Capítulo 11

El hombre ingresó con su imponente aura a la empresa Williams.

-Buen día, señorita vengo a ver al señor Williams.

La secretaria quedó impresionada por el porte y la gran belleza del hombre, pues ella regresaba ese día de sus vacaciones.

-E-En un momento le aviso, ¿Señor?

-Maikcol Vans.

-Permítame Señor Vans.

George levantó el teléfono y autorizo el ingreso de Maikcol.

-Bueno padre, te dejo a solas para que atiendas al señor Vans.

-No mi niña, quédate para que lo conozcas, y me des tu opinión sobre su propuesta.

El hombre ingresó al lugar, pudo observar a la chica sentada en la silla dando la espalda.

-Buen día señor Williams.

Se acercó y estrecho su mano.

George aceptó el gesto.

-Buen día, señor Vans, ¿Como se encuentra?

-A decir verdad, un poco impaciente pero no es algo que afecte nuestro encuentro.

-Por favor tome asiento, pero antes quiero presentarle a mi hija Anastasia.

La mencionada levantó su rostro y se puso de pie, sus ojos se encontraron con los de Maikcol quien de inmediato quedó impactado con la belleza de la chica, pues a pesar de haberla visto en fotos, frente a él parecía diferente.

-Mucho gusto, señor Vans.

Maikcol extendió su mano y tomó de manera fuerte la de Ana, dejando un beso en su dorso.

-El gusto es mío, Anastasia, así que por favor solo dime Maikcol.

Ana quedó sorprendida pues noto que el hombre no la recordaba de la fiesta, y reacciono al sentir el fuerte agarre que ejercía.

-Ouch, le agradecería que me devuelva mi mano.

-Discúlpeme, es que me acorde de algo.

Decía tratando de parecer inocente.

Ana lo observaba, tratando de descifrar esa fría mirada.

-Bien, espero que haya leído mi propuesta señor Williams.

-Así es, estuve revisándola y encontré algunos puntos que me gustaría discutir con usted.

-Por mi está bien, ¿En privado es posible?

-¡Oh! Por mi hija no se preocupe, ella ocupa el cargo de vicepresidenta por lo cual es mi mano derecha.

-Comprendo.

-Vaya esto va a ser más fácil de lo que esperaba.

Pensaba para sí mismo.

Después de discutir los puntos Maikcol trató de convencer a George de que aceptará la propuesta.

-Disculpe que los interrumpa, pero padre creo que sería bueno tomar el tiempo suficiente para analizar la información.

-Pues lamento decirles que no tengo mucho tiempo, así que si no les interesa la propuesta por mí no hay problema, la verdad es que tengo a varias empresas interesadas, así que agradezco que no me hagan perder el tiempo.

Ana no podía creer que ese hombre fuera tan soberbio y grosero, por lo que decidió no quedarse atrás, total ya tenía otro posible inversionista.

-Señor Vans, lo que menos deseamos es que usted pierda su tiempo, pero pensamos que podría entender, así que le agradecemos su valioso tiempo, que pase buen día.

Le decía mientras extendía su mano para despedirle.

George quedó sorprendido por la reacción de su hija, pero imagino que tendría sus razones.

Maikcol por su parte sentía la furia en su interior, al ver que la chica y su padre no se dejaron intimidar.

-Bien, que pasen un buen día.

Con esas palabras salió del lugar, al llegar a su auto no pudo evitar lanzar un puño en el interior del vehículo.

-MALDITA.

-Hija explícame ¿Que fue todo eso?

-Padre, ¿Acaso no notaste la actitud de ese hombre?, ni siquiera nos permitió analizar más a fondo su propuesta.

-Pero mi Amor, ¿Que vamos a hacer?

-Tú déjalo todo en mis manos, padre tengo un plan B.

-Bien hija, confío en ti.

-Zayn, llévame al hotel.

-Si señor.

-Hellen por favor llama a Brad y me lo comunicas.

-En un momento Ana.

Respondió de manera amable su secretaria.

El día transcurrió y llegó la noche, Ana se encontraba en el restaurante del lujoso hotel.

-Gracias por aceptar mi invitación Brad, es muy gentil de tu parte abrir un espacio en tu agenda.

-No agradezcas Nena, es un placer poder verte de nuevo.

Le decía el hombre mientras acariciaba el dorso de la chica de manera coqueta sobre la mesa.

Ana se soltó de su agarre un poco nerviosa.

-Eh, si de hecho agradezco tu tiempo, pero me gustaría que habláramos de negocios.

El hombre ladeo su sonrisa.

-Claro, dime.

Mientras tanto, Maikcol salió de la ducha envuelto en una toalla, tomó su teléfono para responder la llamada entrante.

📲Bueno.

📱Hola bombón, acabo de aterrizar ¿Vienes por mí?

📲Natasha, ¿Como es eso de que llegaste?, ¿Por qué no me avisaste antes?

📱Terminé la sesión de fotos con anticipación, así que antes de regresar a Londres, quise venir a verte.

📲Bien, ya le digo a Zayn para que te recoja, nos vemos en el restaurante del hotel.

Después de colgar su llamada marcó a su hombre de confianza.

-Pues Nena, tu propuesta es buena, pero antes de aceptar dime ¿Que me darás a cambio?

La chica frunció su ceño, algo confundida.

-No entiendo ¿A qué te refieres?

El hombre se acercó mientras acariciaba él muslo de la chica por debajo de la mesa.

-Pues ya sabes a que me refiero, es más tengo una habitación en el piso 6 ¿Que dices? Tú y yo podemos estar más cómodos allá arriba.

La chica enfureció y retiro la mano del hombre de manera violenta

-Brad, creo que te equivocaste conmigo, solo quiero hacer un buen negocio contigo, del cual tu empresa se beneficiará de manera considerable, pero nada más que eso.

-Vamos Anastasia, no quieras hacerte la ingenua conmigo, lo que me propones puedo obtenerlo si me asocio con tu competencia, marca la diferencia en mi cama y te ayudaré.

Ana no lo pensó dos veces y lanzó una fuerte cachetada al hombre, en ese instante Maikcol ingresaba al lujoso restaurante para presenciar la escena.

-Eres un cretino.

El hombre de inmediato la tomó de manera fuerte de sus muñecas.

-Estúpida, ¿Como se te ocurre golpearme? No eres más que una mujerzuela, la cual no dudo se venda al mejor postor.

Ana se zafó de su fuerte agarre y lanzó otra bofetada, el hombre ofendido trató de regresar el golpe, pero fue detenido por el fuerte brazo de Maikcol quien de inmediato lo empujó hacía el suelo.

-Por lo visto no sabes tratar a una mujer.

-Tú ¿Quién eres? Idiota.

-De seguro un hombre de verdad, no un cobarde como tú.

El hombre se levantó furioso.

-Olvídate de mí inversión Anastasia, me encargaré de arruinar tu empresa.

Ana quedó sorprendida, por la amenaza del hombre.

-Señorita Williams, ¿Se encuentra bien?

-Si, si, si gracias, señor Vans.

-No tiene que agradecer, su acompañante actuó de una manera inaceptable.

-En verdad no sé qué pasó con Brad, no pensé que fuera así.

-¿La llevo a su casa?

-Agradezco su ofrecimiento, pero ya ha hecho mucho por mí esta noche.