capítulo 16- ya hay que volver

Alina se despertó desde muy temprano, había pasado ya dos meses desde que estaba en el puerto y desde que conoció a Lucían, durante ese tiempo, se había visto repetidas veces, aunque claro, no siempre acaban en la cama, pues en ocasiones solo desayunaban o comían juntos en algún lujoso restaurante, y esa mañana no será la excepción ya que, quedo de desayunar con él, además de que, será la última vez que se vean en ese condado, ya que Alina pronto volverá a la capital, aunque claro, es posible que puedan verse estando ahí, pues Lucían también irá hasta la capital. Pronto su carruaje se detuvo en un restaurante, ahí, Lucían ya la esperaba y le ofrece la mano para ayudarla a bajar, así ambos entra al local, pidiendo la mejor mesa y que sea la más privada, por ello, les dan una en el balcón del segundo piso, Irene, quien caminaba junto a su doncella, pudo verlos desde abajo, la chica deja salir un suspiró.

- lady Bell, usted le advirtió, si algo malo le pasa, no culpa suya.

- ¿eh? Si, lo se, aun así, se que el príncipe se sentirá mal, porque es su amiga de la infancia.

- es usted muy amable mi lady, pero si lady Bennett no le hizo caso con las advertencias, al menos usted y el príncipe estarán para darle apoyo ¿cierto?

- si, al menos será lo único que podremos hacer. Vamos, hay que volver.

Irene y la doncella, caminan de regreso a su carruaje, por supuesto, Alina la vio.

- ¿la odias? Por quitarte al príncipe.

- para nada, quizás cuando era una adolescente inmadura, lo quise, pero ahora, yo prefiero a un hombre de verdad y no un escuálido príncipe inmaduro.

Alina le dedicó una sonrisa coqueta al emperador, por supuesto, este entendió muy bien su coqueteo; pronto les llevan sus platillos y les sirven el vino, siendo este proveniente del viñedo de Alina. Durante la comida, la joven rubia le hace saber al emperador que ella se irá de regreso a la capital dentro de dos días, pues debe ver como esta yendo la reconstrucción de su mansión.

- el tiempo que pase con usted, fue lo mejor de este viaje.

Alina levanta su copa y el joven emperador la suya.

- lo fue también para mi y espero, haya una despedida como es debida.

- por supuesto majestad, le estaré esperando mañana en la noche.

Chocan levemente sus copas para beber el vino y así continuar con su desayuno. En la mansión, ya en la noche, Luke busca a Irene y le pide que comience a empacar, pues dentro de poco deberán partir de regreso a la capital, ya que Ivan le aviso que el emperador ya quiere irse.

- bueno, llevamos dos meses aquí, supongo que es normal que desee ya irse.

- eso creo, hay que tener todo listo para ese día.

Irene baja un poco la mirada y deja salir un largo suspiro.

- ¿que pasa? No te ves muy feliz de volver a casa.

- bueno, es que...pensé en lady Bennett, el emperador ya la dejará, apenas hoy los vi desayunando en el muelle.

- es una pena por ella, pero, no quiso escuchar, supongo que con esto, entenderá y que sirva para no dejarse engañar nuevamente.

- alteza...suena cruel, pero creo que tiene razón.

Luke se levanta de su asiento para ir al closet y empezar a sacar sus ropas, debe empezar a empacar antes que llegue el día y deba estar corriendo; pero, se detiene al recordar las heridas de Alina, aun le resulta difícil creer que hayan sido hechas por sus padres, pero, igualmente podría haber sido el Duque Norton, sabe el caso de algunas mujeres que aun cuando su agresor ha muerto, ellas siguen diciendo que era buen hombre. Deja sus cosas y le dice a Irene que saldrá un rato, debe ir a ver a Alina y que ella le aclare todo, si ella fue abusada por el Duque, entonces debe decirlo, no dejar que todos sigan creyendo que fue buen hombre; subió a un caballo para partir de inmediato, desde el balcón de la casa, Lucían le ve partir.

- parece que su alteza el príncipe, tiene prisa.

Menciona Ivan mientras le sirve un café al emperador.

- tal vez va a verla, seguramente va a decirle que la abandonaré después de haber obtenido su cuerpo.

- su alteza el príncipe, cree que todas las mujeres son niñas inocentes como su prometida o tal vez esta enamorado de ella...

- no lo creo, de ser así se hubiese casado con lady Bennett desde hace tiempo, sin embargo la cambio por esa niña que tiene ahora.

- ya veo, pues si me lo permite, los gustos del príncipe son extraños, dejar a una bella e independiente mujer como lady Bennett por una niña de clase baja, debe ser absurdo.

- así es el amor, según lo que lady Bennett me contó, ella no era así, pero las circunstancias por las que paso, la llevaron a tener esa personalidad que ahora tiene.

Lucían bebe lentamente su café, mientras Ivan se retira de su alcoba.

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