Juntos en la plaza

Al llegar, se sentó a mi lado y nos saludamos con distancia.

El inicio la conversación, preguntando, como estaba.

Bien! Le respondí y tu?

Algo confundido con lo acontecido, no esperaba estar contigo de esa forma, ciertamente no lo merezco y por eso quería saber, porque lo permitiste ?

Yo lo escuchaba pero era como oírlo desde lejos, creo que me subió la tensión. Me repuse y tomando mi tiempo le respondí :

Al igual que tu, estoy confundida con esta situación, pero la verdad que siempre esperé un reencuentro contigo, no de la forma que fue, pero necesitaba saber que te llevó a irte de Chile sin mirar por tu hija, yo siempre te creí una buena persona e independiente que hubieses dejado de amarme había un vínculo importante, sobre todo que tu familia alardeaba de ser tan religiosa!

Si no hubiese tenido la mascarilla habría captado la cara de perro que seguro puso, pero en su voz note la molestia.

No metamos a mi familia en este asunto, me dijo.

Difícil no incluirla, porque si tu no fuiste capaz de apoyarme,, podrían haberlo hecho tus padres como abuelos.

Se quedó en silencio absoluto y luego de un rato me pare, y le dije que debía volver.

Me esperan en casa y no puedo seguir acá, no quiero tener problemas.

Me tomo la mano con fuerza y quizo abrazarme,me aparte rápidamente por miedo a que alguien nos viera.

En ese momento me reconoce una amiga y me saluda cariñosamente, por la pandemia hace rato no nos veíamos, atiné a presentarlo como un amigo y ella se retiro.

Me sentía como una adolescente haciendo cosas a escondidas, pero no quería detenerme, sabía que podía llegar al infierno y iva directo para allá.

Me volvió a tomar la mano y está vez nos miramos fijamente por un rato.

Necesito estar en un lugar donde podamos hablar tranquilos, me dice.

Hoy no puedo mañana nos ponemos de acuerdo, le dije, adiós rápidamente y me fui.

Llegando a mi casa me llega un mensaje.

Te paso a buscar mañana!

Pero si no sabes donde vivo, conteste.

Te seguí a tu casa, fue difícil seguirte el paso, caminas muy rápido, jajaja.

A él le pareció chistoso, pero a mí me molesto bastante, me dieron ganas de mandarlo a la mierda, pero mis ganas de más me retuvieron

Dejarlo acercarse a mi casa era exponer a mi familia y eso no era posible. Tenía que manejar la situación bien lejos de ellos.

Al día siguiente esperaba su llamaba, me prepare con un buen baño, su rico perfume y una linda ropa para el encuentro. Les dije a mi hijas que me juntaría con una amiga en su casa, para tener una excusa para salir sin mucha pregunta.

Llegaron las 8 de la tarde y me llegó su mensaje.

Te espero en la esquina de tu casa, ando en un kia rojo,decía el mensaje.

Salí de mi casa mirando para todos lados, nerviosa que algún vecino me viera, subí rápidamente al auto y partimos a la carretera, guardamos silencio por un rato, hasta que el sugirió detenernos en lugar, era un mirador del cual se divisaba la ciudad completa.

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