El Dilema

Amalia:

Por fin termino el día, estoy tan cansada, llegué a mi casa, salude a doña Lulu y me dijo que me había guardado algo de su deliciosa comida, "Gracias doña Lulu" ella es muy dulce conmigo y mi Abuelo, subí con el...

—"¿Como te fue?" me dijo con una gran sonrisa, le di un beso y un abrazo

—"Bien abuelo, pero estoy cansada, tu hoy no te sentiste mal?"

—"No hija estoy bien, deberías dormir te ves muy cansada"

—"Me baño y me iré a dormir" le sonreí ...

Mi abuelo se fue y al salir note lo que ya le cuesta estar sin su bastón, pero el no quiere silla de ruedas..

Me comencé a quitar el uniforme y por algún motivo pensaba en las miradas que me dio Sebastián, lo cual siempre fueron con tipo odio, sacudí la cabeza y me dispuse a bañar e irme a dormir..

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Los siguientes días han estado tranquilos, Sebastián esta yendo todos los días, pero es muy cortante, nisiquiera nos saluda, a lo cual no se por que le doy tanta importancia...

Ya es viernes, por fin , pero algo interrumpe mi paz cuando recibo una llama de don Efrain , "Tu abuelo se puso mal, estamos rumbo al hospital" salgo despavorida a avisarle a mi jefe y me otorga el derecho a salir, voy y ahí está mi abuelo hospitalizado, al llegar los vecinos me dicen que mi abuelo tuvo una caía grave al querer bajar las escaleras, me pongo a llorar, los vecinos se disponen a decir que ellos están conmigo...

—" Familiares del señor Clemente "

—"Yo... soy su nieta..."

—"El señor no está nada bien, puede perder la inmovilidad y no poder caminar, talvez necesite hacer una operación, la caída fue severa, ahora esta estable.. veré como actúa estos días y veré si lo necesito operar"

Me desplome al saber el precio de la operación, ya que es mucho más de lo que imaginaba, ojalá no la necesite como dijo el doctor y se recupere pensé para mí...

Don Roberto me llamo para ver el estado de mi abuelo, el es demasiado dulce al preguntar siendo un hombre muy ocupado...

Sábado y domingo hasta en la tarde estuvo bien ya que el doctor me dijo que mi abuelo perdió más la inmovilidad por la caída y que si necesitaba operarse, me desgarre y le dije "Hágalo" pero para mi pensé "De dónde saco tanto dinero" ya que lo que gano es para su medicina del corazón y tampoco ve bien y no escucha bien, me desgarre y comencé a llorar, no había comido nada, los vecinos me dijeron que fuera a ducharme y prepararme para trabajar el lunes, todo el fin no me despegue pero decidí aceptar ya que tenia que juntar dinero, entre a verlo, llore, le di un beso y me salí al verlo dormido..

Llegué el lunes a trabajar "Por que no pides un préstamo" me dijo Hayden, pero en las reglas del banco dice que no se le otorga préstamos a los empleados, dude y solo le dije no con la cabeza, "Un préstamo personal de don Roberto" lo pensé pero volví a decir que no, ya que don Roberto me llamo para decirme que viajaría unos días y ni modo de decirle a Sebastián, todo el rato estuve pensativa, llamaba a cada rato para preguntar por mi abuelo, hasta que me llamaron para decirme que mi abuelo despertó e intento pararse y no pudo y al ver eso entró en shock, " Tengo que operarlo ahora mismo" dijo el doctor, le dije que si pero no sabia como y de donde sacar tanto dinero, me decidí a llamar a Don Roberto pero al estar marcando, llego Doña Bernarda Campos, una señora muy fina que va cada año a dejar el dinero de su empresa, es muy agradable verla, "Señorita Amalia, como está?" me dijo con una mirada dulce, "Bien y usted " añadi y colgué la llamada , "No te veo bien, te veo triste " no quería hablar del tema, ni con nadie "No se preocupe, todo está bien" le sonreí ... la guie al cuarto de las cajas fuerte, abrí y me salí del cuarto en lo que ella guardaba su dinero, iba a volver a llamar a Don Roberto pero llego Hayden "Llego el señor Sebastián" al no estar su padre el quedo a cargo y tenia que organizar todo para darle las citas que tenia su papa, y en su ausencia el tomaría, por lo menos ese día, ya que se notaba que el no quería estar aquí, "He terminado" dijo doña Bernarda con una hermosa sonrisa, cerre la puerta (Es de contraseña) y regresamos al escritorio para organizar los movimientos que realizo y archivarlo "Hasta luego querida, te veo en un año" vacilo un rato y empezó a meter papeles a su bolsa, "Hasta pronto Doña Bernarda" le sonreí, la despedí y al notar unos segundos después vi que dejó las llaves de su caja fuerte, ya que ella prefirió así y no con combinación como los demás, por que ella es olvidada de todo, y el banco accedió a dárselo así, la intente alcanzar, caminé pero mis pies no me respondieron "Ella viene cada año, quizás no se de cuenta nunca, y yo lo pagaré antes mucho antes que eso"

Guarde las llaves y me dispuse a llevarle las citas a Sebastián que como siempre nisiquiera me voltea a ver, solo escribe y escribe en su laptop, como no contesta y es costumbre, le deje la agenda y salí de la oficina.

Llame y me dijeron que la operación iba bien pero que aun no salia, sabia que podía irme pero necesitaba el dinero para pagar, ya que en esos hospitales son así, me revolque en mi desesperación, una hora después llamaron "Tu abuelo salió bien hija, pero hay que pagar" me dijo con voz triste doña Lulu, me alegre mucho pero se me arrugó el pecho sabiendo lo que iba a cometer, el que doña Bernarda dejara sus llaves, lo tome como señal del cielo...

Eran las 6 hora de salir, nunca antes se me hizo horrible la salida, Hayden me dijo "Vamos" al mismo tiempo salió de la oficina Sebastián y se marchó y me fulmino con la mirada al ver supongo lo desarreglada que ando y salió seco como siempre, era mi oportunidad la suerte se puso de mi lado ya que también Sebastián se iba, "Sal tu, en un momento yo me voy, don Roberto me encargo unas cosas y por lo distraída de mi abuelo lo olvide " me vio raro "Esta bien , al rato llego al hospital para acompañarte" me sonrió, me dio un cálido abrazo y se fue...

Caminé hacia las cajas fuerte, es un cuarto al cual yo tengo acceso, gracias a la confianza de don Roberto cosa que me rompe fallarle, las cámaras el verme a mi no se alarman por que yo tengo permitido entrar aveces lo hago por orden de mi jefe, eso no me preocupaba, pero los nervios y culpas me consumían, me dispuse a entrar y abrí la caja de doña Bernarda, saqué el dinero y valla que tenia bastante, conté el justo de la operación, conte discretamente dentro de la caja y entre unos papeles lo oculte, cerre bien y al salir comencé a caminar, el pasillo es obscuro y me estaban por ganar los nervios comencé a caminar más rápido cuando detrás de mi espalda escuché una voz "Así traiciona la confianza de mi padre Señorita Sandoval " , cerre los ojos pues pude escuchar la voz de Sebastián, QUÉ DIABLOS HACE AQUÍ pensé para mí.... sin girarme para verlo me quede parada e inmóvil...

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