¿Amante?

...RODRIGO...

-¿Estas seguro de eso?-- pregunto curioso

-Muy seguro, eso no parecen unos simples comentarios, eso es algo muy serio

-¿Quién es ella?-- pregunto curioso aún con la carta en mi mano

-Es la que salio hace un momento, Ana López-- que bonito nombre, pienso, pero da igual, todas son iguales

-Bien, yo resolvere esto-- digo serio y salgo del despacho porque los restos de mi padre ya serán llevados al cementerio.

En el recorrido, la observo llorando, quiero acercarme a ella y consolarla pero no puedo y menos ahora que me he enterado de quien es en realidad. Maldita sea porque demonios me pasa esto a mí. Solo me límito a observarla, cuando acaba todo el entierro, me dirijo a la casa principal. Entro de nuevo al despacho, encuentro una botella de whisky y bebo un poco, debo bajar la ira de alguna manera.

-Adelante-- doy la orden cuando alguien esta tocando la puerta

-Señor-- esa voz, mierda-- es usted, hijo de Don Rogelio, no lo sabía, dejeme decirle que lo acompaño en su dolor-- me detengo a observarla pero de nuevo vuelvo a las letras escritas en esa carta

-Ahorrate la palabreria, ¿cuánto quieres por los servicios que le diste a mi padre?-- serio

-¿Disculpe?

-No te hagas, fuiste la amante de mi padre-- aseguro-- ya decía yo, eres una golfa!!!

No tarda en darme una bofetada, yo la miro con mucha rabia, sus ojos se llenan de agua.

-¿Cómo se atreve?, a mi me respeta!!!!

-Yo respeto a las personas que se dan a respetar, y tu estas fuera de ellas-- voy a la gran silla del escritorio y me siento-- quiero que te largues de aquí, olvidate de esta familia

-Es usted un poco hombre, me acusa sin saber nada de mi, no tiene ninguna prueba para acusarme, y me insulta como si fuera una cualquiera!!!!!!!-- apoya sus manos en el escritorio y me lo dice en la cara-- es un infeliz

-Y tú, una prostituta sin sueldo alguno!!!!-- intenta abofetearme de nuevo pero sujeto su mano antes de hacerlo-- no me vuelvas a tocar prostituta, nadie lo hace y si lo hizo alguna vez, lo va a pagar muy caro

Nuestras miradas hacen una batalla entre ellas, maldita mujer, ella sale del despacho por fin, porque me siento un poco mal con ella, pero no debo tenerle lástima por ser mujer, es una golfa y de eso no pasa.

-Señor-- ingresa Cayetano

-¿Qué pasa?

-Disculpe, ¿cuánto tiempo se quedara?

-Por mi, mañana mismo me voy de aquí, no tengo nada que hacer en este lugar

-Señor, el abogado de su padre llamo, el testamento se leera en una semana y necesita que usted este presente

-No quiero formar parte de eso, ni de broma

-Por favor señor, pienselo

-No necesito pensar nada.....-- salgo del despacho

Llego hasta la sala y veo a esa mujer de nuevo, sus ojos me miran muy fijo, esos ojos negros que tienen un brillo como si fuera la noche acompaña de las hermosas estrellas. Miro a Cayetano seguirme para convencerme.

-Cayetano, me quedo-- digo aún viendola-- que suban mi equipaje a mi antigüa habitación-- la reto con la mirada, si amas el dinero, harás hasta lo imposible por obtenerlo preciosa, la dejo ahi estatica

Subo a la habitación, todo esta como antes, sonrio al ver varias de mis antigüas pertenencias, me siento en la cama.

-A caso lo hice por ella-- pienso-- no, no, me quedo porque yo quiero y lo deseo, y no porque su presencia me llama hacia ella, espero no equivocarme-- pienso

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