LA GUERRA

¡HEBE!, escucha a tu padre, grito Señora Bryant - Mamá siempre haces lo que él desea, ¿dónde está mi libre albedrío?, ya te dije que no me voy a casar, soy lesbiana y no me pueden obligar, enfatizó en la última palabra, para luego cruzar sus brazos en el pecho adoptando una posición que remarcara su enojo, y lista para otro contraataque por parte de su familia, a unos metros en su padre, Nathan, estaba tan molesto con su hija que una vena se formaba en su frente, no era la primera discusión, desde que mostró su interés en comprometer a su hija en beneficio de la familia se desato el infierno en la casa Bryant, hasta su hijo mayor siendo el más obediente estaba a la defensiva con la idea, contuvo la respiración, al final con el deseo de finalizar con esta guerra miro a su hija, y con una voz seca cedió.

- Bien no te obligo a casarte, acepto que quieras a una mujer, lo único que exijo por tu libertad es que debes estar en embarazo al finalizar este semestre, de lo contrario no puedes irte al extranjero.

Mathew, que estaba en una esquina solo observando la disputa familiar quedo atónito ante la negociación de su padre, sin saber cómo intervenir en este caso se giró para ver a su hermana que al igual que su madre estaban confundidas ante tal petición.

Luego de unos segundos y totalmente fuera de si por esa revelación Hebe acepto el trato, con una sonrisa en el rostro sin querer dar a conocer sus propios pensamientos y emociones, dando por concluida esta reunión Nathan se puso de pie rodeo el escritorio aproximándose a su esposa, la tomo del brazo y se retiró de su estudio, dejando atrás a sus dos hijos sin dirigir la mirada a ellos una sola vez, en el momento que Hebe escucho el estruendo de la puerta al cerrarse con fuerza reacciono.

- Math, ¿mi padre quiere que sea madre soltera?- al decir esa frase en voz alta comprendido lo apresurado que fue decirle SI, pero su orgullo estaba herido, aunque creyó haber ganado realmente fue engañada.

- Hebye, al fin tus mentiras te han alcanzado yo no puedo intervenir - le respondió Mathew revelando lo molesto que estaba con el asunto; que su terca hermana no pensara antes de comprometer su palabra ante un viejo zorro como lo era su padre no ayudaba en esta guerra, aunque él la apoyaba en casi todo a su hermanita menor esta vez estaba fuera de su alcance hacer algo a su favor, sin más que decir se giró y abandono a su hermana en el estudio.

Al saber que todas sus malas decisiones la llevaron a este punto, ya no tenía salida, acepto un trato con su padre y así fuera por la cabeza caliente que siempre mantuvo no había marcha atrás, por algo su padre era uno de los 10 empresarios más reconocidos según Forbes, recogió todo el orgullo que aún tenía intacto y se dirigió a su habitación decidida en dormir y despejar su mente.

En la alcoba del señor y la señora Bryant, Nathan sirvió un vaso de licor, se acomodó en el mueble al lado de la ventana y liberando toda ira inclino su cabeza hacia atrás y cerró los ojos, al otro lado de la habitación en frente al tocador su esposa Penny se quitaba el maquillaje, observando atentamente en el reflejo de su esposo en el espejo cada gesto que hacía queriendo descubrir que paso por su mente al hacer ese trato con su hija, a pesar de ser un hombre de 45 años que se había conservado en buena forma, es muy simpático, pero en el último mes parecía que los años le pasaron las facturas con intereses, estaba demacrado e irritable, Hebe su hija menor y el prodigio de su familia no acepto casarse además revelando ser lesbiana, aunque la noticia no era para tanto su marido se vio acorralado sin saber que hacer, en ese momento Penny se liberó de sus pensamientos encontrando su mirada con su esposo a través de el reflejo,

- ¿Qué piensas cariño?, pregunto él en un tono muy calmado como si la discusión en el estudio hubiera sido hace muchos años atrás, Penny pensaba con sumo cuidado la pregunta que deseaba hacer sí que él se sintiera atacado o desautorizadó, al fin no hubo forma de endulzar sus palabras, se decidió por preguntar de forma directa - ¿Por qué quieres que ella quede en embarazo? - Soltó de manera clara, al ver que su esposa tampoco comprendía sus pensamientos procedió a explicarse – Yo amo a Hebye, ella es mi princesa y tú lo sabes, a pesar que ella es muy lista en todo, su forma de ver la vida no tiene responsabilidad ni un plan para su futuro, Math ya es el subdirector del departamento de desarrollo, aunque no ha terminado sus estudios lo está haciendo bien, pero ella ya termino la maestría es una gran profesional pero su forma de ser no la detiene, quiere andar por la vida solo estudiando o buscando problemas sin sentar cabeza, no puede seguir así, además si es lesbiana no hay problema aun es una mujer y puede formar una familia, el problema no es su espíritu libre, es que no quiere ser responsable - le respondió a su esposa esperando que ella comprendiera su decisión y lo respaldara.

Penny, consciente de que el esperaba su apoyo le sonrió como repuesta de que entendía sus argumentos y aceptaba, en el fondo ella también creyó que era lo mejor para su hija, Hebye siempre fue una chica muy inteligente con solo 21 años ya estaba finalizando su maestría en desarrollo empresarial, aunque ya hace unos cuanto años que era una profesional por su juventud decidió seguir estudiando y no ejercer la carrera, pero ya no debía seguir así, aunque su naturaleza siempre fue un tanto rebelde y varonil, ella sabía cuál era el lugar y el momento de comportarse, el único fallo de Hebye era su carácter tan volátil, en un segundo era todo paz y amor, al otro una fiera lista para irse a los golpes, así quien le lograba seguir el ritmo, por ello cundo su esposo le comentó de un matrimonio por contrato accedió, sintiendo que era la única esperanza, pero quien creería que el día que le dijeran ella revelaría que se inclinaba por su mismo sexo.

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