Capítulo 17

Ana no podía creer la propuesta que le había hecho Maikcol, por lo cual después de analizar la situación por al menos media hora decidió hablar.

-Maikcol, en verdad tu propuesta me deja confundida, pero lo lamento no puedo aceptarla.

El hombre quedó sorprendido pues imagino que por la situación la chica aceptaría sin objetar.

-Anastasia ¿Estas segura? Mira que es una oportunidad única para terminar con los problemas económico de tu familia.

-Lo sé, pero no puedo aceptar, no puedo casarme contigo.

-Puedo preguntar el ¿Por qué?

-Tal vez pienses que soy inmadura o quizás ilusa, pero siempre he pensado que el matrimonio es para toda la vida, que si decides compartir tu vida con otra persona es porque la amas lo suficiente como para darlo todo por esa persona.

Maikcol la observó detenidamente, tratando encontrar la falsedad en sus palabras.

-Eres la mujer más falsa que he conocido.

Se dijo así mismo.

-Bien, entiendo tu punto de vista, por lo cual creo que no tenemos nada más de que hablar.

-Espero no te molestes, por que en verdad me agradas y me gustaría seguir en contacto contigo.

-No te preocupes, no me podría enojar contigo, tal vez tienes razón; vamos te llevo a tu casa.

Le decía mientras se levantaba de la silla.

La chica asintió y ambos salieron del lugar, Maikcol la llevo hasta su apartamento y después se marchó, por el camino solo maldecía a la chica, pues no podía creer que no lo hubiese aceptado.

-Por lo visto nadie es suficiente para ti, Anastasia Williams, pero yo mismo me encargaré de que ese orgullo y superioridad se te acabe, te lo aseguro maldita.

Al siguiente día Ana fue a recoger a su madre para ir juntas a la Clínica, ambas mujeres llegaron sonrientes al lugar, cuando salieron del ascensor pudieron notar el movimiento de varios doctores y enfermeras cerca a la habitación de su padre, la chica se alarmó y corrió.

-Doctor, ¿Que sucede? Con mi padre.

-Señorita por favor espere a fuera en este momento no puedo darle información.

La chica fue sacada de la habitación por una enfermera,

-Hija ¿Que sucede?, ¿Le pasó algo a George?

-Madre no me quisieron brindar información, debemos esperar.

La mujer no pudo evitar que sus lágrimas se hicieran presentes.

-Si algo le sucede a tu padre, te juro que no lo podré soportar.

-No digas eso Ma, Papá se pondrá bien, te lo aseguro.

Le decía a su madre tratando de animarla, aunque la verdad era que ni ella tenía la seguridad de que su padre estaría bien.

Casi tres horas después los doctores salieron de la habitación, Ana corrió hacia ellos.

-Por favor, díganos como se encuentra mi padre.

-El señor Williams, ya se encuentra estable, lamentablemente tuvo una recaída.

-¿Pero cómo es eso posible?

-No sabemos aún que lo ocasionó, pero como le indique ya se encuentra estable, debemos monitorearlo y por lo pronto no pueden ingresar a verlo.

-Gracias doctor, estaremos aquí, en caso de que tenga nuevas noticias.

-Con permiso.

Ana estaba sentada junto a su madre en uno de los sofás de la sala de espera, allí se dejó llevar por sus pensamientos recordó las palabras de su padre y sintió nostalgia.

-Señora Williams.

Llamó el doctor.

Ana y Mónica se acercaron.

-Doctor, por favor díganos como se encuentra mi esposo.

-Señora Williams, no le mentiré, lastimosamente su esposo se encuentre bastante delicado, presentó una recaída y no sabemos qué consecuencias le dejará.

-¡Por Dios! George.

-Doctor ¿Podemos verlo?

-No es posible en este momento señorita, por la gravedad de su estado, debe permanecer en la unidad de cuidados intensivos, les sugiero que regresen hasta el día de mañana, en caso de presentar alguna novedad nos comunicaremos con ustedes.

Ana agradeció al doctor y salió con su madre rumbo a la mansión, por el camino recibió la llamada de su hermana.

-Mamá es Anabel, contesta por favor.

📲Bueno, hija.

📱Hola Madre, ¿En dónde estas? Llegamos a casa y María me dice que no te encuentras, ¿Acaso estas en la clínica?

📲 ¡Oh! Mi Amor, ocurrió algo grave.

📱Madre no me asustes, ¿Que ha pasado? ¿Acaso Papá...?

📲No, no mi Amor, tu padre está grave, pero aún está con nosotros, espéranos ya casi llegamos a casa.

Después de media hora las dos mujeres llegaron a la mansión, allí se encontraba en la sala de estar Anabel junto a su esposo, al lado de ellos estaba la carriola con el pequeño Axel adentro.

Ana ingresó y cruzó miradas con su hermana.

-Hermana, te extrañe mucho.

Le decía mientras la abrazaba de manera fuerte.

-Hola Anabel, Patrick ¿Como estuvo su viaje?

-Bien Anastasia.

Mónica se acercó a su hija y la envolvió entre sus brazos.

-Mi Amor, por fin estas en casa.

-Madre, también te extrañe mucho.

Patrick observó con desagrado a su esposa, pues aún no la había perdonado y quizás nunca lo haría, era consiente que amaba a su hijo y este no tenía la culpa de los problemas de sus padres, sólo por él no había abandonado a la mujer a su suerte.

-Madre dime por favor como se encuentra Papá.

-Mi Amor, él está muy delicado, tuvo una recaída y no sabemos que lo ocasionó, aún no podemos verlo posiblemente hasta mañana.

-¡Por Dios! Esto es terrible, Papá siempre ha sido como un roble.

-Anabel, necesito hablar contigo en el estudio.

La chica asintió, Anabel observó hacia la carriola y notó que el pequeño ya estaba despierto, con cuidado lo tomó entre sus brazos hasta sacarlo.

-Bebé mira a la abuela y a la tía Anastasia.

Le decía de manera amorosa mientras lo acercaba para que su madre lo tomará en brazos.

-Por Dios, mi cielo estas precioso, tu abuelo se pondrá muy feliz cuando te vea, mira Ana ¿Acaso no es el bebé más hermoso que hallas visto?

-Así es Ma, esta precioso te felicito Anabel, bueno los felicito a los dos Patrick.

El hombre sonrió agradecido, aunque el pequeño no tenía ningún parecido a él, por su parte se sentía muy orgulloso y amaba al pequeño desde que lo tuvo en sus brazos por primera vez.

-Mi niña, vayan a descansar, imagino que han de estar agotados, su habitación ya está preparada desde esta mañana, ya podrás hablar con tu hermana después.

-Gracias madre, la verdad es que, si necesito un buen baño, el viaje fue agotador, además también debo bañar a Axel también ha de estar cansado.

-Cariño, ve con tu esposo yo me encargaré de mi nieto.

-¿Enserio? Madre.

-Si mi Amor, ve.

-Gracias madre, las cosas de Axel están en su pañalera.

La mujer asintió y Anabel se retiró con su esposo.

-Mira Ana, este hombrecito es precioso, me pregunto cuando conoceré a uno de tu parte.

La chica sonrió.

-Ma, pero que cosas dices. Mejor me iré a mi departamento, mañana pasaré por ti.

-¡Oh! no, no hija quédate, quiero tenerte aquí junto a tu hermana, por favor quédate esta noche.

-Está bien lo haré.

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