Capitulo 3

Las personas lo estorbaban, parecía como si todos se hubieran juntado en un gran grupo para estorbarle el paso, para impedirle conocer a su destino; sostenía el teléfono en la mano izquierda, caminaba lo más rápido que podía pidiendo permiso y perdón cuando empujaba por accidente a alguien, miraba de un lado a otro en busca de esa cabeza media plateada, tenía el oído atento ante cualquier llanto que le pareciera mínimamente familiar, pero era inútil, para cuando Facundo levantó el teléfono y salió del Katty Coffe Jock ya habría recorrido todo el boulevard. Suspiró, exhausto y decepcionado por no haber encontrado esa cara de sueño; se sentó en un banco que tenía cerca, dos palmeras en macetas descansaban a cada lado como guardias personales altos y con cabello verde; miró la pantalla del teléfono y se fijó en que estaba solo un poco rayado, no tenía fisuras ni nada, seguía prendido y estaba abierto el despertador, Facu frunció el entrecejo con incredulidad y confusión

"- ¿Quien necesita tantas alarmas tan temprano?"- pensó, había alarmas desde las 5 A.M hasta las 9 A.M; miró en todas direcciónes y a pesar de sentir que era algo malo la curiosidad pudo más: cerró el reloj, abrió la galería y la encontró vacía, no había ni una foto, buscó en la papelera y ahí las halló, cientos y cientos de fotos de esa cara sin igual, en diferentes lugares con diferentes looks, en todas estaba acompañado de alguien, la mayoría eran hombres de entre los 20 hasta los 60; Facu suspiró con fuerza

"-¿Será su familia? ¿Talvez amigos de sus padres?-" pensó, vió la hora en la barra de tareas: 17:01, el sol comenzaría a esconderse dentro de poco, era hora de volver a casa, mañana buscaría a Jock de alguna manera y le devolvería el teléfono.

Mientras se levantaba del banco de madera abrió los contactos del teléfono, talvez tuviera otro teléfono y estuviera agendado el número, mientras buscaba veía pasar nombres tan extraños que no creía que fueran los verdaderos: Azrael, Gemo, Rulial

"- ¿Que clase de nombres son estos?-" pensó Facundo, bien sabía que los nombres no significaban nada pero el origen de estos le era muy llamativo; decidió guardar el teléfono pero sin apagar la pantalla, no fuera a ser que tuviera contraseña y no lo pudiera desbloquear después, fue a las configuraciones y cambió el tiempo de apagado de 30 minutos a Nunca.

Salió del boulevard a las 17:15 y llegó a su casa en 20 minutos; nunca se había sentido tan decepcionado, al abrir la puerta y encender la luz del piso el recibimiento solitario y frío del departamento-estudio hizo que tuviera sueño, lo hizo tiritar a pesar del calor primaveral y quisiera abrazar algo...no, algo no, a ALGUIEN.

Sacó el teléfono del bolsillo, se sentó frente a su escritorio mientras seguía buscando en los contactos, el que no siguieran el orden alfabético hacía la tarea un poco más difícil: Gabriel, Tritón, Maldito Imbécil, Yesca

"- Estos no son nombres, son pseudónimos-" Casi llegando al final de la larga lista encontró el Santo Grial de los contactos: "Casa"; suspiró con alivio, abrió el contacto y apareció la opción LLAMAR; su dedo empezó a temblar mientras pensaba en lo que diría ¿-Hola Jock, te ví en la cafetería, tiraste tu teléfono y lo recogí, ahora te llamo para que nos encontramos en algún lugar y te lo pueda devolver-?...sonaba a un acosador loco, talvez debería ser espontáneo, así al menos sonaría ridículo y no como un acosador, después de decidirlo con firmeza... dejó el teléfono en el escritorio y se fue a la cocina, abrió la heladera, sacó una cerveza y volvió; mientras bebía el líquido amargo seguía mirando el contacto, aún no podía decidir si llamar o dejarlo para mañana, pero si lo dejaba para mañana entonces también lo dejaría para el día siguiente y para el siguiente y nunca llamaría... pulsó en el símbolo de llamar; el sonido de espera se volvía insoportable, cada BEEEP hacía que su corazón palpitara con fuerza y cuando escuchó que contestaban se le cortó la respiración

- Ho-

- ¡TE DIJE QUE NO ME LLAMARAS IDIOTA, SOLO VEN Y LLÉVATE TUS COSAS DE UNA BUENA VEZ!- el grito de Jock lo interrumpió, luego un PUM del golpe del teléfono cuando cortó, después la línea vacía; con el corazón en la garganta, la respiración agitada e incredulidad en su rostro bebió un gran sorbo de la cerveza

- ¿Y ahora qué?- le preguntó a la habitación vacía... llamó de nuevo, contestó al instante

- ¡DÉJAME EN

- Buenas noches, no soy quien crees- lo cortó Facundo antes de que Jock terminara de hablar

- Oh, disculpa- Facu escuchó que se sonaba la nariz del otro lado de la línea

-¿Eras tú quien llamó antes?- su voz sonaba temblorosa y entrecortada

- Heem si, te llamo por lo que pasó hoy en el café ese, el Kitty Coffe- se arrepintió al instante de haber dicho eso

- Ay por todos los dioses, que vergüenza- dijo Jock en un susurro

- ¡No! Está bien, todos tenemos un mal día a veces- no quería hacerlo sentir peor de lo que seguramente ya se sentía. -Hoy estaba en el café ese y te ví que discutías con alguien, luego tiraste tu teléfono-

- Me acuerdo, no sabrás dónde quedó ¿no?- era el momento, le diría que se encontrarán en algún lugar y se lo daría, de cierta forma hasta contaba como una cita...¿verdad?

- Si, desde tu teléfono es que te llamo- sintió el calor en la cara y no hacía falta un espejo para saber que se había sonrojado. -Cuando lo tiraste lo recogí y quise alcanzarte, pero no te encontré por ningún lado- Jock no contestó así que siguió hablando. -Puedo devolvertelo si quieres, nos reunimos en algún lugar y ahí te lo daré- el silencio que siguió fue tan pesado e incómodo que Facu quiso que se lo tragara la tierra

- Está bien ¿podría ser mañana? Es que hoy estoy...un poco ocupado- un llanto silencioso, respiración pesada y deprimida, un sentimiento de querer correr a su lado y hacerlo olvidar lo que había pasado, hacer algo para que sonriera y dijera que estaba bien

- Me parece perfecto, ¿mañana a las 12? ¿En el parque municipal?- Facu ya sonreía con el solo pensar de poder volver a ver a Jock, de ver esa cara de ángel y escuchar esa voz melodiosa

- Si, perfecto gracias- hubo una pausa

- Oye, aún no sé tú nombre-

- Facundo Yiu ¿y el tuyo?- quería escucharlo decirlo, de él mismo

- Jock Water, gracias Facundo- y cortó.

Facu logró hacer algo que no hacía en mucho tiempo: sonrió de verdad, sus ojos se abrieron con felicidad, saltó de la silla y exclamó un ¡SII!

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