CAPITULO 3

MADISON WILLIAMS

Mí padre le dijo que sí a Lía realmente él la consentía en todo, no me molestaba en lo absoluto pero si me preocupaba lo que la demás gente piense de mi hermana ella es aún muy pequeña y piensa que todos son juegos inocentes pero en nuestra sociedad todas nuestras acciones tienen consecuencias, pero padre no lo ve cuándo se trata de Lía.

Terminamos el desayuno y me dirigí hacía dónde estaba madre le hice el comentario que teníamos que estar más al pendiente de Lía, ella sonrió y me dijo que no me preocupara que todas teníamos personalidades diferentes, eso era verdad yo soy muy tímida y me cuesta mucho socializar con la demás gente casi no tengo amistades por lo mismo, a diferencia de Lía ella es extrovertida alegre y siempre tiene tema de conversación con cuál quier persona.

Ella entra en confianza en un segundo.

Dejé de pensar en el tema y seguí a madre por el extenso pasillo que daba directo al jardín tracero, ella salía como todas las mañanas al jardín para cortar las rosas para decorar el interior de la casa eso era un detalle que a padre le gustaba mucho y decia que era de muy buen gusto.

Además que a mi madre le encantaba satisfacer a mi padre en todos sus deseos.

Estaba yo tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta en qué momento mi madre había entrado a la casa, yo me quedé sonriendo ya que me quedé sola y no me di cuenta por cuánto tiempo.

Entré a casa y sabía muy bien que era la hora de bordado, mi madre ya estaba en el salón.

SUSAN DE WILLIAMS

Por qué tardaste tanto Madison?.

Ya es hora de tus clases de bordado.

MADISON WILLIAMS

Disculpa madre por la tardanza.

En ese momento entro Lía.

LÍA WILLIAMS

Madre hoy no tengo ganas de bordar me duele un poco la cabeza dijo ella guiñándome un ojo.

SUSAN DE WILLIAMS

Muy bien querida puedes retirarte a tu habitación.

MADISON WILLIAMS

Me quedé mirando a madre pero no dije nada, realmente ya estaba acostumbrada a que Lía siempre se salía con la suya era tan elocuente con sus ideas, sonreí y sin pensar en más me dedique al bordado.

Paso el tiempo y llegó la institutriz de piano, nosotras las señoritas de sociedad no tenemos permitido desperdiciar nuestro tiempo, todo el día tenemos diferentes actividades y todas son para ser cultas y educadas para ser dignas esposas.

Seguí con el transcurso del día al llegar la tarde mi padre llegó a casa y nos recordó que teníamos un compromiso y que teníamos dos horas para estar listas e irnos.

En esta ciudad es normal las fiestas ya que así los padres exhibian a sus hijas para arreglar los matrimonios, algunas de las señoritas de nuestra sociedad lo disfrutan mucho el saber que varios hombres las miran.

En fin todas nos fuimos a arreglar a nuestras habitaciones yo elegí un vestido color turquesa que sin querer se ceñia demaciado a mi cuerpo, el corset acentuaba aún más mis pechos y mi cintura me puse unas medias de seda y unos botines que hacían juego con mi vestido, recoji mi cabello en una trenza y entrelace unas pequeñas rosas de plata entre mi cabello y unos aretes de esmeraldas que me regaló mi padre cuando cumplí mis 17 años.

Él es muy espléndido con los regalos los combine con un dije de plata era una pequeña rosa era muy pequeño, la verdad es que no me gusta lo extravagante mi madre dice que una señorita tiene que ser delicada con sus atuendos y no caer en lo vulgar.

Ya lista bajé y ahí ya se encontraban mis padres y Lía.

LÍA WILLIAMS

Hermanita tardaste mucho!

En eso entro Bladimir el chófer para decirle a mi padre que el coche estaba listo es hora familia vayamos que ya es tarde.

Padre le tendió su brazo a mi madre mientras la observaba con una ternura, mi madre se sonrojo al ver la manera que mi padre la miraba cuando ella lo tomó su mano él le dió un beso en esta .

