Capítulo 15

Una semana paso y Maikcol trataba de actuar distante ante la chica, ella por su parte estaba enfocada en la mejora de su padre y en solucionar los problemas de la empresa.

-Lo lamento señorita, pero fue imposible hallar el dinero y a los culpables, aunque todo parece indicar que fue algo interno.

-Pero debe haber una solución, mi padre pronto saldrá de la clínica y no puede ir a prisión.

Hablaba de manera preocupada, pues George había mejorado y posiblemente en pocos días le darían de alta, los abogados de Maikcol y el abogado de su padre, habían conseguido que la orden de arresto se suspendiera hasta que él hombre saliera de la clínica.

-Es imposible señorita, no hay solución, además no tienen el dinero suficiente para cubrir el gran desfalco.

En ese momento su secretaria le anuncio que Maikcol se encontraba afuera de su oficina. Ana se despidió de su abogado y Maikcol ingresó después de ver salir al hombre mayor.

-Hola Anastasia, ¿Como estas?

-Bien Maikcol dentro de lo que cabe.

-¿Por qué dices eso?, ¿ha sucedido algo más?

Le preguntaba aun sabiendo la respuesta, pues él estaba al tanto de la situación.

Ana empezó a relatar lo que le había informado el abogado.

-Esto es terrible.

Trató de sonar preocupado.

-Así es, la verdad no sé qué hacer, mi padre no puede ir a prisión, y perderemos la compañía, no tenemos como cubrir el desfalco.

-Bueno Anastasia, pues creo que te tengo la solución.

-¿Tú? ¿Pero cómo?

-Te invito a cenar esta noche, allí te contaré todo.

La chica aceptó algo dudosa, después de hablar con él hombre se marchó hacia la clínica.

-Hija, por fin vienes a ver a este viejo.

-Lo lamento Pa, pero he estado algo ocupada con las cosas de la empresa, te prometo que mañana estaré contigo acompañándote todo el día.

-No me hagas caso cariño, sé que estás al frente de la empresa, mejor dime ¿Como siguen las cosas?, el abogado no ha aparecido por aquí.

La chica trató de parecer natural.

-No tienes de qué preocuparte Papá, todo se está solucionando.

-Claro que me preocupo hija, sabes que eres mi tesoro y me apena tener que ponerte al frente de esa responsabilidad, mientras yo estoy en esta clínica.

-Tú solo preocúpate por mejorar, yo me encargaré del resto.

Le decía a su padre mientras lo abrazaba.

-Cambiemos de tema, necesito hablar contigo.

-Dime Papi, soy toda oídos.

-Hija, al estar a punto de morir, no pude evitar preocuparme por ti.

-¿Por mi?

-Si mi niña, no pude evitar pensar que en cualquier momento me puedo marchar, tú y tu madre se quedarían solas.

-Pa, no digas eso, tú vas a durar muchos años más con nosotras.

Le decía con un tono de voz nostálgico.

-Sabes que eso no es verdad, en cualquier momento me puedo marchar, mira tu hermana Anabel ya está casada y aunque no me agrade mucho Patrick, él fue el hombre que ella escogió, ellos ya tienen a su primer hijo, pero tú mi niña, tu estas sola, por eso me gustaría que antes de yo irme tu estuvieses casada, con tu familia, con un buen hombre que te pudiera proteger y cuidar como Dios manda.

Ana no pudo evitar que una lagrima rodará por su mejilla, pues recordó a David, si él no la hubiese dejado plantada llevarían ahora dos años de matrimonio, incluso podían haber tenido un hijo en ese momento.

-Papi, no te aflijas yo estoy bien así sola, créeme no es necesario tener a un hombre a mi lado.

-Pero mi niña, te mereces ser feliz, eres una gran chica, una excelente hija la mejor de todas, eres inteligente, ayudas a quien lo necesita, tienes un gran corazón por lo cual solo deseo con las fuerzas de mi ser, que puedas ser feliz con algún hombre; además créeme me encantaría conocer un nieto de tu parte, ya ves que a Axel solo lo hemos visto una vez desde que nació y eso ya hace, más de un año.

En ese momento ingreso la madre de Ana.

-Hija, ¿Que sucede? Estas llorando.

-No es nada Ma, es solo que nos pudimos algo sentimentales.

-¡Oh! Mi amor, recuerda que no puedes tener emociones fuertes.

Le decía su esposo mientras tomaba su mano.

-No te preocupes mujer, solo fue una conversación de padre e hija.

-Bueno Pa, debo irme tengo una cena con Maikcol y debo ir a casa para cambiarme.

-¿Maikcol?

La chica sonrió.

-Así es, me invitó a cenar.

-Ese joven es maravilloso, mi Amor, ha estado con nosotras desde que te enfermaste, no ha dejado sola nuestra hija, él en verdad me agrada, a parte es muy apuesto.

El hombre sonrió a su esposa, al escuchar sus palabras, pues desde que conoció a Maikcol le agrado mucho, le parecía un hombre correcto, que le trasmitía confianza, así que pensó que quizás él podría ser quien enamorara a su hija, y eso sería bueno, porque ella estaría en buenas manos.

Ana llegó a su apartamento, se ducho y salió del baño.

Ring-Ring

📲Bueno.

📱Amiga ingrata, no me has llamado.

📲Disculpa Emma, es que con todo lo de mi padre no he tenido cabeza para nada más.

📱No te preocupes amiga, antes discúlpame tu a mí, por dejarte sola con todo lo de tu padre.

📲No te preocupes Emma, mejor cuéntame ¿Como va tu viaje?

La chica habló con su amiga por aproximadamente media hora, pues días antes de lo sucedido con su padre, Emma había viajado por temas de trabajo y se encontraba fuera del país.

Después de colgar la llamada se vistió y maquillo, llevaba puesto un hermoso vestido de tirantes color rojo, el cual se ajustaba a su cuerpo como una segunda piel, lo combinó con unos tacones de aguja color negro y un bolso del mismo color, su cabello lo llevaba en una media cola, y el maquillaje era suave acompañado de un sexy labial color rojo.

Maikcol llegó por ella a la hora acordada, estaba enfundado en un traje de tres piezas color negro, acompañado de una camisa azul y una corbata color gris. Este al ver a la hermosa chica, no pudo evitar quedar impresionado pues era muy bella y con ese vestido se veía hermosa.

-Hola Anastasia, estas preciosa.

-Buenas noches Maikcol, gracias, tú también te ves muy bien.

Respondió algo sonrojada.

Ambos subieron al auto del hombre, quien esa noche conducía, el camino hacia el restaurante estuvo en completo silencio.

Al llegar, Maikcol bajo primero, rodeo el vehículo para abrir la puerta y que la chica saliera, mientras el sostenía su delicada mano.

-Espero la elección, sea de tu agrado.

-Sé que así será.

Ambos ingresaron al lujoso restaurante, el hombre informó al mesero que había reservado la habitación VIP, la cual tenía vista a la hermosa ciudad de Nueva York.

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