ÚLTIMOS DÍAS

Finalmente llegamos a mayo, en el calendario común no es muy relevante, pero para el año escolar es el mes más bello de todos porque a la mitad se acaba esta pesadilla llamada segundo de preparatoria. En realidad, termina la primera semana, si eres un alumno regular. Obviamente yo no entro en ese grupo, si bien mis calificaciones mejoraron lo suficiente para subir de promedio, en dos materias tuve inconvenientes; una porque desde lo de A.G. estaba prácticamente reprobado –seguí maldiciendo a la profa de biología cada que respiraba, igual no pude evitar asistir a clases para poder realizar mi examen final– y en la otra tenía un bonito ocho que prefería cambiar mínimo a nueve, así mi promedio mejoraría todavía más, entonces hablé con mi profesora para poder asistir también a su examen final –por cierto, estos exámenes son como de recuperación, así evitas llegar a los extras que se supone afectan tu historial académico–.

De todas formas, para mí esto ya es estar de vacaciones, casi ningún profesor da clases y puedes pasar el rato con amigos, gastando lo que te queda de beca o ahorros para gastos escolares con ellos. Justamente lo que me dirijo a hacer en este momento junto a Makoto y Aisuu. Normalmente iríamos a nuestro restaurante designado solo que esta vez se nos antojó más ir a Cassava Roots por un té con tapioca –después de Arigato es el lugar que más frecuentamos–.

Justo saliendo de la prepa encuentro a Shinryu, quien al verme junto a Makoto me dedica una mirada intimidante –¡Diablos! Debí preguntar si vendría a la escuela hoy, el motivo de su enojo …ni yo lo tengo claro, de un tiempo para acá verme interactuando con Makoto lo molesta– evitando crear un drama frente a la prepa, lo saludo de lejos y obligo a mis amigos a irnos rápido, ya tendré oportunidad de disculparme por ignorarlo.

-¿No era ese Shinryu? ¿Por qué lo evitas? –La ignorancia es una virtud querido beta.

-Aprecio mi vida, si lo dejo desatar su hostilidad ahora soy alfa muerto.

-¡Yo quiero ver eso! ¿Regresamos? –Tomo a Aisuu por el cuello de su sudadera obligándola a seguir caminando por donde íbamos.

-¡No! Cállate y camina maldito omega rebelde.

-Alfa opresor.

-No le caigo muy bien a él ¿verdad? –Makoto ignora la pelea que tengo con Aisuu para hacer su pregunta.

-Eso, es difícil de contestar, cómo decirlo, no creo que le puedas caer mal si no te conoce, le molesta que pase más tiempo con ustedes.

-Sé de gente que me odia sin si quiera conocerme –¿por qué lo dices tan alegre?– aunque no me parece que le moleste verte con Aisuu.

-Bien, le molesta verme contigo, aunque aún no le pregunto por qué. Igual, no es como si él me pudiera decir de quien puedo o no ser amigo.

-Bueno, siempre y cuando no tengan conflictos por mí.

-No va a pasar nada de eso, me hará un berrinche como novia celosa y después seguiremos igual que siempre.

Llegamos al lugar cuando la conversación terminó, hicimos nuestros pedidos, luego nos sentamos en unos sofás a esperar nuestras bebidas; el lugar puede ser pequeño, pero los asientos son muy cómodos. Como no surgía otro tema del cual hablar todos revisamos nuestros celulares para desaburrirnos, justo lo que imaginé Shinryu ya me envió un mensaje preguntando por qué lo ignoro –no sé amigo, ¿para evitar un problema?– contesto su mensaje volviendo a guardar mi celular poco después. Mencionan nuestros nombres para anunciar que el pedido está listo y como los otros dos no quieren levantarse yo voy a recibir las órdenes.

Al volver a donde mis dos amigos estaban sentados acomodo las bebidas en una mesa esperando a que cada uno agarre lo suyo, cuando el silencio me empieza a incomodar inicio una nueva conversación.

-¿Cómo opinan que les fue este año? Yo creo que mis calificaciones mejoraron demasiado.

-Lo mismo, excepto por la doña de bio, con etimologías ya me había resignado –Vaya, al menos parece que Makoto y yo seguimos detestando a los mismos profesores.

-En mi caso solo biología ¡se supone que debería ir bien en materias como esa para entrar a medicina! –Aquí va el omega con su berrinche.

-Si, a mi aún se me hace raro porque te la pasabas estudiando para sus clases. Solo en las prácticas llegamos a tener notas bajas. –El beta tiene un punto.

-En realidad yo no entendí muy bien la forma de evaluar de la señora, además todas sus clases fueron 50% exponer nosotros los temas y 50% hacer practica de laboratorio con un reporte todo feo. –Tanto Makoto como yo sabíamos desde hace tiempo que íbamos a terminar haciendo final, por eso no nos esforzamos mucho para la clase. Aisuu por otro lado, si había mostrado constancia, así que ahora intentamos animarla a nuestra manera.

-Cierto, al menos en el final ya tendré una idea más o menos clara de lo que pregunte la profa. Ustedes por otro lado, debieron hacerle caso al de étimos y aprenderse los poemas, así hubieran mejorado su calificación –Y mi empatía por ella pasó a irse por el drenaje.

-No iba a humillarme con él solo por una calificación, asco. –Si detesto una cosa en este mundo es la lambisconería.

-Yo menos, eso era para quienes definitivamente no pasaban, o para los alumnos encimosos que eran los favoritos del profesor y querían diez fuera como fuera. –Estamos de acuerdo en eso niño.

-¡Yo no era de ningún bando! Pero bueno, ya no podemos cambiar nuestras calificaciones; ¿cómo hicieron con inglés? Supe que su profe les dejó varias clases libres.

-¡Ese profe es genial! –Decimos al unísono Makoto y yo.

-Nos enseñaba con películas y sus exámenes solían ser fáciles, solos los de nivel más avanzado como yo debían hacer examen oral, igual tampoco eran muy difíciles. –El pequeño beta me mira esperando que continúe la conversación.

-Además nunca intentó ponerse por encima de nosotros, probablemente es el mejor profesor que hemos tenido. –Desde el momento en que lo conocimos Makoto y yo solo tuvimos un profe al cual expresarle cariño y agradecimiento. El profesor de inglés, jamás había tenido un profe como él.

-Ojalá hubiera tenido la misma clase que ustedes, mi profa no era mala, aunque sus trabajos a veces eran estresantes.

Terminamos el té con tapioca poco después de una hora, también habíamos platicado lo suficiente, así que decidimos volver a la prepa e ir cada uno a su respectivo dormitorio; claro ese era el plan original, al final Makoto me pidió estar un rato en mi cuarto y al oír eso Aisuu nos siguió como la amiga chismosa que protege la integridad de Makoto –¡¿Qué rayos piensa que voy a hacerle?!–. Ahora los tres terminamos en un solo cuarto.

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