Capítulo 3

Anastasia estaba en su habitación con su novio.

-¿Y qué te trae por aquí?, digo pensé que estabas en clase.

-Se suponía.

Respondió el joven.

-Pero la verdad es que no soporte la idea de que estuvieras molesta conmigo.

Le decía mientras tomaba el rostro de la chica entre sus manos para acercarla a él y besarla.

Anastasia aceptó el gesto y lo abrazo.

-Mi amor, no podría molestarme contigo.

-Se que fui algo grosero al colgar la llamada.

-No te preocupes, te entiendo. Además, teníamos ya planeado nuestra noche y lo arruine.

-No digas eso hermosa, imagino que no lo hiciste con intención.

-Tienes razón, mi hermana llegó ayer y teníamos una comida familiar.

-Wow no imagine que fuera tu hermana, a pesar de que no pude ver su rostro asumo que tiene casi tu misma edad.

Anastasia sonrió.

-Digamos que sí.

Después de resolver el malentendido la pareja salió rumbo a la Universidad.

-No recuerdo haberte escuchado hablar de tu hermana.

Le decía el joven de manera curioso a su novia, quien asumió que como siempre su hermana Anabela había acaparado la atención de todos en este caso de su amado.

-La verdad nunca lo vi necesario, igual tú nunca hablas de tu familia, es más ahora que recuerdo, dime ¿Por qué nunca hablas de ellos?

El hombre se tensó y ese gesto no pasó desapercibido para la chica a su lado.

-No te preocupes si no quieres hablar de ellos, no importa.

El joven pasó su brazo por encima del hombro de la chica y la atrajo hacía su pecho mientras con la otra mano sostenía el volante.

-¿Te he dicho cuanto te Amo?

La chica simuló pensarlo.

-Hoy no.

-Pues te Amo, te Amo, te Amo.

Le decía mientras besaba su coronilla.

-Sabes que también te Amo David.

-Lo sé.

-Bueno, dime ahora cómo te puedo recompensar por lo de anoche.

-Mmm no sé, déjame pensarlo.

-Bien, me avisas.

-OK, hermosa te dejo tengo clase en 5 minutos.

-Yo tengo más tiempo así que vete amor, mientras tanto esperare a Emma.

-No puedo creer lo que me dices Ana, tu hermana es una zorra.

-No digas eso, es solo que ella suele tener más simpatía con los hombres que yo.

Le decía mientras bajaba su rostro en señal de vergüenza.

-No amiga, eso no es ser simpática eso es ser una zorra. Me imagino que David no cayó es su juego.

-Él pensó que era yo.

-¿QUE? no lo puedo creer, ustedes son muy diferentes sin importar el idéntico parecido, no puedo creer que te confundiera.

Le decía su amiga en tono de voz molesto.

-Pues es lógico, ella tenía una mascarilla, en su cara, además llevara una toalla en su cabello por lo cual no se le notaba su rojizo cabello y pues en casa solo somos mis padres y yo, por lo tanto, es lógico que asumiera que era yo.

-Aun así, oye uno sabe distinguir a su pareja de los demás, ¿Que te dijo él después?

-Solo que nunca le había hablado de mi hermana, por lo cual le respondí que nunca habíamos tocado el tema, además yo ni siquiera sé nada de su familia.

-Tienes razón nunca me has dicho nada de su familia.

-Es que ni yo misma sé nada de ellos, no sé Emma a veces pienso que David está alejado de ellos, pero me gustaría saber el por qué.

-Sencillo pregúntale.

-Créeme eso haré.

Al terminar las clases Anastasia esperaba a David en la entrada de la universidad.

-Hola hermosa.

Le saludo el joven dejando un beso en los labios de la chica.

-¿Nos vamos?

-Claro Amor, ¿Quieres ir conmigo a cenar?

-Por supuesto.

-OK, vamos.

Le decía mientras tomaba la mano de la chica para dirigirse hacia su auto, después de algunos minutos llegaron a la casa de la chica.

-Hermosa iré a bañarme y cambiarme de ropa, pasaré por ti a las 07:00pm, así que ponte un poco más bella de lo que ya eres.

Anastasia sonrió y dejó un casto beso en los labios del hombre.

-Bien mi príncipe, esperare por ti a las 07:00pm,

Se encontraban en un lujoso restaurante.

-Mi Amor, todo está muy hermoso, pero no debiste molestarte, imagino que es bastante costoso.

-No te preocupes hermosa esto es menos de lo que te mereces.

Anastasia sonrió enamorada, David pidió al camarero una botella de Champagne.

-No, no, no es necesario el champagne.

-Claro que es necesario.

Insistió el hombre.

Después de cenar Anastasia seguía preguntándose por qué motivo era que su novio había pedido el champagne pues no recordaba algún motivo de celebración, David se notaba bastante nervioso.

-Mi Amor, ¿Te sucede algo?

-No hermosa, ¿Por qué lo preguntas?

-Pues te noto algo nervioso desde que llegamos, además disculpa, pero no recuerdo si tenemos algo que celebrar.

David sintió que ya era el momento, así que se levantó de la silla.

-Pues hermosa, es posible que, si haya algo para celebrar, pero todo depende de ti.

-¿De mí?

Pregunto la chica algo confundida.

David asintió y de inmediato dobló su rodilla y tomo la mano de la chica mientras con la otra sacaba la pequeña caja de terciopelo.

-Eres la mujer más maravillosa que he conocido en mi vida, me enamoré de ti desde el momento en que te conocí.

Anastasia estaba sorprendida, no articulada palabras debido al estado de shock, David continuó.

-Quiero pasar el resto de mi vida contigo si tú me lo permites, así que Anastasia Williams ¿Aceptas ser mi esposa?

Anastasia sonrió enamorada y se acercó a su novio.

-También te Amo mi Amor, y si, encantada me caso contigo.

David soltó la presión que tenía contenida en el pecho.

-Uff, por un momento pensé que no aceptarías.

Ambos se besaron con amor y pasión.

Después de la deliciosa cena, David llevo a su chica hasta la casa.

-Mi Amor, debemos planear todo, sé que en este momento no te puedo dar una gran celebración, pero quiero que seas mi esposa lo más pronto posible.

Anastasia lo beso y acaricio el rostro del hombre.

-Mi Amor, sabes que no soy de grandes celebraciones, así que si nos casamos solo los dos en una pequeña capilla para mi será suficiente.

David sonrió enamorado.

-Tampoco exageres hermosa, será algo sencillo, pero créeme en cuanto me establezca económicamente te daré la celebración que te mereces.

Anastasia sonrió y lo beso, poco a poco el beso fue cambiando de nivel y se convirtió en un beso necesitado, David empezó a acariciar el cuerpo de la chica, quien no se quedaba atrás pues ingreso sus manos bajo la camisa del hombre y empezó a acariciar su espalda. David no pudo evitar soltar un fuerte gemido cuando sintió como la chica besaba su cuello, por lo cual la aparto con dificultad.

-Por Dios hermosa, debemos detenernos, este no es el momento ni el lugar, cuando te haga el amor debe ser en un lugar especial.

Anastasia quien trataba de controlar su respiración, asintió avergonzada.

-Tienes razón, es mejor que ingrese a mi casa.

David dejo un caso beso en la chica.

-Te recojo temprano mañana.

Anastasia asintió y bajo del auto para ingresar a la gran mansión de sus padres, al estar tras la puerta se recostó y suspiro, mientras una sonrisa se posó en su rostro.

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