COMO DUELES CORAZÓN

Llegué a casa con un gran signo de interrogación en mi cabeza, había muchas cosas perturbando mi paz, me llené de muchas preguntas, las dudas me estaban matando poco a poco. Éstas me aventaron a enfrentarme a mi madre. Me acérque a su habitación y entré sin tocar. En efecto ella estaba ahí, leyendo un libro.

-¡Madre! quiero saber toda la verdad, que fue lo que en verdad me pasó, y ¿quién es Jonna?.

Mi madre aparecía estar conmocionada, se quedó muy helada, permaneció en silencio unos segundos y luego sonrió con serenidad.

-¿Cómo te encontró?, ¿qué te dijo?, -preguntó disimulando su exaltación. -No creas nada de lo que dijo cariño, en verdad quise mantenerlo en secreto, para evitar que te precuparas...

- Que demonios tratas de decir?.

- Mi cielo, la verdad es que tu fuiste secuestrada por ese tipo Jonna, ese chiquito se obsesionó contigo......en un intento por escapar fuiste embestida por un auto, fue un evento traumático y doloroso para toda la familia, él es un prófugo de la justicia, es muy peligroso, debes de mantener tu distancia.

Yo me quedé pensando por un momento, habían muchas cosas que no cuadraban, por ejemplo, si esa historia era cierto, ¿como iba él estar suelto por las calles?, mi padre un hombre poderoso ya lo habría encarcelado o matado, ¿por qué me permitieron salir sin los guardaespaldas para mi protección, si él era un tipo peligroso?, ¿y por qué sentí que sus sentimientos eran muy reales?, estaba muy confundida...

-Mi vida, todo es cierto, te lo juro, -dijo mi mamá con lágrimas-.

Entonces decidí creerla, sus palabras eran más valiosas que las de un desconocido. La abracé consolándola.

Pronto pasé a retirarme a mi habitación, ya había llegado la noche, quería dormir, pero por más que quise hacerlo no pude, así que decidí salir a dar una vuelta a la manzana, eran aproximadamente las 9 de la noche, estaba por salir cuando 6 guardaespaldas me dieron el alcance.

-Señorita bella, no puede salir sola, es muy peligroso, a partir de ahora la acompañaremos a todos lados.

Al parecer mi madre había movido sus cartas, esta ves quería resguardarme de algo, y había dado instrucciones a estos gorilas para que me espiaran. Estaba muy furiosa, ya no tendría privacidad.

-¡Ni se les ocurra seguirme idiotas, porque se me largan si lo hacen!.

-Lo siento señorita, sólo seguimos órdenes estrictas.

Estaba resignada, esta ves no podría hacer de las mías, no me quedó de otra, dejé que me acompañaran.

Yo era más inteligente que esos esos 6 gorrilas juntos, a unas 5 cuadras fingí una llamada...

-¿Que? ¡que horror! si papá, entiendo, ahora mismo les digo.

-¡Hey ustedes! vuelvan rápido ocurrió una tragedia, entraron a robar la mansión, son maleantes muy profesionales, necesitan refuerzos ¡Que esperan cavernícolas vuelvan! yo les doy el alcance, esto es más grave.

Tal como lo planeé esos gorilas se lo creyeron, salieron a toda prisa, me quedé riendo de oreja a oreja, me dolía la barriga de tanto reír, poco después miré a mi alrededor y no tenía idea donde estaba, todo por culpa de esos cavernícolas, estaba tratando de quitármelos de encima, que caminé más de lo planeado, metiéndome por calles desconocidas, la gente que pasaba me miraba como un bicho raro, no entendia porque hasta que me eché un vistazo.

-¡Rayos! que vergüenza, llevo pijama, debo volver rápido, no puedo permitir que algún paparazzi me tomé alguna foto, oh my God, saldría en primera plana del periódico, que humillación.

Busqué efectivo para tomar algún taxi de mala muerte, pero por desgracia había olvidado la billetera y el teléfono, ¡éste no era mi día!. Seguí caminado, buscando la dirección, pensé que estaba avanzando en dirección a casa, ¡pero no!, cada ves me alejaba más, de pronto estaba en un barrio de quinta ésta era muy silenciosa, perdí la cuenta de las cuadras que recorrí, cuando vi que pelagatos se me acercaban.

-Bonita, ¿por qué tan solita?, una muñeca como tú no debe andar solita, te haremos compañía.

Al verlos casi vomito, eran unos naquitos, estaban borrachos, me dió mucho miedo.

-¡No me toquen, no saben quién soy, mi padre les va a matar!, -grité con todas mis fuerzas, quise correr, pero mis pies se amarraron por el miedo, no pude moverme, me quedé muy asustada, pronto me tomaron de la mano con fuerza, entonces mis aires amenazante se esfumaron en ese instante, y sólo supliqué por mi vida...

-Por favor, no me lastimen, tengo mucho dinero, se los daré, pero suéltenme, -Exclamé desesperada, bañada en lágrimas.

-¡Pequeña zorra! no llevas ni un peso encima, ¿quieres engañarnos? ahora si nos vas a conocer. -gritó muy enojado después de rebuzcarme.

Mi cuerpo empezó a temblar, pensé que era mi fin, sentí como rompían la pijama con brutalidad.

De pronto alguien corrió a auxiliarme... Abrí mis ojos nublados por las lágrimas, y vi que una figura atractiva peleaba muy ágilmente con esos tipos, pronto los dejó tendidos en el piso, se acercó a mi a toda prisa, tomándome entre sus brazos...

Era ese bello chico de ese día, pronto me sumergí en sus hermosos ojos azules, en pocos instantes perdí la conciencia y me desmayé por la conmocion del momento.

Cuando abrí los ojos a la mañana siguiente, me sorprendí de estar en un lugar horrible, me dió un poco de asco, haber dormido entre aquellas sábanas viejas, me apresuré a levantarme, cuando algo llamó mi atención. Era una pequeña fotografía pegada en la pared.

Me acérque muy lento para tener más ampliación. Cuando ví los rostros me petrifiqué, para mi sorpresa era yo, estaba muy sonriente junto a ese guapo joven en un hermoso parque, toqué la foto con mucha delicadeza. Me alarmé al tener mi rostro húmedo, sentí como mis lágrimas no dejaban de fluir por mis mejillas, no entendía el porqué.

De pronto un dolor inmenso se apoderó de mi cabeza, era tan inmenso que sentí que me iba a estallar el cerebro, de imprevisto todos mis recuerdos volvieron, poco a poco en medio de la angustia, mi memoria regresó desde mi vida como niña, estaba enterada de todo a detalle, me desplomé en el piso llena de dolor, mi corazón se desgarraba dolorosamente, lloraba sin cesar, mientras me tiraba de los cabellos por haber sido tan estúpida.

De pronto Jonna entró muy angustiado al oir los gritos desgarradores, se acercó a bella a toda prisa, muy asustado...

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