Capítulo 14

Maikcol se encontraba desayunando en el jardín, cuando llegó su mano derecha.

-Disculpe señor, buen día.

-Buenos días, Zayn, ¿Ya desayunaste?

-Si señor, gracias.

-Bueno, ROSA - ROSA.

-Dígame señor ¿Necesita algo?

-Tráele un café a Zayn.

-Si señor, ya regreso.

El hombre asintió.

-Dime, que me tienes.

-Señor aquí están todas las pruebas que demuestran, que el señor Adams es el directo responsable de lo ocurrió a la empresa del señor Williams.

-Maldito, debí imaginarlo.

-Señor además de la información que está en la carpeta, también descubrimos que el dinero perdido lamentablemente no se puede recuperar.

-¿Como es eso posible?

-El señor Adams, actuó de manera sigilosa con ayuda del contador de la empresa Williams, el dinero del desfalco fue transferido a una cuenta en las Islas Caimán, de allí lo trasladaron a otras cuentas fantasma en Europa y después esas cuentas fueron desocupadas.

-Vaya, esto es increíble, ese imbécil sabe jugar muy bien, aunque es lamentable lo sucedido en la empresa Williams el viejo me agrada; pero por otra parte esto está a mi favor, y me facilita las cosas.

-Así es señor.

-Bien, recuerda conseguir hoy en la tarde lo que te pedí ayer, lo quiero antes de las 05:00pm

-Así se hará señor.

-Bien, puedes retirarte.

-Otra cosa antes de retirarme señor.

-¿Que sucede? Zayn.

-La doctora Connor, necesita hablar con usted, al parecer tiene noticias.

El hombre se levantó de golpe, observó la hora en su costoso reloj.

-Bien, en un momento me comunicaré con ella.

Zayn se retiró y Maikcol por su parte se quedó analizando -*¿Que noticias tendrá la doctora?, *¿Tal vez había alguna mejora?

Después de media hora se marchó hacia el estudio, allí tomó el teléfono y marcó el número de larga distancia, asumió que por el cambio de horario ya podía comunicarse.

📱Bueno, dígame doctora Cooper, ¿Me tienes buenas noticias?

Ana por su parte, se encontraba en la habitación con sus padres.

-¡Oh! Richard, cariño no sabes lo angustiadas que estábamos.

-Ya estoy bien mujer.

Respondió el hombre con bastante dificultad.

-Pa, por favor no vuelvas a asustarnos de esa manera, temíamos lo peor.

Toc-Toc

Ana abrió la puerta y quedó sorprendida al observar a los hombres de traje, quienes llevaban visible su placa, la cual demostraban que se trataban de detectives.

-Buenas tardes, ¿Que se les ofrece?

Pregunto la chica algo asustada, mientras salía de la habitación con cautela y cerraba la puerta atrás de ella.

-Buscamos al señor George Williams, nos dijeron que se encontraba en esta Clínica.

-Así es, él es mi padre, mucho gusto Anastasia Williams.

Le decía al hombre frente a ella, mientras le estiraba su mano en señal de saludo.

-Mucho gusto señorita, somos los detectives Caruzo y Benzon.

Señalaba a su compañero mientras lo presentaba.

-Cuénteme detective, ¿Pará qué necesitan a mi padre?

-El señor Williams, ha sido acusado por fraude, debido a la pérdida de fondos de la compañía Williams, traemos una orden de arresto hacia él.

Ana sintió que el mundo se le venía encima, pues no habían pasado más de dos días desde el infarto de su padre, apenas ese día habían podido hablar con él.

-Esto debe ser un error, mi padre no es ningún estafador.

El hombre sintió simpatía por la chica, pero estaba haciendo su trabajo.

-Lo lamento señorita, pero las pruebas apuntan a su padre, debemos arrestarlo.

-No, no, no por favor, mi padre acaba de sufrir un infarto hace dos días y está muy delicado de salud.

