Capítulo 3

Parece que se te hizo tarde - dijo esta seductoramente, aún así no logró despertar nada en Taylor que sólo pensaba en Dennis.

-Lo siento preciosa, estoy muy cansado me voy a dormir.

-Te haré un masaje talvez eso te ponga de humor.

-No, no te preocupes solo necesito descansar -contestó y se fue a la cama dejando a una muy molesta Mirna que no se explicaba como era posible que la hubiese rechazado pero metida en su papel de chica sumisa no dijo nada. Taylor por su parte le daba vueltas al asunto en su cabeza, nunca antes se había enamorado y aunque lo que había sentido en ese momento era algo fuerte debía verificarlo. Al despertar Mirna no encontró a su amado a su lado ya que este se había ido temprano. Si supieras a donde voy no se como reaccionarias pensó Taylor viéndola dormir, Mirna seguía siendo tan bella como siempre pero no le causaba el mismo efecto.

El sonido de la puerta lo despertó, eran las 9am y sentía que su cerebro iba a explotar se tiro del sofá y fue a abrir.

-¿Estas bien? Te traje café -el tipo de traje interrogó tan serio como siempre.

-Mmgg gruñó, si gracias ¿Cómo sabe donde vivo?.

-Deja el usted después de ver tu estado anoche no se siente correcto - Taylor amonestó-. ¿Puedo pasar?.

-Si pasa sientate si quieres -invitó no muy cortes Dennis-. Muy bien ahora dime ¿Como sabes donde vivo?.

-¿Qué, ya lo olvidaste? Te traje anoche estabas tan ebrio que ni siquiera te podías parar sólo.

-Mierda de todos los seres humanos al que menos me gustaría deberle un favor es a ti. Aun así lo lamento se que puedo ser un fastidió cuando bebo Mirna siempre me lo decía -a Taylor ver la mirada triste por causa de otra persona no le agrado.

-Deja de pensar en ella -advirtió mientras lo acorralaba con su brazos-. No quiero que la vuelvas a mencionar volvió a decir juntando sus labios en un beso.

-¿Que rayos haces? -Dennis se sorprendió-. Esta bien ya no la voy a mencionar, tranquilo -dijo este mientras se escabullia-. Es sólo que aún la amó, no es fácil olvidar a alguien que conociste desde niño y con quien viviste 10 años, planifique mi vida entera junto a ella creí que sería la madre de mis hijos. Por eso no me es fácil dejarla ir.

-Para ella, si nunca piensa en ti.

-Lo se, no se como no me di cuenta cuando se terminó lo de nosotros. Yo... no comprendo como me olvido tan rápido aunque bueno tal vez si, ella dijo que eras mejor que yo en todo, la verdad me gustaría saber como olvidarla también.

-¿Quieres que te ayude? -ofreció con mirada depredadora.

-¿Que? -Dennis no estaba seguro de que estaba haciendo con el actual novio de su esposa y sobre todo no sabia que carajos era el extraño ambiente entre ellos pero aun así aquí estaban muy cerca uno del otro.

-Mirna dice que soy bueno en hacerla olvidarte ¿No? Talvez también te funcione, así que intentemos -gruñó acercándose aún más.

-Si, no... creó que funcione igual -rió sarcástico y algo molestó.

-No te mataría intentar, ven acá -lo jalo del brazo para acomodarlo en su regazo quedando Dennis con una rodilla a cada lado de Taylor que lo besaba dulce y profundamente lento.

-Vaya me siento confundido en este momento -Dennis se toco los labios inconsciente del efecto que esto causaba en Taylor.

-Ven acá te sacare esa confusión -expreso nuevamente Taylor mientras lo volvía a besar. Dennis cedió impulsado por la rabia, los celos, la confusión pero sobre todo por el deseó de vengarse de Mirna ya que si ella amaba tanto a este hombre el se aseguraría de que este pasará poco tiempo con ella

Al menos así le estaría robando algo valioso para ella pensaba con dolor confuso ya que a pesar de todo el aún la amaba-. Vas a disculpar, pero planeó llegar hasta el final hoy.

-¿Qué? No, no, no, no yo...ni siquiera estoy seguro de como lo hacen dos hombres -se asustó Dennis.

-Tranquilo tengo una ligera idea, tu sólo dejate llevar,prometo ser bueno -Taylor alentó.

Dennis fue Incapaz de contestar, no sólo por el bochorno que le producía pensar que estaba siendo tocado por las mismas manos que tocaban a su esposa, sino también por lo bien que el idiota besaba. Medio alcanzó a hacer un gesto de asentimiento con la cabeza, segundos después estaba desnudo con Taylor entre las piernas que le hacia sexo oral la sensación era incomparable sintió que este acariciaba suavemente sus glúteos un ligero escozor lo puso medio en alerta, justo en ese momento Taylor jalaba suavemente la piel de sus testículos con los labios haciéndolo olvidar rápidamente. Vaya que se sentía bien su mente dijo entre la bruma al sentir que los dedos en su trasero se abrían estirando su esfinter, su corazón latía a mil por hora y empezó a desear que Taylor lo penetrara con algo más que sus dedos este pareció leer sus pensamientos. El ruido de un condón roto lo confirmó. Por la mente de Dennis pasó la intención de dar marcha atrás pero fue solo una ligera brisa en comparación con el tornado que estaba provocándole Taylor que se dispuso a penetrarlo allí en la orilla de la cama donde ni siquiera sabía como habían llegado. La primera estocada fue lenta y suave al igual que las siguientes provocándo en Dennis desesperación luego la velocidad aumentó un poco más sin llegar a ser brusco. Taylor quería disfrutarlo todo lo posible, quería que lo que estaba sintiendo no acabará nunca de ser posible.

-Esto es demasiado bueno -le susurró al oído a su amante. Las manos de Dennis acariciaban su pecho y espalda aferrándose a el con gran ferocidad y una necesidad casi asfixiante, sentir esas gruesas, ásperas y enormes manos era la gloria nunca antes había experimentado caricias tan puras tan sinceras sin ningún interés de por medio deseo con todas sus fuerzas congelar ese momento tan hermoso.

-Más... -los labios de Dennis se movieron rogando por más con desesperación extrema lo que causó que Taylor fuera incapaz de permanecer por más tiempo a un ritmo tan lento. Intensificó sus envestidas provocando en el otro fuertes gemidos de placer segundos antes de acabar sintió el tibio semen de su compañero sobre el vientre de ambos ver aquello lo puso a mil e inmediatamente se vino también.

-Joder que bueno estuvo -expresó Dennis viendo el techo de la habitación que había compartido con su esposa por casi 10 años

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