El no me ama

¡Me quiero morir!..seis semanas de embarazo y yo estoy a punto de divorciarme,mi mundo se me viene abajo, pues a pesar de que amo a mi todavía esposo ,él no me ama,ni amará jamás.

Cuando vi el informe de la ecografía modo B, me sorprendí mucho,solo lo hicimos una vez.,le pedí a Alfonsina que me guardará el secreto hasta que yo se lo diga a Santiago.

-Ok pero debes decirle lo más pronto posible,debes cuidarte mucho porque el bebé aún es pequeño.-me dijo Alfonsina con algo de preocupación en su rostro,esa mujer ha visto por mi más que una madre y así la quiero

Asentí y salí de ahí con mil incógnitas en mente.

¿Por qué me quedé embarazada? ¿Qué puedo hacer ahora? Si le digo a Santiago...¿No se divorciará de mí porque estoy embarazada? ... solo pensara que soy una desvergonzada y usé a mi bebé para chantajearlo.

Sin dejar de pensar en las preocupaciones en mi mente, metí la hoja del informe en mi bolsa y luego salí del hospital.

Ahí aparcó un Mercedes negro en el estacionamiento del hospital con las ventanillas abiertas, puedo observar el contorno del rostro hermoso del hombre que conduce ..ese auto y hombre guapo, por supuesto, han atraído la atención de muchos transeúntes.

Rico y apuesto ,mi esposo Santiago Martí socio principal de empresas Astorga,nunca me acostumbrare a estar en el ojo público ,ignoro las miradas y me subo al asiento del pasajero,el hombre que estaba tomando una siesta me notó, y dijo en voz baja:

-¿Has hecho todo?- dijo sin mirarme siquiera

-Sí(respondí para luego entregar el contrato firmado por el hospital)el presidente te manda saludos.

De hecho, vine a firmar el contrato hoy, pero me encontré con Santiago a la mitad,no sé por qué me acompañó.

-Te harás cargo de todo el proceso de este caso.- era una orden más que una sugerencia

Santiago no tenía mucho que decir, sin tocar el contrato y puso en marcha el coche,asentí y no dije nada.

Hemos tenido muy poca conversación a lo largo de los años ,aparte de obedecer y trabajar duro, ya no sé qué puedo hablar con él.

Ya era de noche y el coche se dirigía al centro de la ciudad. ¿A dónde quiere ir sin volver a casa?

Recordando a ese sencillo de ultrasonido, no sabía cómo hablar ahora, noté que sus ojos mirando hacia adelante, con los ojos agudos, tan fríos como siempre.

-Santiago... Dije yo,estaba un poco nerviosa y mi palma estaba un poco húmeda.

-Dime...dijo sin ninguna emoción, siempre me trataba así,después de mucho tiempo, ya no me importa, así que tomé una respiración profunda y dije:

-Yo …-quise decirle que estoy embarazada. de repente, su teléfono sonó, y perdí la oportunidad de decirle la verdad.

-Ana ¿estás bien? Él solo sería gentil y cariñoso con esa mujer, Ana Velarde.

No supe que dijo Ana y Santiago de repente pisó el freno y dijo con calma:

-Ok, llegaré en un rato, quédate ahí...después de terminar la llamada, volvió a ser la cara de seriedad, me miró y dijo:

-¡Sal del auto!-dijo sin mas

Esta no es la primera vez y no tenía la intención de seguir hablando, así que abrí la puerta y salí del auto.

Mi matrimonio con Santiago fue un accidente, no tuvo nada que ver con el amor,a Santiago le gusta Ana y mi existencia para él es como una decoración o un obstáculo.

Hace 3 años, el Señor Martí sufrió un infarto de miocardio, obligó a Santiago a casarse conmigo cuando estaba en el hospital.

Santiago no me quería, pero debido a la presión de su padre lo aceptó,luego de fallecer el señor Martí,no podía esperar a encontrar el abogado para redactar un acuerdo de divorcio, solo falta mi firma ahora,yo por mi parte no deseo seguir casada en estas condiciones.

Cuando volví a casa, ya era de noche, el edificio enorme ,estaba tan vacía como una casa de fantasma, probablemente porque estoy embarazada, perdí los apetitos, así que volví directamente al dormitorio y me lavé para dormir.

No tardó mucho, oí débilmente el sonido de un auto que se alejaba del patio. ¿Santiago había vuelto? ¿No iba a quedarse con Ana?

Se abre la puerta de la habitación, entra Santiago todo mojado y va directamente al baño sin mirarme.

Se escucha el sonido del agua en el cuarto de baño ya no pude seguir durmiendo, me levanté y me puse una bata, saqué el pijama del armario y lo dejé en la puerta del baño, luego salí al balcón.

Afuera llovía leve y se oía el tic-tac de la lluvia cuando cae sobre las plantas,amo el olor a tierra mojada.

Al escuchar un sonido atrás, giro la cabeza y veo a Santiago con una toalla en la parte inferior de su cuerpo, su cabello mojado y gotas de agua goteando por su fornido cuerpo, lleno de encanto.( me le quedó viendo embobada, suspirando para mis adentros).

Se dio cuenta de que lo estaba mirando, frunció el ceño y dijo:

-Ven aquí..-me miró de una forma extraña como con ternura(que cosas te imaginas Alejandra),sentí que una descarga recorría mi piel con su sola mirada.

Caminé hacia él obedientemente, y me tiró la toalla que tenía en la mano

-Ayúdame a secar mi pelo.-.él siempre me ha tratado así, hace tiempo que estoy acostumbrada, se sienta en el borde de la cama, me subo a la cama, con una postura medio arrodillado detrás de él.

-Mañana es el funeral de mi padre, tenemos que salir temprano,debes ir lo mejor que puedas,si te hace falta algo pídelo y que te lo traigan,no quiero que platiques con nadie sobre el divorcio hasta que sea un hecho.-yo sentí una puñalada con estas palabras pero callé.

No quería charlar con él, pero estaba prestando atención a lo que decía.

No me dijo nada más,entendí que no quería comunicarse conmigo, no dije mucho,le sequé el pelo y volví a acostarme en la cama.

Tal vez fuera por el embarazo, tenía mucho sueño, normalmente Santiago se iba a la oficina después de ducharse y se quedaba hasta la medianoche, no sé por qué esta noche, después de ponerse el pijama se acostó.

Aunque era extraño, no le pregunté nada.

De repente me rodeó con sus brazos y me metió en su abrazo, luego me cayó encima a besos..me asusté por un momento y apreté su mano, mirándole con ansiedad.

-Santiago, yo ......-quise evitarlo

-¿No quieres estar conmigo? -sus ojos negros son tan oscuros y salvajes,el me mira de una forma que me asusta.

Miré hacia abajo, realmente no quiero, pero mis palabras son inútiles.

-¿Puedes ser más gentil?-le dije*recordando el día que lo hicimos por vez primera me hizo temblar.

El bebé sólo tenía seis semanas y estaría en peligro si no tenía cuidado,arrugó el ceño y no dijo nada, sólo se dio la vuelta y entonces empezó hacerlo tan fuerte, me acurruque por el dolor y sólo pude proteger al bebé de cualquier daño lo mejor que pude,me lo hizo con tal furia y deseo que de verdad me asustó.

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