Capitulo 4

Eran las 09:00 cuando Facu se levantó de la cama, como todas las mañanas se lavó los dientes, la cara y desayunó un batido de frutas con 4 barritas de cereal antes de empezar su seción de ejercicios matutinos a las 09:55, como duraban hasta las 11 tenía tiempo suficiente para ducharse.

Estaba lleno de energía y no solo era por el desayuno, se sentía feliz, revitalizado, como si le hubieran inyectado una dosis de alegría, ánimos y una pizca de nervios; ya para las 11:30 estaba listo, se había puesto una remera blanca con la marca de Nike en el frente, unos jeans azul claro y zapatos negros, se puso un poco de colonia, se afeitó y peinó.

El cielo estaba despejado, el sol brillaba cálidamente y una agradable brisa del este movía suavemente las copas de los árboles; tenía el teléfono de Jock en el bolsillo, el dinero suficiente como para un almuerzo, una película en el cine y una cena, talvez se hacía muchas ilusiones pero quería que su plan se volviera realidad: primero le daría el teléfono, trataría de entablar una conversación para luego invitarlo a almorzar a alguna parte, después lo invitaría al cine o algún otro lugar que Jock quisiera...después le permitiría al azar interactuar y hasta rezaría para gustarle a Jock, lograr hacer que él se interesara en Facu y esperar a tener una relación, tenerlo en su vida, tener un compañero con el cual poder compartir momentos felices y alejar la soledad.

Llegó al parque municipal a las 11:55, se sentó en un banco junto a la estatua de la criatura representante del país y esperó; el parque se había construido tres siglos atrás, ocupaba una extensión de cinco kilómetros cuadrados, la mayor estaba cubierta de árboles que formaban un pequeño bosque en medio de la ciudad, en el centro del parque descansaba la estatua del ave Fénix, según las leyendas el ave Fénix le había hablado al primer gobernante de la ciudad, un soldado que había sobrevivido en la Gran Guerra, éste le dijo que de su vida en ruinas lo ayudaría a levantar un mejor, el soldado construyó un asentamiento donde comerciantes y granjeros escapados de los restos de sus pueblos destruidos podían refugiarse y empezar una nueva vida, poco a poco el asentamiento se convirtió en un pueblo, pasados los siglos se transformó en una ciudad, una ciudad donde los problemas económicos y la escazes de comida eran preocupaciones solamente en la mente de las personas, pero eso no significaba que no hubieran algunos problemas: la delincuencia, las drogas y otros asuntos delicados eran producto de un mal estilo de vida, afortunadamente se habían logrado erradicar poco a poco pero aún así seguían en las calles, al alcanzar de cualquiera.

Facu miró un árbol cercano, unos pajaritos cantaban alegremente en las ramas de éste junto a su nido, él sonrió y cerró los ojos disfrutando del clima, la tranquilidad e imaginando miles de cosas, todas relacionadas con

- Disculpa ¿puedes decirme la hora porfavor?- la voz hizo que abriera sus ojos, todos los ruidos a su alrededor desaparecieron, ahora solo escuchaba esa melodía de los dioses. -Se suponía que debería encontrarme con un amigo aquí pero no lo veo por ningún lado- Facu miró la cara con la había soñado la noche anterior y con la que imaginaba cientos de situaciones diferentes

- Eres Jock ¿cierto?- Vestía unos pantalones cortos caqui y una remera sin mangas totalmente blanca

- Tu debes ser Facundo- respondió Jock, sonrió asintió lentamente. -Tu voz ya se me hacía familiar-

- Si, soy yo un placer- estiró la mano y Jock se la estrechó; Facu notó la suavidad de la mano de Jock, también que sus piernas descubiertas no tenían ni un bello que por lo general se encuentran en todas las personas, también notó que sus ojos estaban rojos y ligeramente hinchados...como si hubiera estado llorando antes de llegar. Facu se levantó y antes de sacar el teléfono se maravilló por lo que veía, o mejor dicho a quien veía: sus labios eran gruesos, su nariz pequeña, el cabello se movía por la brisa, las piel estaba tostada claramente por el sol, era algo bajito pero su cuerpo estaba bien distribuido: pecho pequeño, cintura mediana, piernas largas y estilizadas

- Eres hermoso- Facu no se dió cuenta de lo que había dicho hasta después de que Jock sonriera

- Gracias- le dijo pensando que se lo dijo adrede

- Hemm disculpa, no estoy pensando bien- sacó el teléfono de Jock de su bolsillo y se lo entregó, el lo aceptó con una cara de ligera preocupación

- ¿Estás bien? ¿Comiste algo?- Jock se guardó el teléfono en el bolso que llevaba colgado de su hombro derecho

- No, aún no pero no es por

- Vamos entonces, conozco un lugar donde podemos comer algo- Facu no pudo hacer otra cosa más que sonreír, la primera parte del plan no había salido como la había pensado pero a fin de cuentas era ir a comer algo con él