capítulo 18- ataque

Estaban ya, a un día de llegar a la capital, pero siendo ya que, era medio día, se detuvieron a descansar y comer algo, por supuesto, Alina estaba siendo acompañada por guardias que trabajaban para el Duque Norton, aunque ahora, habían pasado a ser sus empleados, es normal que un noble tenga soldados a su cargo, pues son necesarios para los viajes. Los chicos montaron una carpa para estar bajo resguardo del sol, Alina permanece, sentada cerca de su carruaje, bajo una enorme sombría, siendo acompañada por Dana, ambas beben un poco de agua, el sol era intenso ese día, así que el capitán de sus guardias le propuso esperar a que el sol sea menos fuerte, para iniciar de nuevo su viaje, ya que los caballos estarán descansados, podrán llegar a la capital al anocher. Alina aceptó eso, aunque, pronto ven una nube de arena levantarse a lo lejos, los guardias se preparan, pues todo indica que pueden ser bandidos, debieron ver los carruajes lujosos o los víveres que llevan en las carretas, los guardias se preparan mientras le piden a Dana y a las otras doncellas que se preparen a huir si es necesario, pues esos hombres no solo querrán el botín, si ven a Alina querrán llevársela y es bien sabido que podrían aprovecharse de ella o venderla a burdel. Las chicas lucen asustadas, pero Alina se ve tranquila y sonriente, ha salido la oportunidad de probar nuevamente su magia y que mejor manera, que con esa clase de personas que se dedican a robas y dañar a los inocentes.

Tal y como los guardias pensaban, si era un grupo número de bandidos, quienes se detuvieron a una distancia adecuada, pidiendo que les entreguen todo lo que tengan de valor, pero los guardias se niegan, aunque si lo piensan, ya casi llegan a la capital, podrían darles los víveres que aun quedan y un par de joyas y así los dejarían en paz; el capitán le ordena a uno que vaya con Alina para decirle el plan.

- de ninguna manera, no le daré nada a una bola de olgazanes.

Todos los guardias se sorprenden por las palabras de Alina, notando que los bandidos se han enojado, Alina sale de detrás del carruaje caminando hasta los guardias, quienes le piden que regrese.

- miren nada más, que belleza, parece que esta noche, podre divertirme.

- ¿ja? Lo siento, pero, soy demasiado para una basura como tú.

- parece que no sabes en que situación estás, zorra. Voy a jugar contigo y dejaré que todos te usen.

El aparente líder de ese grupo de bandidos, ríe, para después ordenar que se la traigan, pero, Alina levanta la mano, apuntando con un solo dedo, del cual, aparece una pequeña llama, la cual dispara una flama más grande que cubre al líder, esta cae del caballo gritando y girando por la arena mientras que los otros tratan de apagarlo golpeando su cuerpo con sus sacos y otros le echan arena, pero para cuando se apaga, el hombre ya esta muerto.

- largo ¿o quieren acabar igual?

- tu maldita zorra!

- ay por favor, es lo único que pueden decir.

Alina rueda los ojos, para después disparar dos flamas más, incendiando al que la insulto y a otro que estaba cerca,ante ellos, el caballo en el que van relincha y los tira, los otros bandidos observan temerosos y deciden huir, pero Alina también les lanza el fuego, quemando a la mayoría de ellos.

- parece que tenemos caballos nuevos.

Los guardias están sorprendidos, pero procuran agarrar a los caballos, les pueden ser de utilidad, en lugar de dejarlos morir en ese lugar desierto.

- mi lady es usted increíble.

- estaba tan asustada y usted los enfrento sin temor alguno.

Las doncellas estaban aliviadas de que nada malo haya pasado, pero para no esperar a que los que huyeron traigan más aliados, mejor desmontan el campamento y comienzan de nuevo su viaje. Justamente como se dijo, llegaron al anocher, la construcción de la mansión ya había avanzado, pero cuando la ven llegar, el ingeniero a quien dejo a cargo, se acerca a ella, para decirle que el Conde Bennett los visito varías veces, para apurar a los trabajadores, pues quería lista la mansión lo más pronto posible.

- incluso trajo a un hombre, según escuche era un Duque, si me lo permite lady, creo que el Conde Bennett planea vender esta propiedad.

- pero no puede, aun si le pagan por ella, significaría que es un fraude, porque la dueña sigo siendo yo. Gracias por informarme, pueden irse a descansar.

El hombre asiente y se retira, dando la orden a todos los trabajadores para que se retiran ya a descansar, Alina se dirige con Dana a su la cabaña que ocupan, pidiendo que se preparé para salir mañana temprano, debe hacerle una visita al juez del juzgado para informar sobre los planes del Conde Bennett, debe tomar rápidamente ventaja, para acabar con la reputación de ese hombre y que mejor manera que exhibirlo cometiendo fraude.