Leonell había salido a pagar cuentas, estaba desanimada, pues no le alcanzaría para cubrir todos los gastos de alimentos. Debía cambiarse a un apartamento más pequeño, o terminaría sin dinero para comer.
- No debería haber gastado tanto dinero en sake…- suspiró.
Nuevamente caminaba bajo la lluvia, no tenía paraguas ni dinero para comprarse uno. Había decidido caminar desde Yoyogi hasta su casa. La caminata era larga y tediosa. Estaba pesándole haberse empapado la noche anterior, y sobre todo ahora que sentía un leve malestar.
Decidió detenerse frente a una parada de autobús. Aguardaría a que la lluvia cesase y avanzaría más tranquila hacia su casa.
El plan era bueno, solo que, la lluvia no cesaba. Y ella debía volver a casa cuanto antes.
Comenzó a hacerse tarde y decidió mojarse bajo la lluvia, totalmente resignada, empezó a caminar algo apurada. Las personas regresaban de sus trabajos, bien abrigados y cubiertos por sus paraguas. Ella además sentía muchísimo frío y estaba algo mareada. Por un momento se desorientó. Se detuvo un instante y analizó en dónde se encontraba. Retomó el paso, advirtió al ver su cabello que estaba empapada y aún lejos de casa.
Observó una gran entrada, una escultura de madera muy hermosa, y recordó que esa entrada conducía a un santuario muy conocido a nivel mundial, se animó a pasar un día de estos, por el momento solo importaba llegar a casa.
La caminata estaba siéndole desagradable y molesta, no disfrutaba de sus pasos, ni lograba imaginar aventuras, estaba sintiéndose peor y el cuerpo le estaba pesando.
Se detuvo en un local y compro un té caliente. Algunas personas se detenían al verla tan empapada. Pero sin decirle nada, corrían la vista hacia otro lado y continuaban con su marcha.
Empezó a caminar mas lento, no faltaba tanto, iba a cruzar la calle pero de pronto el suelo se le movió y se afirmó de una persona.
- está bien?-
- si, si, perdone por favor-
- no hay problema-
Se quedó afirmada de un poste mientras se fregaba los ojos. Sus manos estaban frías y mojadas. Comenzó a observar las gotas que caían sobre ella. De pronto una sombra le cubrió el cielo, miró hacia arriba. Tardó en advertir que se trataba de un paraguas negro. Pero alguien lo portaba.
- es mejor que tu lo uses-
Conocía esa voz, la había escuchado antes, pero no estaba en condiciones de hacer memoria, solo quería volver a casa. Volteó para agradecer el gesto, se topó frente a frente al hermano mayor de Yuuki Rito. Parecía tener unos años más que ella, y era altamente atractivo.
- tu..-
- no pensé que te reconocería, ten, úsalo y suerte-
- gracias…-
Avanzó rápidamente por sobre ella y cruzó la calle corriendo. El semáforo indicó rojo. Ella se quedó del otro lado, mirando estúpidamente al muchacho rubio.
- Que hermanos tan raros, uno me cuida mientras estoy borracha y el otro sacrifica su paraguas mientras estoy toda empapada- pensó- ¿Doy lástima?- se molestó un segundo, pero el mango del paraguas era de madera y estaba tibio, lo tomó con ambas manos y regresó a casa. Se preparó algo caliente y se metió en la cama.
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Comments
Cinthya Cáceres
Que lindo gesto de Naoki! ♡
2022-10-15
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