capítulo 6- cita

Renaci-6

Después de dejar a Alina, Lucían regreso donde el barco, ahí Ivan su secretario, le esperaba junto a Luke, quien al ver a Lucían se presenta de inmediato y le menciona que todo a sido enviado a la mansión donde se estará quedando, mientras permanezca en la costa, ambos suben al carruaje, mientras Luke habla sobre cosas del condado, Lucían mira la ventana sin prestarle mucha atención, para cuando Luke deja se hablar, el joven emperador saca la tarjeta de su bolsillo para enseñársela al príncipe.

- ¿sabe donde queda este viñedo?

Luke toma la tarjeta para revisar la dirección, mostrando una sonrisa, pues es el viñedo del cual su padre habló, uno muy conocido en ese condado y en la capital.

- si, después de instalarse, mañana puedo llevarlo, debo conseguir una cita para la visita.

- no, iré yo esta noche, esa tarjeta me la entrego el dueño del viñedo.

- ¡oh! Vaya, entonces me encargaré de que lo lleven a salvo.

- se lo agradezco, mi secretario irá conmigo, así que no se preocupe.

- por supuesto majestad, cualquier cosa que desee, no dude en pedirlo.

Al llegar a la mansión, ya los sirvientes esperaban fuera de la mansión, al bajar, todos hacen una reverencia saludando al emperador y al príncipe, incluso Irene estaba ahí, al principio de la fila, Luke la llama para poder presentarla.

- majestad ella es Irene Bell, mi prometida.

- mucho gusto majestad, es todo un honor poder conocerlo.

Hace una reverencia nuevamente para después levantar la vista y sonreír, Lucían la mira un poco, nada que envidiarle al príncipe, pues a su parecer, Irene solo se ve como una pequeña niña y no como una mujer, sigue su camino sin responder el saludo, Ivan ha bajado para seguirlo de cerca, mientras que Irene solo mira al príncipe y se escoge de hombros por la actitud del emperador.

- ignora eso, vamos. Todos dentro de la casa, hagan sentir al emperador cómodo.

Ordeno a los sirvientes, los cuales asienten y van a la casa para empezar con sus actividades; Lucían es guiado a su alcoba, siendo esta la mejor de la casa, quedaba a la vuelta del final del pasillo y al atravesar una puerta doble, había un pasillo, a un lado, estaba la alcoba y frente a esta, una gran sala con un comedor, al pasar esa sala, había una habitación que será para Ivan, quien necesita estar cerca del emperador.

Los sirvientes ya han subido las cosas a su habitación así que pide le preparen un baño, porque va salir. Por otro lado, Alina ha hecho preparar el bar que estaba cruzando la sala principal, ahí, hizo que pusieran la mesa para la cena y prepararan los mejores vinos, ya que tendría un invitado especial, al caer la noche, el carruaje llego a la mansión del viñedo, Dana y un mayordomo salieron a recibir al emperador, Dana quedo impresionada al ver al joven tan apuesto que había bajado, el mayordomo, guía a Lucían hasta el bar, donde Alina ya le esperaba, al pasar la puerta el mayordomo se retira, mientras que la rubia se acerca ofreciendo su mano y por supuesto, Lucían la toma dejando un beso en el dorso de esta, mientras observa atento a la bella rubia.

- mi señor, bienvenido, venga, he mandado preparar la cena, para acompañar el vino.

- que amable de su parte, no esperaba ser bien recibido.

Antes de sentarse, jalo la silla para que Alina se sentara y la ayudó empujando un poco y que estuviese cómoda, hecho esto, paso a sentarse, frente a ella, enseguida Alina toco una pequeña campana y los chef pasaron a servir la comida y llenar las copas con el mejor vino de la colección.

- adelante, beba, esta cosecha es la mejor de su época.

- tiene buen aroma.

Lucían movió un poco la copa, para después beber, sonriendo, la chica tenía razón, ese vino, era exquisito. Después de eso, comenzó a degustar la comida; después de que la mesa fue retirada, ambos pasaron al balcón para seguir bebiendo bajo la preciosa luz de la luna.

- debo admitir que este es el mejor vino que he probado.

- me alegra haber complacido su paladar...me pregunto ¿en que más podría complacerlo?

Ambos estaban sentados en un sofá, por lo que Alina aprovecha para pasar su mano sobre el pecho del joven emperador mientras se muerde el labio inferior, esperando que el chico responda a su coqueteo, Lucían sujeta la mano que paseaba por su pecho.

- una joven dama no debería actuar tan provocativa. Podría yo, mal interpretar sus señales.

- no, no esta mal interpretando, yo se que acepto mi invitación, porque ya sabía el motivo y no era precisamente solo para probar el vino.

Lucían sonríe pero, pasa su mano por el brazo de Alina, hasta subir a su hombro y tocar su cuello, al ver que la chica no le aparta la mano, continúa pasando suavemente su pulgar sobre sus labios, a lo que Alina se lanza sobre él, rozando suavemente sus labios contra los del joven emperador mientras mantiene su vista en los ojos ajenos, Lucían sin esperarse más, la sujeta de la nunca y une sus labios en un apasionante beso.

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