- ¿Papá?- preguntó jezabel.
Su cabeza dolía como nunca antes y escuchaba un sonido agudo que no paraba de hacer eco en lo mas profundo de su cabeza, sentía su boca completamente seca y sus manos y piernas estaban entumecidas, miles de pensamientos la atormentaban.
¿que había sucedido?
¿en dónde estaba?
Lentamente y con un poco de dificultad abrió aun mas sus ojos para poder analizar su entorno, notó que tenia una mascarilla para respirar, la retiró cuidadosamente de su rostro, también se dio cuenta que las paredes de todo el lugar donde se encontraban eran blancas, una luz potente daba claridad a toda la habitación bien ventilada.
Esto no podía ser el cielo.
Su padre Abraham se encontraba situado a su lado con los ojos llorosos y rojos mirándola con cautela, bajo estos tenia unas muy marcadas ojeras, su bigote y su barba habían crecido notablemente, se le notaba el cansancio, sin embargo, en ese momento también radiaba felicidad y alivio.
- mi niña - dijo este soltando unas cuantas lágrimas, y sin poder contenerse más la abrazo con toda la fuerza que le fue posible, la había extrañado tanto.
Jezabel le correspondió el abrazo para luego soltar un quejido de dolor.
El abrazo fue interrumpido por el ruido de la puerta, Jez vio a un hombre atractivo, que llevaba una bata blanca y una sonrisa amable.
- ¡hola Jezabel, bienvenida! - dijo este con total naturalidad.
Ella Frunció el ceño notablemente.
¿Bienvenida a donde?
Volvió de nuevo a la realidad.
¿por qué se encontraba en un hospital?
Jez se incorporo en la cama lentamente con la ayuda de su padre quien la sostuvo por su brazo izquierdo.
- hola... ¿que sucedió? - preguntó ella una vez que se acomodo, su voz no parecía salir de ella, se oía áspera, lejana.
El hombre la miro con marcada preocupación.
- Tuviste un accidente en tu automóvil, sufriste varios traumas y hematomas graves los cuales te hicieron caer en coma, sufriste múltiples heridas por todo tu cuerpo sobre todo cabeza y piernas las cuales según los paramédicos quedaron atoradas bajo el asiento y se les fue difícil sacarte, has estado por mas de un mes aquí, yo he sido el especialista que te trato las últimas dos semanas. - explico él.
A medida que el doctor iba hablando, el corazón de Jezabel latía con fuerza y rapidez y la maquina que aparentemente le tomaba el pulso comenzó a aumentar el ruido que hacia, su respiración comenzó a dificultarse y una presión horrible en su pecho le impedía hablar, sus ojos se cristalizaron debido a las lágrimas que estaban a punto de salir hasta que el doctor le hablo.
- ¿Jezabel, me has escuchado? - dijo.
Ella lo miro.
- pregunté ¿si te acuerdas de el accidente? - le repitió.
Jezabel lo miro directo a los ojos reflejando toda la preocupación que sentía.
- no - susurro y su sed aumento.
Su padre permanecía a su lado tomándole la mano y prestando atención a lo que decía el doctor.
Jezabel realmente no recordaba para nada ese accidente, sentía que había un error.
Pero si era un error ¿entonces que la trajo al hospital? - pensó ella.
- bien - dijo el doctor tomando unos papeles que se encontraban a un lado de la camilla y escribiendo algo que Jez no alcanzo a ver - primero me voy a asegurar que te alimentes bien y bebas la mayor cantidad de líquidos que sea posible, y luego hablaremos bien de todo lo sucedido, no quiero agobiarte - el doctor sonrió y antes de marcharse añadió. - espero tu pronta recuperación. - y salio cerrando la puerta tras el.
Jezabel observo varios segundos el umbral de la puerta por donde desapareció el Doctor, analizando todo lo que este hombre acaba de decirle, luego dirigió toda su atención a su padre.
El la miro sonriendo y le acarició con delicadeza la mejilla.
- me alegra que estés bien mi niña - le dijo su padre con evidente sinceridad.
Jezabel sonrió con melancolía quería preguntarles tantas cosas, sin embargo, su sed y hambre no se lo permitían, quería dejar sus dudas para después.
- si te pierdo no se que sería de mi - continuó Abraham.
La puerta se abrió nuevamente dejando ver a una mujer esta vez vestida completamente de azul, llevaba en sus manos una bandeja con comida y agua, le sonrió a Jez amable y coloco la bandeja en una mesita para luego acomodar algunas almohadas para que esta se sintiera cómoda, coloco la bandeja en su regazo y luego se marchó.
Jezabel comenzó a comerse su sopa lentamente, sentía que cada gota que corría por su garganta le quemaba.
Al terminar de comer y tomarse el agua, sintiéndose un poco mas satisfecha y calmada miro a su padre quien se había sentado frente a ella y le preguntó.
- ¿y Ismael? - su hermano jamás la dejaría sola ante una situación así.
Su padre pareció sorprenderse y luego agachó su rostro con tristeza.
- Jez... - su padre tartamudeaba, se había puesto pálido y sus manos temblaban. - tu hermano..él...murió... - dijo al fin en un susurro.
.....
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 41 Episodes
Comments