Eres mía

|"Emiliano"|

Emiliano se encontraba trabajando cuando la secretaria le avisó que tenía visita.

Secretaria- Sr. es la srita. Paulina

Emiliano- Dile que estoy ocupado...- [¿qué quería ahora?]

Secretaria- Le dije Sr. pero ella insiste o si no hará un escándalo.

Emiliano- Que pase. - dijo exasperado

¿Que quería ahora Paulina?, no entendía por las buenas. No estaba interesado en ella y aún así seguía insistiendo.

Paulina- Hola cariño.

Emiliano- ¿Qué deseas Paulina?- dijo seriamente.

Paulina- Siempre tan frío- dijo haciendo puchero

Emiliano- Al grano Paulina, no tengo mucho tiempo.

Paulina- ¿Por que te casaste? Llevo años enamorada de ti y no me haces caso. Y de repente tienes esposa.

Emiliano- No tengo que darte explicaciones. Siempre e sido claro contigo. Sólo te puedo ofrecer mi amistad. Ella es la mujer que siempre e amado y la cual seguiré amando.

Paulina- No te creo...

Ella se acercó y lo besó. En eso entraba Azul con la secretaria detrás. Ella se quedó fría. Emiliano se sacaba de encima a Paulina y vió a Azul mirándolo confundida.

Azul-😳 Yo... yo lo siento, me voy.

Emiliano- No Azul espera...

Ella no se detuvo y Paulina se reía. Él la miró furioso, esta mujer no entendía que no le interesaba. Ahora le traería problemas con Azul, por su maldito capricho. La miró amenazante y esta sólo sonreía.

Emiliano- ¡Quiero que te largues y no vuelvas!

Paulina- Cariño... yo soy quien te conviene, ¿no lo vez?

Emiliano- Es la última vez que te lo digo. ¡LISA!

Secretaria- ¿Señor?- preguntó confundida

Emiliano- Llama a seguridad para que saquen a esta mujer de aquí y da aviso de que no quiero que se le permita la entrada.

Secretaria- Si señor.

Paulina- ¡No puedes hacerme esto! ¡Me la vas a pagar! 😠

Emiliano - Adiós Paulina.

Ella se fué enojada y él se fué a la casa. No quería que Azul se hiciera ideas equivocadas. Tenía que hacerla entender que no estaba interesado en nadie mas, que no fuera ella.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Al llegar a la casa, subió la escaleras a la recámara. Ella estaba allí acostada. Al verlo se levantó. Se veía muy incómoda. No quería verla así, maldita Paulina.

Emiliano- Azul lo que viste no es lo que parece.

Azul- Yo no debí entrar a tu oficina así. Necesitaba pedirte algo y entré sin avisar. No quiero interferir en tu vida privada.

Emiliano- ¿Qué? Yo no te seré infiel. ¡Estamos casados por Dios!

Azul- Pero no es de verdad, estábamos ebrios y terminamos así. Se que tenías tu vida y no quiero interferir. No estamos casados por que nos amemos, así que tranquilo.- dijo en tono indiferente

¿Insinuaba que podía ser infiel? Eso nunca lo permitiría. Peor aún... admitía que no lo amaba. ¿Creía que la dejaría estar con cualquiera? ¡Sobre su cadáver! Ella sólo le pertenecía a él.La agarró del brazo y la miró con mucho coraje.

Emiliano- No te seré infiel y tu tampoco lo serás.¿Entendiste?- dijo furioso

Azul- No tengo que prometer eso. No nos amamos, basta. ¿Cuándo vamos a divorciarnos?

La sangre se le subió a la cabeza, esa maldita mujer no se saldría con la suya. ¿Cuándo entendería que le pertenecía? Quería meterse en su cabeza y hacerla suspirar su nombre.

Emiliano- Que pena que estés desesperada, pero ¿adivina que? Gracias a la borrachera las acciones de la empresa bajaron. Creen que soy un chico inmaduro, así que debemos estar casados 3 años mínimo. Ya el contrato a sido preparado.- mintió

Azul- ¿Qué? Eso es imposible, no puedo estar contigo tanto tiempo.- dijo horrorizada.

Eso fué un golpe bajo, él deseando estar con ella y la muy bruja sólo anhelaba alejarse de él. Más imbécil no podía ser...

Emiliano- ¿Para irte con algún amante? Eres mi esposa y no dejaré que eso pase. Sólo estaremos juntos 3 años, te traeré el documento para que firmes. Y te advierto que si me eres infiel, te juro que te destruiré.- dijo amenazante.

["Azul"]

La mirada que le dió fué escalofriante. ¿Sería capaz? Le dolió verlo con aquella mujer, tenía celos. Era hermosa y portaba elegancia, no como ella... una simplona. Casada 3 años con él ¿cómo sobreviviría a eso? Se fué y se dió una ducha. Cuando terminó bajó al despacho. Abrió la puerta y Emiliano estaba sentado bebiendo. ¿Por que tenía que estar bebiendo ahora? Se sentía tan molesta con todo.

Azul- ¿Qué haces?- dijo quitándole la botella

Emiliano- Déjame en paz Azul...

Azul-¿Que rayos te pasa? Vine a firmar el documento.-dijo perpleja

Emiliano- Claro eso es lo único que te importa.

Él se rió sin gracia. ¿Por que estaba así? No lo entendía. Si tanto la odiaba, por que le molestaba lo que decía. Ese hombre la confundía.

Azul- Como no estas de humor me retiro... hablamos cuando vuelvas a tus cabales.

Él se levantó y se acercó a ella pegándola contra la pared. La agarró por detrás de la cabeza y le dijo:

Emiliano- Eres mía Azul...

Luego de eso la besó con furia salvaje. Comenzó a besarla por el cuello, mientras sus fuertes manos bajaron hasta, apretar sus caderas. Ella se sentía nerviosa, no sabía que hacer. Él claramente estaba ebrio en ese momento, si no, jamás la habría tocado. Pero aquel momento de calidez, miedo y deseo ardiente, causaba humedad entre sus piernas. Emiliano comenzó a susurrar todas aquellas perversiones que pasaban por su mente y deslizando su mano entre su ropa interior. Comenzaron las caricias que cada vez se volvieron más interesantes y provocativas...

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