Maikcol quién salía del ascensor, pudo notar la escena afuera de la habitación, avanzó sus pasos hacia la chica, pues asumía que los hombres frente a ella eran policías y venían a apresar a su padre.

-Buenas tardes.

Saludo el hombre de manera imponente.

-Maikcol, que bueno que estas aquí.

Corrió hasta donde el hombre, este al sentir el roce de su piel con la de la chica, no pudo evitar estremecerse.

-Señores soy Maikcol Vans, mucho gusto.

Los agentes se presentaron y explicaron a Maikcol el motivo por el cual requerían al padre de Ana.

-Por lo anterior, debemos arrestar al señor Williams, como me explica la señorita aquí presente él se encuentra en estado delicado, por lo tanto, debemos esposarlo y tendrá vigilancia permanente por parte de dos agentes durante su estadía en esta Clínica.

-No, por favor, mi padre no es un delincuente.

Maikcol envolvió a la chica en un fuerte abrazo.

-Todo estará bien.

Giro su vista hacia los detectives.

-Señores, como ya lo saben el señor Williams se encuentra en estado delicado, por ende, no irá a ninguna parte, así que no es necesario llegar hasta el extremo de esposarlo a su cama.

-Señor Vans, solo cumplimos órdenes.

-Por favor denos dos horas, pueden estar afuera de la habitación, pero denos dos horas.

Ambos hombres cruzaron miradas y finalmente accedieron, pues eran conscientes que las palabras de Maikcol eran verdad, George no iría a ningún lado en su estado.

-Anastasia, comunícate de inmediato con el abogado de tu padre, mientras llamó a mis abogados.

-Ya lo hago Maikcol.

Ambos se comunicaron con los abogados y media hora después se encontraban allí, Maikcol fue quien se encargó de hablar con ellos para que consiguieran, que por lo menos mientras duraba la investigación por las pruebas, el padre de Anastasia no fuera arrestado, pues según lo que había hablamos días antes con el doctor, este le aseguró que el anciano no sobrevivirá a otro ataque.

La noche llegó, Ana ingresó a la habitación de su padre, su madre estaba sentada al lado de la cama.

-Cariño, tu padre preguntó por ti antes de dormirse.

-Lo lamento Ma, mañana hablaré con él.

-Ve a descansar y yo me quedo esta noche con él.

-De ninguna manera cariño, yo me quedaré él es mi esposo.

-Madre, no seas tan terca, necesitas descansar.

-Tú lo necesitas más que yo, has estado encargada de los problemas de la empresa y aun así también aquí en la clínica, ve a casa y descansas, mañana temprano regresas.

-No Mamá, no iré a ningún lado.

En ese momento ingreso el médico, informando que, por el estado de George, no podían quedarse con él, debido a que estaba siendo monitoreado de manera permanente.

Ana salió con su madre, y Maikcol las esperaba para llevarlas a casa.

Mónica ingresó a la mansión después de despedirse y agradecer a Maikcol por el apoyo, que les estaba brindando, pues solo eran ellas dos por el momento. Ana se quedó con el hombre en la entrada.

-Bien, creo que es hora de marcharme.

Ana sonrió y se acercó para abrazar al hombre de manera inesperada.

-Maikcol, no sabes cuánto te agradezco por todo, has sido de gran ayuda.

El hombre apartó a la chica de manera sutil.

-No tienes nada que agradecer, lo hago con el mayor de los gustos.

Le decía en su oído con esa sexy y ronca voz.

Ana no pudo evitar que su piel se erizara, pues ese hombre no le era para nada indiferente, mientras ella se alejaba lentamente quiso dejar un beso en su mejilla, Maikcol por instinto quiso apartarse hacia el otro lado y por accidente sus labios rozaron con los de la chica, ese tacto hizo que él se estremeciera y se alejó de inmediato.

-Debo irme, descansa.

Ana asintió y el hombre subió a su vehículo, para arrancar de inmediato.

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