Capítulo 4

*Feliz lectura* ....

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La reunión de la junta directiva de esta tarde se sintió difícil y frustrante para todos sus miembros. ¿Cómo no? Se les pidió que proporcionaran al menos una solución al problema que enfrentaban.

El banco había instado a las empresas con deudas superiores a 1 billón a cotizar en la Bolsa de Valores de Indonesia (IDX). Incluida una de ellas PT. Adipura Land. Por supuesto, esto hizo que Adipura estuviera muy confundido sobre cómo encontrar una salida.

"Señor, tendremos que hacer recortes de personal, nos guste o no", sugirió Joshua.

"Haremos eso. Las finanzas de la empresa sólo pueden pagar sus salarios durante los próximos tres meses. Para la indemnización por despido, la pagaremos en cuotas", dijo Adipura.

"¿Qué pasa con el seguro médico de los empleados que ha estado pendiente durante los últimos seis meses, señor?", preguntó un miembro de la junta.

"La empresa no podrá pagarlo en un futuro próximo. Si damos prioridad a eso, los salarios no se podrán pagar. ¿Quieres eso?" Joshua miró fijamente al hombre que había preguntado.

"Por supuesto que no, señor. Pero..."

"La empresa pagará cuando tenga los fondos", dijo Adipura, lo cual era indiscutible.

"¿Qué tal si damos opciones?", sugirió Natasha.

"¿Qué opciones? ¿Crees que esta empresa está en condiciones de elegir?" Joshua se burló de la sugerencia de Natasha.

Natasha no ignoró la respuesta de Joshua. Su mirada se posó en Adipura.

"Que los empleados sepan la situación de la empresa. Pueden elegir entre renunciar o seguir trabajando. Si eligen renunciar, la indemnización por despido se pagará en cuotas. Señor, son nuestros empleados, la mayoría de los cuales han servido durante mucho tiempo. No podemos simplemente terminar nuestra relación laboral con ellos", dijo Natasha.

"Entonces, ¿con qué les pagaremos? ¿Tienes suficiente dinero para pagarles, eh? ¿O será tu marido quien les pague?", se burló Joshua de nuevo.

"No estoy hablando contigo. Cállate", gruñó Natasha, con la mirada fija en Joshua.

El asistente de Adipura se acercó y le susurró algo a su jefe. Natasha y Joshua se sorprendieron cuando vieron una sonrisa en el rostro de Adipura.

"Pospondremos la reunión. Natasha y Joshua, vengan a mi oficina. Tenemos una visita importante esperándonos", dijo Adipura.

En la oficina de Adipura, Ahmed estaba hablando con su jefe.

"Así es, señor, esta empresa es propiedad de su suegro, joven maestro. De acuerdo, se lo haré saber lo antes posible", dijo Ahmed a Abdullah.

Adipura, Natasha y Joshua saludaron a Ahmed con respeto. La llegada del CEO de Al-Fatih Group fue como una bocanada de aire fresco en una tarde calurosa.

"¿Entonces, Sr. Ahmed, ha cambiado de opinión?", preguntó Adipura esperanzado. Recordando que Ahmed una vez se retiró cuando le ofreció cooperación.

Al-Fatih Group no se había establecido en Indonesia hace mucho tiempo. Sin embargo, su nombre se disparó de inmediato, dado que la empresa matriz ya era indiscutible en el mundo internacional.

"Mi jefe ha decidido invertir en esta empresa, señor. Sin embargo, con una condición, debe vendernos al menos el 70% de sus acciones", dijo Ahmed.

"Por supuesto", respondió Adipura rápidamente.

"Señor..." Natasha quiso intervenir, pero se detuvo al recibir una señal de Adipura.

Al otro lado de la oficina, Arjuna estacionó su motocicleta no lejos del puesto de seguridad. Llevaba una fiambrera con el almuerzo de su esposa.

El guardia de seguridad saludó a Arjuna con amabilidad. Aparte del hecho de que Arjuna era el yerno del dueño de la empresa, todos en la oficina sabían cómo lo trataban. Sentían pena por él, pero muchos también estaban celosos.

Arjuna caminó hacia el vestíbulo del edificio. Imaginó el momento inesperado en que Natasha le pidió que se casara con ella.

