DECISIÓN

Me apresuré a levantarme a duras penas, cuando en el piso encontré un pañuelo con unas extrañas iniciales, AZ, volví a agacharme para recogerlo, cuando lo tuve en manos lo apreté con fuerza, al parecer era una evidencia del cerdo que me hizo esta atrocidad, que no tiene perdón de Dios.

Empapada en lágrimas pedí auxilio, cogí mi vientre y dí unos pasos mientras los pies me temblaban, casi no podía mantenerme en pie, gracias al Señor de los cielos, una humilde señora me auxilió, al instante perdí el conocimiento por la hemorragia.

Al abrir los ojos estaba en un hospital, mis padres estaban ahí mostrando angustia.

-Mi bebé, como esta mi bebé. -pregunté ahogada en llanto, tocando mi vientre-.

- Cariño el bebé murió, los doctores hicieron lo posible, pero fue demasiado tarde. -Dijo mi mamá con lágrimas-.

Yo estaba en shock, esto parecía un pesadilla, el dolor era insoportable, quería morir.

-¡Nooo! mi bebé ¡noooooo! es mentira, ustedes lo mataron, los odio a todos, no quiero verlos.

No hay palabras para describir lo que siento, no quiro creerlo, quise levantarme de la cama, me estaba quitando el equipo de venoclisis a furia, mis padres quisieron detenerme, pero no pudieron estaba echa una fiera, no tuvieron de otra que llamaron al doctor quien al instante me dió una buena dosis de sedante.

Me mantuvieron con sedantes durante una semana, ya al 8vo día el sedante dejó de hacerme efecto, supongo que tenían que ajustarme la dosis. Abrí los ojos y no había nadie en la habitación, con precaución me asomé por la ventana, y ví un ejército de guardias custodiandome, pensé muy rápido un plan de escape, al fin y al cabo era una genio en huidas.

Esta vez era difícil, asi que tenía que ser muy cuidadosa, pronto ví a una enferma acercarse a mi habitación, era la oportunidad perfecta, tomé la maseta de la pequeña mesa y me puse tras la puerta, ni bien entró le di un masetazo en la cabeza que al instante la dejó inconsciente, me apresuré a quitarle la ropa, y pronto ya estaba vestida como una enfermera, salí con mucho cuidado y pronto ya había burlado a esos cavernícolas.

Me apresuré a salir a la calle, busqué en los bolsillos de la chaqueta de la enfermera, gracias al Santo que me ve desde el cielo y me apoya, encontré un poco de dinero, tomé un taxi a toda prisa, pronto le dije que me lleve al puente Kennedy. Al cabo de unas horas llegamos a mi destino, me apresuré a pagar al conductor y bajé.

Era el puente del que me lancé aquella ves, estaba dispuesta a morir el día de hoy, no tenía nada por que luchar, Jonna y nuestro bebé se habían ido, no había razón para vivir, empapada en lágrimas me subí a las barandas, estaba a punto de lanzarme cuando una sensación extraña me detuvo, lo pensé un rato y me dije a mí misma....

-Moriré cuando los haya vengado, sea quien sea, llegaré al fondo de este asunto, ya sean mis padres o James u otra persona, los haré pagar muy caro.

Sequé mis lágrimas y me fui, mientras caminaba los recuerdos se hacían más dolorosos, recordé cada minuto vivido con mi amado Jonna, en el camino pensaba en mi venganza, no podía volver a mi casa odiaba a mis padres, asi que decidí irme al extranjero a sanar mis heridas, aún estaba débil necesitaba hacerme fuerte para ejecutar mi venganza, ahora no tenía muchos recursos, ya no era una Macartur que movía dinero y poder, tenía que volverme de acero y poderosa por mi cuenta.

Contacté a mi única amiga en el extranjero, le pedí que me gire dinero con urgencia, al instante lo hizo, pronto cambié mi look, pelo corto, tinte negro, me enfundé de negro, cogí unas gafas oscuras y salí a prisa rumbo al aeropuerto.

No perdí ni un solo segundo, era muy hábil en tramitar cosas, tomé un taxi y poco después ya estaba en el aeropuerto, tomé el primer vuelo y me dirigí a París, a empezar de cero, teniendo como único impulso el odio, para mantenerme con vida.

Después de unos largos días de vuelo llegué al aeropuerto, mi amiga Kelly me estaba esperando, pronto nos dijimos a su mansión, y le conté todo lo que me ocurrió, ella me abrazó y lloramos juntas, ella era 4 años mayor que yo, mis padres nunca se enteraron de su existencia gracias al cielo, era una famosa diseñadora de modas, ella me alojó y me dió empleo en su compañía.

Empecé a trabajar muy duro, me gustó mucho mi empleo pronto comencé a estudiar para ganar más experiencia y convertirme pronto en una destacada diseñadora. Fue duro acostumbrarme, a menudo echaba de menos a Jonna y mi bebé, lloraba amargamente, todos los días, queriendo desistir, pero tenía aguantar para vengar sus muertes.

Los días pasaron volando, a mi me parecían que tenían los zapatos de Hermes, ya habían pasado 2 años, y me había convertido en un famosa diseñadora, asi que pronto Kelly me propuso hacerme socia de "FashionGirl", una de las compañías más grandes de París, yo no dude y acepté la oferta.

Una tarde mientras revisaba mi teléfono, me detuvo en blanco una noticia impactante. Decía que los señores Macartur de la compañía más grande del mundo denominado MACARTUR LIVE, sufrieron un accidente automovilístico, en el que perdieron la vida. Un frío recorrió mi ser acompañados de grandes gotas de sudor, no lo podía creer, el corazón me dolía sin medida, lágrimas empezaron a caer sin control, temblorosa cogí el teléfono y llamé a mi casa, aún recordaba el número, pronto alguien contestó, al parecer era Nany la ama de llaves. Fingí una voz y pregunté por los señores MACARTUR...

-Hola, buenas soy una socia de la Compañía MACARTUR LIVE , quiero comunicarme con el Señor Erick Macartur...

Tras el teléfono se escuchaban llantos.

-Disculpe Señora, pero veo que no se enteró de las noticias, ellos tuvieron un trágico accidente, del que no pudieron sobrevivir...- Anuncio con voz quebrada.

Colgué incrédula, llena de lágrimas, los odiaba pero no quería que mueran, el corazón me dolia muy fuerte, era como volver a abrir viejas heridas, me tumbé al piso y lloré durante un largo rato.

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