Episode 11

Kiel se quedó en silencio al escuchar la pregunta que Gilbert le había hecho a Lucia “No, ella no puede dejarme, soy suyo ella no puede abandonarme…no permitiré que me abandone” Kiel parecía ansioso al esperar la respuesta de Lucia pero esta sonrío confundida a su hermano y agregó.

-¿En qué minuto dije que me desharía de él hermano? Él es mi mascota, lo compre por bastante dinero y hasta el momento no me ha decepcionado en ningún momento por lo que lo mantendré a mi lado por ahora, aparte si en algún minuto deseara dejarlo te aseguro que no me “Desharía de él” si no que lo liberaría para que pueda tener una vida tranquila y a gusto como cualquier otro plebeyo.

Dijo Lucia dejando a su hermano en silencio, Gilbert volteo mirando la cara de Kiel el cual parecía más tranquilo al escuchar la respuesta de Lucia “Aun si me liberara no pienso dejarla, ella me compro y debe de estar conmigo para siempre, es mi dueña” Kiel parecía haberse acostumbrado demasiado rápido a su papel de mascota pero aquella pequeña muestra de afecto que Lucia le había dado había hecho que este se sintiera atraído completamente por ella “Hare que ella me ame y no quiera dejarme jamás” pensó Kiel mientras Gilbert veía las intenciones ocultas de Kiel al estar junto a su hermana.

-Bien hermana respeto tu decisión pero ten cuidado, un perro callejero como el no siempre es fiel puede tener intenciones maliciosas y morder la mano que le da de comer y si eso sucede te aseguro que su cabeza rodara en el ducado.

Concluyo Gilbert marchándose dejando a Lucia sola frente a su habitación, fue entonces que esta miro hacia atrás y vio a Kiel verla con devoción.

-Kiel ¿quieres entrar?

Pregunto Lucia ofreciéndole a Kiel entrar en su cuarto, este emocionado asintió con la cabeza viendo por primera vez la habitación de Lucia, jazmines colgados en la ventana, una cama grande y cómoda y joyas y ropa en exceso en su cuarto, Lucia camino hacia la mesa y se sirvió una copa de vino mientras Kiel observaba el alrededor “Creo que ella está bebiendo demasiado ¿estará bien?” se preguntó Kiel fue entonces que vio a Lucia caminar hacia su cama mientras se tambaleaba un poco.

-Ya anocheció…ven aquí Kiel.

Dijo Lucia mientras se sentaba en la cama y Kiel se acercaba a ella.

-Kiel ponte de rodillas quiero verte mejor.

Lucia lo miro y luego acaricio el rostro de este con la yema de sus dedos “Eres tan hermoso Kiel, estoy celosa de pensar que te enamoraras de la princesa en unos días cuando la encuentres en el concurso de caza…¿Por qué no pude ser ella en vez de reencarnar en este cuerpo?” se preguntó Lucia mientras se acercaba a Kiel y besaba su frente, fue entonces que Kiel la miro a los ojos, aquellos ojos vidriosos y mejillas sonrojadas por el alcohol lo tentaron aún más “Quiero tocarla” se dijo Kiel levantándose y empujando a Lucia contra la cama quedando esta recostada bajo de él.

-¿Kiel? ¿Qué? ¿Qué haces mi lindo Kiel?

-…

Kiel se mantuvo en silencio mientras veía a esta tan sumisa y frágil bajo él “Ella no me abandonara, no dejare que me abandone incluso si debo rendirme ante ella y bajar mi cabeza de por vida ya no me importa que es lo que ella desee hacer conmigo solo quiero que siga a mi lado” pensó Kiel mientras se acercaba lentamente besando los labios de Lucia, esta sintió los suaves labios de Kiel sobre los suyos y abriendo los ojos con esfuerzo lo miro envolviendo sus manos alrededor del cuello de este y atrayéndolo hacia ella intensificando ese beso antes de quedarse completamente dormida. A la semana siguiente Lucia se preparó para el concurso de caza en el cual ella y su familia concursarían eso era algo habitual entre los nobles aunque muy pocas señoritas lo practicaban la familia del duque solía hacerlo ya que eran una de las familias más fuertes y poderosas del reino, fue entonces que mientras Lucia se arreglaba ese día en la mañana llegaron los regalos que esta había preparado para su familia, al llegar todos se sorprendieron al ver tres espadas y un sed de cuchillas de la más alta calidad y cada una con una gema preciosa de intensificación en sus empuñaduras.

-Lucia ¿Qué es esto?

-Bueno padre quería darles un regalo y pensé que esto sería lo mejor, usted y mi hermano son dos de los hombres más importantes y fuertes del reino y quería siempre portan sus espadas a donde quiera que van así que…pensé que quería que llevaran mi regalo siempre con ustedes por lo que escogí una de estas para cada uno.

Dijo Lucia mientras su hermano Gilbert y su padre observaban las hermosas armas frente a ellos, fue entonces que el duque pregunto por las demás herramientas.

-¿Y esas dagas Lucia?

-Oh esas son mías padre, pensé que sería lo más útil para alguien como yo ya que es en lo que me he entrenado desde…pequeña.

Lucia se quedó en silencio ya que poseía cada recuerdo de la infancia de Lucia sabiendo así cada una de sus cualidades pero de algún modo se sentía culpable ya que sabía que ella realmente no era la hija del duque “Nunca tuve padres que se preocuparan por mí por lo que creo que realmente envidio la infancia de Lucia junto a sus padres quienes la amaban tanto” pensó Lucia mientras volteaba para retirarse.

-Bueno padre creo que ya es hora de terminar de prepararme e iré a buscar a Kiel ya que él será mi escolta el día de hoy.

-Hija ¿segura que quieres que ese joven te acompañe? Creo que sería mejor que fueras con un caballero mejor preparado Kiel solo es una mascota y no es apto para defenderte o protegerte como se debe si estas en peligro.

-Padre él ha estado entrenando y aparte no olvides que soy tu hija, puedo defenderme si algo llega a suceder, tengo el conocimiento suficiente para sobrevivir si lo requiero.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***