AMOR TERMINAL: Recuperando A Mi Ex Esposa

17 No quise lastimarla

"¿Qué le pasó a Shirley?"

Cuando hizo esta pregunta, de repente sintió un dolor en el corazón y volvió a pregunta: "¿Qué pasa con ella?"

"La señorita Smith ella ..."

"Ah-" un grito doloroso interrumpió sus pensamientos, "Sebastian, sálvame ..."

No muy lejos vio a Sylvia tirada en el suelo agarrándose el tobillo por el dolor, junto a ella había un niño que sostenía una pelota de fútbol que se veía muy gastada.

"¿Señor Jones, señor Jones? "– Sebastian no le respondía al abogado Brook por lo que ansioso lo llamó dos veces.

Sebastian no escuchó lo que el abogado Brook dijo en este momento, y al recomponerse del susto dijo: "Ya lo escuché, pero algo le ha pasado a Sylvia, tengo que ir a ver qué le sucedió. Ocúpate tú de los problemas del hospital".

"Pero Señor Jones, la señorita Smith, ella ..."

"Ella todavía está demorando el divorcio, ¿no es así?"

"¡No, señor Jones, escúcheme, la señorita Smith puede que no sobreviva, los médicos están tratando de salvarla!"

Sylvia gritó más fuerte: "Sebastian, me duele ..."

Sebastian colgó el teléfono directamente: "Iré a ver que le sucede a Sylvia, Shirley es una mujer que me ha mentido muchas veces. No confíes en ella".

Después de colgar el teléfono, corrió hacia Sylvia, se acuclilló para revisar sus heridas, él estaba muy ansioso.

El tobillo de Sylvia estaba un poco enrojecido e hinchado y tenía la piel un poco arañada. Sebastian preguntó con cariño: "¿Estás bien? ¿Qué te sucedió?"

Sylvia se mordió el labio con fingiendo estar muy dolorida, "... Estoy bien, ¿qué dijo el abogado Brook?"

"No, no tienes que preocuparte por esas cosas, te llevaré al hospital ahora mismo".

Sebastian la alzó y giró la cabeza, en ese momento vio al niño que todavía estaba parado allí con lágrimas en los ojos, extendió su manita y tiró de la esquina de su ropa diciendo: "Señor, lo siento mucho".

Sebastian estaba irritado, pero no fue duro con el niño: "La próxima vez no juegues a la pelota en lugares donde hay muchas personas, podrías dañará a otros".

"Lo sé, me equivoqué, lo siento mucho".

"Está bien, está bien."

"¿Quieres llevar a tu novia al hospital? Cuesta mucho dinero ver a un médico. Tengo algo de dinero aquí y te lo daré todo..."

Dicho eso, el niño sacó algunos billetes del bolsillo de su pantalón, no era mucho, pero los tenía doblados cuidadosamente. Levantó los billetes y se los entregó a Sebastian: "Señor, aquí tiene, es todo lo que tengo".

Sebastian notó que el niño tenía vendajes sobre las manos, y a lo largo de sus brazos agujeros grandes y pequeños claramente visibles, ese tipo de heridas son causadas por inyecciones al administrar suero a los enfermos.

Sebastian preguntó: "¿Dónde está tu madre?"

"Mi madre trabaja aquí como limpiadora. Gana muy poco dinero el cual usa para pagar mi tratamiento médico. La última vez, una señora amable me dio mucho dinero, pero no fue suficiente, esto es todo lo que me queda... Señor yo no quise lastimar a su novia, yo solo sostenía la pelota y su novia perdió el equilibrio, me chocó y cayó al suelo junto con la pelota, realmente no quise lastimarla ... "

Sylvia tiró de la ropa de Sebastian y dijo en voz baja: "Sebastian, es un pobre niño, no lo hagas sentir mal…".

Sebastian sonrió suavemente, "Lo sé, vámonos, te llevaré al hospital".

Después de media hora llegaron al hospital donde el médico le hizo un examen detallado a Sylvia, y luego le dijo a Sebastian: "No te preocupes, solo es un rasguño en la piel, que haga reposo unos días y estará bien".