Prólogo

No podía creer que al fin habia llegado el gran día, a pesar de que muchos de mis amigos y conocidos que ya habían pasado por esto, me advirtieron que cuando llegara la fecha de mi boda iba a ser invadido por una oleada de sentimientos y sensaciones, en esos momentos pensaban que solo estaban exagerando.

Sin embargo, hoy comprobé que no estaban siendo dramáticos, y en efecto eso es lo que me está sucediendo, en este instante estoy temblando de la emoción. Respiro profundo un par de veces tratando de controlar mis nervios, pero es en vano. No estaré tranquilo hasta que vea a mi hermosa novia convertirse en mi esposa ante los ojos de Dios.

Cuando pienso que estoy a punto de colapsar escucho el ruido que hace la puerta al abrirse, me doy media vuelta para ver de quien se trata y veo que es mi bella madre.

-Mi amor mírate, eres el novio más guapo que mis ojos han visto- Sus ojos brillan de la emoción.

Me acercó a ella, quien me recibe con un fuerte abrazó, luego besa mis mejillas y susurra en un tono nostálgico-Eres tan parecido a él, habría estado muy orgulloso del hombre en el que te has convertido- Rápidamente limpia las lágrimas que corren por sus mejillas, cada vez que habla de papá es imposible que no se le escape un par.

-Desearía que estuviera a mi lado hoy compartiendo mi felicidad- Se puede decir que he sido un hombre que ha tenido todo y nunca me falto nada, pero lo que más quería desde que era un niño y jamás pude tener fue un papá. Él murió cuando yo tenía tres años, no recuerdo casi nada de él, pero mamá siempre dice que lo que más amaba en el mundo era a su familia y murió protegiendo a quienes amaba. Las figuras más parecidas que tuve a un padre, fueron mis tíos Marcos y Lucas, y por supuesto mi abuelo, pero cuando cambiamos de ciudad mamá dejó de contactarlos, supongo que hablar con ellos le hacía recodar el motivo por el cual mi padre fue asesinado.

-Y lo está mi amor, él desde el cielo cuida de nosotros- la voz de mi madre me saca de mis pensamientos. -Es hora de irnos, si no el que va a llegar retrasado serás tú y no la novia- Dice mientras observa el reloj en su muñeca.

Asiento y entrelazo mi mano con la suya para ponernos en marcha hacia la iglesia en donde uniría mi vida con la segunda mujer que más amo en este mundo, mi querida Melissa. A pesar de que nos topamos con un horrible trancón pudimos llegar justo a tiempo. Baje del auto junto a mi madre, afuera de la iglesia nos estaba esperando mi mejor amigo y padrino de boda.

- Apenas tienes 22 años ¿Estás seguro de que quieres casarte? Aún estas a tiempo de arrepentirte, si sales corrien… auch- Mi madre no deja que termine su peculiar bienvenida, lo jala de la oreja y empieza a reprenderlo.

- Francisco, quien es su sano juicio le aconseja al prometido de su hermana que la deje plantada- A mi amigo se le está poniendo la oreja roja y yo no aguanto la risa.

-Solo era una bromita señora Smith, no es para tanto- En su voz se nota una pizca de dolor.

-Mamá suéltalo, le vas a arrancar la oreja. Él solo está celoso porque su hermana ya no lo va a querer-Bromeo y los tres sonreímos.

-Ya dejen de tontear y entremos, la novia y sus padres no tardan en llegar y nos encontrarán aquí-Ordena mi madre y no dudamos en obedecerla.

Ingresamos a la iglesia y tomamos nuestros lugares, era cuestión de minutos para que la marcha nupcial sonara y mi hermosa novia caminara del brazo de su padre hacia mí. Los minutos fueron pasando y no habia rastro ni de Melissa ni de sus padres. Cada vez que miraba el reloj, la impaciencia y el temor crecía en mí, para intentar calmarme comencé a caminar de un lado a otro.

- ¿Quieres quedarte quieto? Estás mareando a los invitados y a mí también- Me dice entre dientes mi mejor amigo.

-Acaso no has visto la hora, es para que la ceremonia ya hubiera terminado. Y ¿si ella se arrepintió? – Los invitados habían comenzado a murmurar aumentando mis nervios, mi madre solo sonreía y apretaba mi mano.

-Relájate, conozco a mi hermana y esta perdidamente enamorada de ti. Ella no te dejaría plantado, seguro es el tráfico o tal vez al auto se le pincho una llanta- Franco trata de tranquilizarme, pero muy dentro mi corazón presentía que algo no estaba bien.

Me encontraba a punto de perder la cabeza cuando el teléfono de Francisco sonó, con una sonrisa me muestra la pantalla de su móvil y antes de contestar susurra. -Te lo dije- Su rostro palidece unos segundos después de responder la llamada, haciendo que una opresión se instale en mi pecho y un nudo apriete mi garganta, por más que trato de pronunciar algo, las palabras simplemente no salen.

- ¿Qué pasó? ¿Dónde están Melissa y tus padres? – Inquiero con miedo cuando al fin logro encontrar mi voz, pero mi amigo se encuentra en una especie de trance y no responde.

Sacudo a Franco para que reaccione, cuando logra volver en sí, le hago las mismas preguntas. Con la voz apagada y llena de dolor dice -Axel, mi hermana… Mis padres y mi hermana tuvieron un accidente - su voz se comienzan a entrecortar – Axel, ellos murieron - Negué con la cabeza. Tenía que ser una mentira, mi Melissa no podía estar muerta.

No iba a aceptar su muerte hasta que viera su cuerpo con mis propios ojos, fuimos hasta la morgue, pero como me encontraba alterado no me dejaron pasar.

Franco fue quien entro a identificar los cadáveres, mi corazón guardaba la esperanza de que esto fuera una broma.

Minutos más tarde Franco sale y me entrega un anillo que enseguida reconocí, el aire me comienza a faltar y una corriente de frío recorre todo mi cuerpo cuando la realidad me golpea ¡Melissa y nuestro bebé estaban muertos!

Hace una semana nos enteramos de que seriamos padres, hoy compartiríamos la noticia con nuestros seres queridos. Lo que debía ser un día de celebración y lleno de alegría se había transformando en un verdadero infierno.

En ese momento mi mundo entero se derrumbó, todo comienza a dar vueltas y caigo al piso. cuando los brazos de mi madre me rodearon empiezo a llorar como un niño pequeño. Solo quería despertar y que esto fuera una maldita pesadilla.

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Te doy la bienvenida a esta historia, espero sea de tu agrado.

Este es un borrador, así que es probable que te topes con errores de redacción, ortográficos, de contexto y demás.

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