Subimos al carruaje y no tardamos mucho en llegar a la residencia de los Rochester de Wicam, al parecer la fiesta era en nombre de su hija Alexandra ella es la cuarta de los hermanos Rochester Julius ya estaba casado con Roxana el era el mayor tenía 24 años, Jhon era el segundo tenía 22 años y era uno de los solteros más codiciados de la ciudad, le seguía Tony el tenía 19 años de edad y Alexandra que hoy era su cumpleaños número 18, ellos son una familia muy poderosa y extremadamente rica.

Me he dado cuenta que Lía se sonroja cada vez que habla de Tony Rochester el es mayor que Lía y eso me preocupa, pero sabiendo la manera de pensar de mi padre el agradecería por mucho que se formalizará un compromiso de alguna de nosotras con uno de los Rochester.

Sin querer me sentí muy triste de pensar en la manera que mi padre nos ve como una mercancía, pero bueno todo es por el bien de la familia.

En ese momento llegamos a la mansión y bajamos del carruaje había muchos sirvientes atendiendo a los invitados recibiendo los abrigos costosos de toda la gente que llegaba, entramos y el señor Rochester enseguida se dirijo a saludar a mi padre.

Él le respondió con un fuerte abrazo y unas palmadas en la espalda, detrás de él lo siguió la señora Rochester para darnos la bienvenida a nosotras haciéndole una seña a mi madre para que no hiciéramos caso de los hombres los cuáles ya se estaban alejando hacia un grupo de señores me imagino que para hablar de negocios y todo lo que tenga que ver con hacer más dinero.

Nosotras nos dirigimos hacia una esquina del gran salón era impresionante habían decorado con tonos en dorado los marcos, los cuales lucian mucho en las paredes blancas, los grandes ventanales estaban cubiertos por unas delicadas cortinas de una tela muy fina con unos bordados en color dorado era una fiesta hermosa los tres candelabros que pedían del techo a lo largo del salón irradiaban de una esquisita luz al lugar, donde se encontraban ya varios de los invitados y también varios de los familiares de los Rochester, la mayoría de la gente se conocia por este tipo de eventos sociales.

En eso bajo Alexandra Rochester ella era hermosa era una pelirroja de ojos verdes tenía una piel blanca con unas facciones muy finas ella era muy delicada y delgada, vestía un hermoso vestido color vino que se señia muy bien a su cuerpo tenía un hombro al descubierto el cuál hacía resaltar su largo y delicado cuello en el cual lucía una gargantilla de diamantes que hacía juego con sus aretes, ella lucía en verdad hermosa .

Detrás de ella venían los tres hermanos Rochester todos eran bien parecidos vestían un traje negro muy fino se veía que no escatiman en sus vestimenta Roxana venía al último ella era una hermosa mujer blanca con cabello castaño con un cuerpo perfecto ella es muy joven tiene 19 años y ya está casada se ve muy feliz y enamorada de Julius hacen una pareja muy bonita.

Todos los invitados observamos el desfile de los Rochester y cuándo estaban al centro de gran salón el señor Jackson Rochester de Wicam hiso el llamado de atención a los invitados para anunciar el motivo de la reunión.

Así tomo de la mano a Alexandra y le dedico unas palabras después llamo a la señora Camelia y entre los dos le dieron un obsequio a su hija dándole un abrazo y un beso en la mejilla.

Después de esto inició el baile y las miradas se centraban hacía los hijos de los Rochester y las señoritas casaderas esperaban a qué los caballeros las sacarán a bailar.

Así paso el tiempo y de pronto entró un caballero muy apuesto de piel blanca ojos grises cabello castaño era muy bien parecido, todos se detuvieron al verlo y los hombres se acercaban hacia él, las mujeres cuchicheaban entre ellas pero no se me hizo conocido tal vez es algún familiar de los Rochester pensaba yo cuándo en ese momento todos dijieron al unisono.