CAP. 3

...MENTES HUECAS VACÍOS LOS CORAZONES OJOS QUE NO VEN MÁS ALLÁ DE SUS RAZONES CUERPOS SANOS CEREBROS DESTRUIDOS LOS PASOS HACÍA ATRÁS SOLO ALIMENTAN ENEMIGOS QUIÉN CORTARÁ LA MANO QUE QUIERE CERRAR TU BOCA?....

Me dejó en la casa en la que me habían acogido, era de una señora que hacía arepas, pues me tocaba levantarme a las dos de la mañana a moler el maíz, (en un molino manual), para las dichosas arepas. Si tenía una hija más grande de quince años y uno de veinte años, pero eran sus hijos, así que me levantaban a mí con 8 años a esa hora, a mí con los meses me dio paludismo, (Una influenza que da por la picadura de zancudos o mosquitos), casi me mata, pero nooo.

Porque tenía que vivir y mi mamá ni se pasó por allá a verme a pesar de que casi muero, dure un año ahí, una vida de mierda...Sip mi vida una mierda y resulta que a mi papá le dieron salida de la cárcel con libertad condicional por nosotros cinco, lo pueden creer, un papá de mierda le dieron salida por nosotros, que no nos daba ni comida, muchos menos ropa, ni nada por el estilo, pero lo dejaron salir y a lo que volvió al pueblo fue a buscarnos primero a mi hermano de once años, ahora doce y luego fue por mí, síi gracias al cielo!, (Ahí está otra vez mi hermoso sarcasmo), y volvimos a vivir a la orilla del río, a los meses mi queridísima madre, (Es que mi sarcasmo no acaba), sé le ocurrió la idea de mandar a las guerrillas de las FARC, (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), a matar a mi papá, pero se le olvidó un pequeño detalle, Así pequeñito, de decirles que no nos mataran a nosotros, los hijos.

Así que una tarde llegaron disparando para matarnos, pero en eso el viejo si era bueno, les devolvió los disparos con una escopeta, mientras nosotros corríamos por nuestra vida por la orilla del río Caqueta, llegamos al pueblo después de dos horas de camino, fuimos donde mis tíos por parte de papá y le dijimos que la guerrilla de las FARC, había matado a papá, pero el viejo hijo de P mayúscula, se salvó y llegó donde nosotros estábamos y nos llevó a la estación de policía para cuidarnos de la guerrilla, la policía nos llevó con solo lo que teníamos puesto nada más, literalmente únicamente lo que teníamos puesto, hasta una base aérea del ejército y de ahí nos regalaron un vuelo para Bogotá D.C. cuando llegamos a Bogotá otra vez el viejo fue a la policía y les contó la historia que nos había pasado e imagino que le dieron dinero, pues nosotros éramos niños y no sabíamos nada, solo que con eso pudimos viajar a Prado otra vez.

Pues él conocía gente allá y llegamos a vivir debajo de la piedra otra vez. "Lo pueden creer esa residencia desocupada todavía". Si, pero resulta y pasa que solamente nosotros tres ahí y con mis nueve años y única mujer no seria nada bueno, naaada bueno...