En ese momento, Natasha estaba teniendo una gran pelea con Adipura frente al edificio. Al ver a un chico de oficina pasar entre la multitud que presenciaba su pelea, Natasha gritó: "¡Eh, tú! Cásate conmigo".

Arjuna sonrió levemente, nunca pensó que se casaría con la mujer que era el sueño de todo empresario de la capital.

"Sr. Rama, ¿dónde está la Sra. Tasha?", preguntó Arjuna cuando no encontró a Natasha en su oficina.

"En la oficina del director, señor".

"Oh, vale. Gracias". Arjuna se dio la vuelta inmediatamente y caminó rápidamente. No quería que Natasha se perdiera el almuerzo.

Rama, que acababa de darse cuenta, se apresuró a seguir a Arjuna. Sin embargo, sólo pudo mirar con incredulidad cómo Arjuna entraba en la oficina del director general.

"Señorita, es hora de almorzar...", dijo Arjuna alegremente al entrar en la habitación sin permiso. La cara de Adipura se puso roja al ver el comportamiento irrespetuoso de Arjuna.

"¡Basura! ¿Cómo te atreves a entrar en mi oficina?", espetó Adipura.

Adipura miró fijamente a Arjuna, al igual que Joshua y Natasha, que mostraron su disgusto. Mientras que Ahmed sintió una ira repentina al escuchar las palabras que salían de la boca de Adipura.

"Señor, ¿no es él su yerno?", intentó Ahmed ocultar su enfado.

"Él no es mi yerno. Es sólo basura que se puede tirar en cualquier momento", respondió Adipura con sarcasmo.

Al oír esto, Natasha se apresuró a decir: "Comeré más tarde. Llévalo a mi oficina". Pidió. Pero Arjuna no le hizo caso. Tranquilamente, Arjuna colocó la fiambrera que había traído sobre la mesa.

Adipura sintió que ya no podía soportar ver el comportamiento de Arjuna, que parecía querer humillarlo deliberadamente delante del CEO de Al-Fatih Group. Sin dudarlo, Adipura volvió a espetar: "¡Fuera!".

"Lo siento, suegro. Sólo saldré cuando mi mujer haya terminado de almorzar. Por favor, continúen con su charla, no les molestaré". Dijo con indiferencia.

Natasha era consciente de la situación actual. Se sentía a la vez enfadada e incómoda con Adipura y su invitado. Natasha volvió a guardar la fiambrera y se dispuso a llevársela.

"Con su permiso", dijo Natasha conteniendo la vergüenza. Disgustada, tiró de la mano de Arjuna, que parecía confundido.

Los tres hombres de la sala observaron cómo se marchaban Natasha y Arjuna.

"¿Qué es esto? ¿Por qué el joven maestro se humilla ante ellos?", se preguntó Ahmed en su fuero interno.

"Patético. Qué estúpido", murmuró Joshua en voz baja, pero audible para Ahmed.

Ahmed se sintió aún más enfadado. Sobre todo porque las expresiones de Adipura y Joshua mostraban asco al mirar a su joven amo.

"Lo siento, Sr. Ahmed. Realmente le pido disculpas por tener que ver todo esto. ¿Qué hay de la cantidad que su empresa va a invertir? Espero que la cifra sea satisfactoria", dijo Adipura.

"Nuestro joven maestro decidirá la cantidad que se invertirá. Por hoy, me aseguraré primero de sus acciones en esta empresa, señor. Tengo que asegurarme de que el joven maestro Al-Fatih no está bajo las órdenes de nadie", respondió Ahmed.

"Por supuesto. Vaya, siento curiosidad por la figura del joven maestro Al-Fatih. Debe ser un hombre formidable. Es una pena que Natasha eligiera casarse con esa basura. Si no, tal vez podría haberlos acercado", bromeó Adipura.

"Viejo codicioso. Arjuna es útil después de todo. Al menos gracias a él, Adipura no puede casar a Natasha con otro empresario. De esa manera, Natasha seguirá pareciendo lamentable y mis posibilidades de sentarme en esa silla, por supuesto, son mayores". Pensó mientras miraba la gran silla de Adipura que estaba no muy lejos de la posición de Joshua en ese momento.

Mientras tanto, Ahmed pensó: "Qué gracioso. Adulan y menosprecian a la misma persona. La persona que consideran basura ha salvado esta empresa. Algún día, pagarán cada insulto que he oído hoy".

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