¡BEBÉ AHÍ VOY!

Gracias al cielo todo salió bien, solo me procupa haber matado a ese guardia, espero tenga un cráneo de piedra, dí un gran suspiro y pronto me aproximé a buscar algo de dinero en mi bolsillo, gracias al Santísimo Señor de los cielos, el poco dinero estaba en uno de mis bolsillos, ¡gracias Dios!, eres lo máximo, exclamé levantando mi pulgar al cielo, para mi buena suerte no me habían cambiado la ropa.

Muy contenta tomé un taxi, pero estaba desorientada, las calles me parecían extrañas, pronto me apresuré a dar las características de mi casa y del barrio, pero el conductor no tenía idea donde quedaba eso, la angustia empezó a cubrirme, tenía mucho miedo de perderme.

Cuando las esperanzas estaban por abandonarme, reconocí el mercado, Dios se había apiadado de mi pobre alma, me mostró el camino para volver a casa.

Llena de emoción le mostré la dirección, el buen conductor me dejó justo en la puerta, le dí el efectivo y con rapidez corrí a tocar la puerta como una loca, era la 1:30 de la madruga cuando Doña Chabe me abrió toda soñulenta, al verme puso los ojos de huevo tibio, se sorprendió mucho de verme, pronto se sobó los ojos, para asegurarse de que no era un sueño, cuando se convenció de que era real pegó un brinco.

-¡Criaturita hermosa! ¡eres tú! ¿que haces aquí? a estas horas, es muy peligroso, pudo haberte pasado algo malo.

Pronto como me vió me dió un abrazo rompecostillas y me invitó a pasar, y a gritos empezó a llamar a Jonna, quien bajó a toda prisa, a ver lo que ocurría. Tan pronto como me vió se quedó atónito, vi que unas lágrimas salían de sus bellos azules ojos y se posaban en sus blancas y delicadas mejias, corrió a mi sin decir una palabra y me abrazó con mucha fuerza, yo no pude evitar llorar y lo abracé con todo mi ser...

Ya mas tranquilos el empezó a hacerme una serie de preguntas, de como fué que yo estaba de vuelta, que había pasado con los guardaespaldas y por qué había vuelto a estas altas horas le la noche, y muchas otras preguntas más....

Resignada a arder viva en el infierno, me atreví a mentirle, informando que todo fué un engaño, unos mafiosos que querían vender mis órganos y que me escapé. Sonreí al verlos, pero no obtuve sonrisa de vuelta, ninguna pizca de emoción, carecían de expresión en el rostro, estaban muy callados con una gran duda dibujada en sus caras.

Supuse que habían creído mi historia, dijeron que estaban muy felices de que todo haya sido un enorme malentendido, que estaban aliviados de que esos malhechores no me hayan lastimado, y me mandaron a descansar, muy obediente y felíz me fui, estaba muy pero muy contenta de volver a mi hogar, mi dulce hogar.

Tras las sábanas planificaba nuestra mudanza a un lugar alejado, donde nadie nos conociera, para empezar de cero.

Dormí plácidamente como una boa vieja, me forcé a abrir mis ojos y me levanté muy rápido. Me puse un grueso abrigo, pues era muy temprano y hacia mucho frío, estaba bajando las escaleras muy a prisa cuando algo me detuvo en seco, escuché el nombre de Mía y sospeché que se trataba de mi, me aproximé silenciosamente hacia la cocina y ví a Jonna con teléfono en mano, conversaba con alguien, yo me escondí tras la puerta, para no ser descubierta.

-Si, como le dije, la señorita mía está aquí, ella se encuentra muy bien, apresúrense en recojerla.

En ese momento mi mundo se vino abajo, me sentí traicionada, vi a Jonna sosteniendo una tarjeta de presentación, al parecer el los había contactado. Estuve a punto de desplomarme, caminé tambaleante hacia la pequeña mesa, me apoyé con las pocas fuerzas que me quedaban, pero no pude evitar romper el pequeño florero, al instante Jonna salió, al verme en tal situación comprendió que había escuchado absolutamente todo, se aproximó hacia mi a toda prisa y me tomó de la mano...

-Zoe cariño, déjame que te lo explique.

Me solté con fuerza con lágrimas amargas cubriendo mi rostro.

-¿Qué vas a explicar? , ¿qué me traicionaste?, lo escuché todo, ya vienen por mi, ¡no te importo!, seguro te quitas un gran peso de encima, por eso quieres deshacerte de mi.

-Zoe, no digas eso, sabes que no es verdad, ¡quiero lo mejor para ti!. Me duele retenerte a una vida miserable conmigo, si tan sólo no fueras Mia Macartur, yo...

-¡No sigas! ¡Te odio! ¡Nunca debí enamorarme de ti! .

Grité con todas mis fuerzas, salí corriendo bañada en lágrimas, Jonna corria tras de mi queriendo detenerme, entonces aceleré mi huida, mis ojos se nublaron por las lágrimas, estuve por cruzar la pista, y no me percaté que un auto venía a toda velocidad, quise retroceder pero fue demasiado tarde, me arrojó a un lado de pista.

Tirada en el piso junto a un charco de sangre, vi como Jonna corría mientras gritaba. Pronto me sostuvo en sus brazos...

-Zoe mi amor, ¡despierta! abre los ojos, no me dejes, perdóname es mi culpa.... Estoy muy arrepentido, no te duermas, ¡vamos!, huiremos lejos, ¿siii? solos tu y yo, pero no te duermas...

Lo escuché gritar por ayuda, con las manos temblándole llamó a urgencias. Ni bien terminó la llamada mismos coches muchos aparecieron, eran ellos, habían venido por mi...

Hice un esfuerzo sobrenatural por tocar su bello rostro, esta ves mi vida había terminado, quería contemplarlo por última ves antes de pasar a la eternidad, luché con todas mis fuerzas para decir unas palabras, pero no pude, sentí que el aire se me estaba yendo poco a poco, sólo pude mover mis labios con mucho esfuerzo, no sentí mi cuerpo, luché una ves más, pero esta ves para regalarle una última sonrisa...

De pronto fui perdiendo la conciencia, cerré los ojos y me sumergí en un eterno sueño.

.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***