LA PROPIEDAD FAMILIAR GOTHE (parte 2)

Había limpiado el polvo de la caja. No había sido perturbado durante muchos, muchos años. Y, sin embargo, la polilla se había movido. Mis ojos se deslizan hacia los lados. Puedo ver a la chica en el borde de mi visión. Su cara. Hay algo en su rostro. Algo ... tembloroso, como si su piel estuviera a punto de deslizarse. Lanzo mi mirada hacia ella. Parece normal, tan normal como puede parecer un fantasma. Todavía… "¿Estas son tus alas?" Mi tono es relajante, cariñoso. Ella asiente enfáticamente y corre hacia el pasillo, haciéndome señas para que la siga. Dudo, luego alumbro con mi linterna la caja. La polilla es grotesca y desfigurada: tiene ocho patas cuando debería tener seis; sus alas son duras y brillantes, su cuerpo demasiado largo. ¿Es siquiera una polilla? Consumía a las Hermanas que caminaban sin pies, dijo la Hermana Agnes. Las Hermanas que caminaban sin pies ... Caminé por los jardines esta tarde, atravesé el convento vacío y las dependencias de los sirvientes, me quedé frente a la antigua escuela de niñas, ahora un asilo de ancianos. Esperaría que un lugar tan antiguo, un lugar con tanta historia, estuviera repleto de espíritus atados. Y, sin embargo, solo encontré uno. Un puño frío se aprieta alrededor de mi corazón. Apago mi linterna. Ella se para en el centro de la habitación. "¿Te las comiste?" Pregunto en voz baja. "¿Los demás?" Ella está temblando, luchando. Su rostro se tambalea. Entonces ella se desploma. Sus brazos caen y el brillo se apaga. Manchas oscuras florecen en su rostro, extendiéndose, tomando el lugar de sus ojos y su boca. Están hechos de líquido negro, de humo, de nada. Sus ojos son heridas abiertas de oscuridad, su boca son unas fauces negras. Es como si sangrara sombras. Ella todavía lleva ese vestido blanco con volantes. Se desplaza hacia mí. Mi corazón late contra mis costillas. Es un fantasma, flotó a través de una puerta, no pudo mover el ladrillo, no puede tocarme. No puede tocarme. Tira de mi mano. Siento sus dedos. Carne, puede tocar. Mi pierna se siente caliente. Me doy cuenta de que me he mojado.

Le sonrío a la criatura y cierro la caja. "Muy bien, déjanos liberarte". Vuelvo por el pasillo y empiezo a descender por las escaleras, despacio, despacio. En una mano sostengo la caja con su alma y en la otra mi linterna. No puedo liberarlo. No debo dar ninguna indicación de que quiero huir, ninguna indicación. Fuego. Las monjas intentaron incendiar la casa. Está a mi lado, frente a mí, detrás de mí. Aparece y se desvanece, rodeándome, evaluándome. Las lágrimas brotan de mis ojos. No puedo decir si mi corazón está acelerado o si se ha detenido por completo. Quizás, quizás pueda incendiar la casa. Puedo salir, salir sin la polilla, puedo oírla revolotear dentro de la caja, quiere salir ... Sonrío tiernamente hacia la oscuridad. Sé que me está mirando aunque no tiene ojos. "Déjanos liberarte". Cierro la caja y vuelvo a atar el cordel. Veré como las llamas devoran la casa, devoraré lo que está adentro, me reiré a la luz del fuego hambriento- La niña está frente a mí. Toca mi mano. Yo pálido. Lo sabe, lo sabe, lo sabe, Lo ciego con la linterna, iluminando su grotesco rostro. No pasa nada. No desaparece. No le asusta la luz. Antes estaba jugando conmigo, como un gato con un ratón. Grito y arrojo la caja a las profundidades de la casa oscura. Corro hacia la brecha en las puertas, hacia los zarcillos de luz de la luna que se asoman, hacia la seguridad y ... Mi pie golpea el borde del agujero en el suelo. Mi talón cuelga sobre nada. Casi recupero el equilibrio Dedos diminutos y delicados se envuelven alrededor de mi tobillo y tiran. Escucho un chasquido. Me arrugo. Intento sacar mi pierna del agujero, pero casi me desmayo del dolor. Mi pierna se siente mojada, tan mojada, y sé que estoy sangrando profusamente. Grito pidiendo ayuda, grito tan fuerte como puedo, pero solo mis oídos pueden oírlo.Estoy mareado. Pruebo a cobre. Intento arrastrarme hacia la puerta, pero los trozos de madera dentados me atrapan la pierna. Atrapame. Mi linterna se ha salido de su alcance. La bombilla parpadea. Parpadea. Sale. En la oscuridad, escucho el batir de alas batiendo contra una caja. Se para sobre mí, jugando. Esperando. Solo se come a los muertos. Ninguna polilla llevará mi alma a la luna.

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