capítulo 19- no me mandas

Desde muy temprano, un carruaje llego a la propiedad, de él baja el Conde acompañado del Duque Olson, un hombre ya mayor y poco agraciado, cuando el ingeniero le ve, enseguida le dice a Alina que ese es el hombre que parecía interesado en comprar la propiedad, Alina no tarda en ir ante el Conde y por supuesto, el Duque sonríe al verla.

- sin duda tenía razón, su hija, es una belleza Conde.

El Duque trata de sujetar la mano de Alina, pero esta se hace hacía atrás mostrando un gesto de desagrado que obviamente causa que el Duque se vea molesto.

- Alina, más respeto, este hombre, el Duque Olson ha mostrado estar interesado en hacerte su esposa.

La joven rubia, deja salir una carcajada, que tarda en poco en desaparecer, aunque eso provoca molestia en Olson.

- me dijo que estaba bien amaestrada, Conde.

- ¿amaestrada? ¿Acaso soy un perro? No se confunda Duque Olson, yo no estoy disponible para un matrimonio, lo que sea que le haya prometido el Conde, lo ha engañado.

- ¿que? Conde Bennett ¿que significa esto? Dijo que su hija era una obediente dama, pero solo veo una zorra mal hablada, nisiquiera muestra respeto ante su futuro esposo.

El Conde se muestra molesto y se acerca a Alina jalandola del brazo para acercarla al Duque.

- pide disculpas, que es tu futuro esposo y le debes obedien...

Alina le da un puñetazo en la cara a su padre, el cual se hace hacía atrás cubriendo su rostro, mientras que ella mira al Duque Olson aun levantando el puño.

- si vuelve a tocarme, perderá la mano y usted Duque Olson, mejor busque una mujer de su edad, siendo tan viejo, jamás podría con una mujer como yo, seguramente no durará ni dos minutos.

Alina sonríe con burla mientras que el dedo meñique que había levantado hace unos segundos, lo dobla y por supuesto, el Duque Olson ha entendido esa referencia, causando que se vea su cara roja del coraje y vergüenza ante las risas de los trabajadores presentes.

- ¿como te atrevez? Maldita zorra, te haré pagar por esto...

- ¿por qué? No he le hecho nada, usted vino a mi propiedad a molestar, tenga en cuenta que en ningún momento pedí un matrimonio con usted, ahora soy la Duquesa se Norton, mi padre, no tiene autoridad para ofrecerme en matrimonio.

- Alina, mal agradecida, te has atrevido a golpearme y a desafiar a tu futuro esposo. Es mejor que te arrodilles y supliqués nuestro perdón.

- ay por favor ¿aun no lo entiendes? Aléjate de mi, Conde y no vengas más o mandaré llamar a las autoridades, por invasión a propiedad privada.

El Duque Olson, al ver la seriedad en el rostro de Alina y por esa mirada en sus ojos, decide subir al carruaje y le pide al Conde que lo saque de ese sitió, nunca en su vida se había sentido tan humillado como ahora, el Conde tuvo que subir al carruaje también, pero, pronto volverá para hacerle ver a su hija, que quien tiene la autoridad es él y que ella solo debe limitarse a hacer lo que él, diga. Alina deja salir un largo suspiro, apenas llega y ya esta teniendo problemas con el Conde, pero, ni crea ese hombre, que se ha salvado, porque ahora, es cuando su venganza comienza.

- ¿esta bien? No parece que su padre se vaya a detener.

- dudo que lo haga, pero, para su mala suerte, ya no soy esa niña que agachaba su cabeza ante él. Vamos Dana, debemos ver al juez.

- si mi lady, el carruaje esta listo.

Dana la guía hasta el carruaje permitiendo que Alina suba y sube con ella, después de decirle al cochero hacía donde se dirigen. En su camino por la ciudad, Alina puede ver desde su ventana, el carruaje del príncipe Luke entrando al palacio, eso significaba que Lucían también ha llegado a la ciudad, si causo un buen impacto en él, puede que la búsque después y eso, sería mucho más beneficioso para ella.