Capítulo 2

Toc-Toc

-Adelante.

-Hola Hermanita ¿Como estas?

Anastasia observó a su hermana y respondió en tono de voz serio.

-Bien Anabel, ¿Que tal tu viaje?

-Excelente los hombres de Madrid son muy divertidos, aunque siendo sincera prefiero los Neoyorquinos.

Anastasia puso sus ojos en blanco en señal de fastidio.

-Deja esa cara ya, no me digas que aún no perdonas lo que paso con Patrick.

-Sabes que eso está en el pasado.

-Espero que lo tengas presente y más ahora que él será mi esposo.

Anastasia la observó algo confusa.

-No pongas esa cara querida, sabes cómo es su madre de conservadora por lo cual ya le exigieron que debemos casarnos pronto y que crees regrese especialmente porque quiero que tu seas mi Dama de honor, quien mejor que tú quien nos conoce bastante bien a los dos.

-¿Estas loca?

Pregunto molesta.

-Pará nada hermanita, dices que ya todo está en el pasado así que, que mejor manera de demostrarlo que ayudarme a preparar mi boda.

Esto lo decía en tono de burla.

-No pongas esa cara, sabes muy bien que las cosas entre ustedes nunca funcionaron.

Anastasia salió de su habitación dejando a su hermana sola, quien pudo notar la foto que se encontraba en la mesa de noche y allí se podía observar a Anastasia en compañía de un apuesto David.

-Con que ¿Tú debes ser el nuevo amor de mi hermanita?

Se preguntó a sí misma.

Mientras tanto David llegó a su habitación en la universidad y hablaba por teléfono.

📲 Así es Brother, estoy perdidamente enamorado, sé que cuando la conozcas te va a agradar.

📱No lo sé hermano, aun estas muy joven para casarte ¿no crees?

📲 Pará nada, Anastasia es la mujer de mi vida y sé que me ama como yo a ella.

📱Opino que, deberías tomarte las cosas con calma, espera hasta que yo pueda viajar a Estados Unidos y la conozca, quizás le pueda dar mi visto bueno.

David se molestó con su hermano mayor.

📲 No me interesa que tú le des visto bueno, me casaré con ella ya tomé la decisión.

📱¡Por Dios! David, no tienes nada que ofrecerle y no creo que puedas vivir en el campus de la universidad con ella.

📲 Pues si no me darás tu apoyo, no importa la Amo y me casaré con ella estés o no de acuerdo, si me quieres retirar tu apoyo no te preocupes trabajare y saldré adelante.

📱No estoy diciendo que no te daré mi apo...

No termino sus palabras cuando la llamada había finalizado.

-Mierda.

Espetó el adulto lanzando su teléfono al suelo.

La cena finalizó y Anastasia estaba perdida en sus pensamientos por lo cual no pudo escuchar lo que su familia hablaba.

-Cariño te estoy hablando.

-Perdón madre estaba distraída.

-Eso note, te decía que me alegra que le puedas ayudar a tu hermana a organizar su boda.

-No he dicho aún que acepto, además tengo muchos trabajos de la universidad pendientes, así que no creo que tenga tiempo.

-¡Por Dios! Anastasia es tu hermana quien se casa, así que tienes que ayudarle.

En ese momento su padre quien era con él que más se la llevaba intervino:

-Mónica, no creo que sea prudente que Ana ayude a su hermana, además por mi parte no me agrada la idea de que Anabel se vaya a casar con Patrick es un poco hombre.

-Padre, el hecho de que Patrick me haya preferido por encima de Anastasia, no significa que sea un poco hombre.

-BASTA, ESTA DISCUSIÓN SE TERMINA AQUÍ.

-Papi no te preocupes, no me afectan las palabras de Anabel, además ya les dije no creo tener el tiempo suficiente para ayudar en su boda. La cena estuvo deliciosa ahora me retiro, tengo que estudiar para un examen de mañana.

Con esas palabras se retiró de la mesa.

-No puedo creer que ella aún no supere a Patrick.

-BASTA ANABELL.

-Pero Pa...

-Pero nada deja en paz a tu hermana.

Toc-Toc

-Adelante.

-Hija estas muy ocupada.

-No Papi, dime.

-¿Como estas?

-Bien Pa.

-Conmigo no tienes que fingir, dime bebé ¿Te afecto el matrimonio de tu hermana?

-Pará nada Papi enserio, me incomoda que ella quiera que yo sea su dama de honor, pero de resto no, Patrick no me importa de hecho lo que paso me sirvió para darme cuenta de que lo que sentía por él era simplemente un cariño especial.

-Me alegra escuchar eso. Cuéntame ¿Como van las cosas con David?

La chica sonrió enamorada.

-Muy bien, la verdad lo Amo estoy muy enamorada y sé que soy 100% correspondida.

-No sabes cómo me tranquiliza escucharte decir eso, te dejo descansar mi amor; que pases buena noche.

La chica abrazo a su padre.

-Igualmente Pa.

Al salir su padre de la habitación la chica tomó la foto en la cual se encontraba con su amado, la llevó a su pecho y suspiro enamorada.

-Te Amo David.

Con esos pensamientos poco a poco sus ojos se cerraron cayendo en un gran sueño.

A la mañana siguiente, David optó por ir a casa de su novia pues se quería disculpar por su enojo del día anterior, después de analizar las cosas tomó en cuenta que ni siquiera le preguntó el por qué había cancelado su compromiso de la noche anterior.

El timbre de la gran mansión sonó.

-Por Dios, ¿Es que no hay nadie que abra la puerta en esta casa?

Grito una Anabel molesta quien llevaba un albornoz ajustado a su cuerpo, tenía su cabello envuelto en una toalla y su rostro estaba cubierto con una gran mascarilla de color rojo.

Al abrir la puerta quedó impactada con el apuesto David, quien al ver la apariencia de la chica asumió que era su novia.

-¿Por qué estás en esas fachas? Amor

La mujer levantó su ceja confundida.

-¿Eh?

El hombre se acercó y la abrazo por atrás descansando su cabeza en el hombro de la chica

-Perdóname hermosa, sé que mi comportamiento no fue el mejor cuando hablamos por teléfono, pero por favor perdóname.

Anastasia quien bajaba los escalones de la mansión, no pudo evitar su molestia.

-DAVID.

El joven levantó su rostro y observó con confusión a su amada.

-¿Pero qué rayos?

Anabel sonrió con malicia.

-Hermana, ¿Me vas a presentar a este apuesto caballero?

David se alejó de la chica y se acercó a donde estaba su novia.

-Mi Amor discúlpame pensé que eras tú, aunque a decir verdad se me hizo extraño verte con esa mascarilla.

Anastasia trato de ocultar su molestia.

-David ella es mi hermana Anabel.

-Mucho gusto.

Dijo el joven mientras se acerca a la chica y estiraba su mano, a lo que Anabel se acercó más dejando un beso en su mejilla.

-El gusto es mío, querido.

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