdes se me han vuelto oscuros y tenebrosos, siento como si brotara fuego de ellos.

A mi padre parece gustarle lo que ve, sin inmutarse se levanta del asiento y me dice tranquilamente alejándose hacia la puerta de la oficina, -Ya te lo he advertido Erick, me quedaré en el hotel Royal Lancaster por esta noche y mañana por la tarde regresaré a New York, no puedo dejar desatendida la empresa tanto tiempo solo porque tu no puedas actuar como un Olsen y tomar una simple decisión; estaré esperándote hasta las 5 p.m. para regresar juntos, si no estás en el hotel 5 p.m. en punto entenderé que no te ha interesado lo que ve he venido a decirte y jamas volveré a molestarte, pero si rechazas la presidencia ni se te ocurra si quiera pensar en reclamar algo de herencia de tu madre porque yo mismo me encagare de borrar todo rastro de que alguna vez exististe, estarás más que muerto para mi y para el resto del mundo- Sin más mi padre sale y me deja ahí, a mitad de la oficina parado como un idiota.

No puedo controlar la rabia que siento y exoploto tirando y aventando todo a mi paso, todo lo que había sobre el escritorio, los libros de la estantería, los portaretratos, cuadros y alguna que otra chuchería que adornada la oficina; todo es estrellado con furia en el piso por mi, y esque estoy tan molesto, podría estrangular a mi padre con mis propias manos, lo odio, odio que sepa exactamente como controlarme, no puedo más y me derrumbó sobre el suelo con la cabeza entre mis piernas.

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