Conociendola.

Entonces gire, no tenía más opción, mi manera de pensar cambió por completo, la miré, era una verdadera dicha conocer a una mujer tan linda y elegante como ella, en realidad era hermosa, tenía unos ojos espectaculares, claros como el mar, su sonrisa hacia deslumbrar sus hermosos dientes blancos, su piel era tan clara como la nieve y su cabello tan oscuro como la noche en realidad era ÚNICA. Pero entonces recordé que el amor no era para mí una vez lo intenté y fallé no pensaba dejarme llevar por mis emociones.

Aldair: Ya no importa.

Arisbeth: Claro que importa, me debés un helado, ni si quiera lo pude probar.

Ella sonrió y yo no pude hacerlo, mi dureza no me no me lo permitió.

Aldair: Disculpa, tengo prisa.

Narra Arisbeth........

Era verdaderamente guapo y elegante, sin duda lo había visto en algún lado antes, me recordaba a alguna persona, pero igual era demasiado extraño y serio, él no sonrío ni siquiera Por un segundo, se disculpó y dijo que tenía prisa, después siguió su camino.

En realidad no me importó mucho, simplemente sentía que le debía una disculpa formal, puesto que ayer le dañe su traje; Yo tenía un compromiso, para ser exactos, tenía una junta de trabajo, anoche subieron un anuncio, buscaban inversionistas en el edificio más alto de Australia, en el que prometí que trabajaría algún día, esta era mi oportunidad estaban buscando inversionistas y yo tenía mucho dinero sin utilizar. Entonces continúe caminando, aún faltaban unos minutos para la junta, pero prefería llegar con tiempo de anticipación, Y así fue, llegué al enorme edificio Maldonado, era en realidad espectacular, tenía una altura increíble, camine hacia adentro, subí en el ascensor, llegué hasta el último piso del edificio, por un momento me imaginé siendo una de las jefas de ese lugar, Todo estaba perfectamente ordenado y controlado, Todo estaba en su lugar y las personas hacían su trabajo, estaba en total silencio, inmediatamente una señorita, camino hacia mí y me preguntó que buscaba, yo le dije que tenía una cita de trabajo y ella me dijo que la acompañara, caminamos por un pasillo, hasta una enorme puerta de madera donde me dijo que me llamarían.

Narra Aldair......

Tenía tres citas, había yo atendido una, aun me faltaban dos, según el encargado había buscado a las tres mejores personas para el puesto, él dijo que eran tres exitosos inversionistas que tenían mucho dinero en las bolsas para invertir en mi empresa, a mí no me importaba dinero que tuvieran, sólo quería una persona que pudiera controlar el lugar, y sin duda la primera persona no lo era, entreviste a la segunda persona, una señora bastante mayor, 75 años para ser exactos, su dificultad para caminar me hizo pensar qué tendría el mismo problema para controlar mi empresa, yo necesitaba una persona que no parará y no podía comprometer a una persona mayor a hacer eso, debía seguir buscando y si la última opción no me convencía, no tenía idea de lo que debía de hacer. La última persona entró, no lo podía creer, en realidad era el destino, era ella nuevamente, la señorita de la nieve de helado.

Ella me miró y sonrió una vez más, dejando ver sus blancos dientes, me puse de pie y ella tomo asiento.

Aldair: Buenas tardes, estás en el lugar correcto?.

Arisbeth: Lo mismo le pregunto, según yo vine a una entrevista con el señor Maldonado.

Aldair: Tu servidor.

Arisbeth: Usted es el señor Sergio Maldonado?.

Aldair: El es mi padre, mi nombre es Aldair Maldonado.

Le estreche la mano y ella la tomo, entonces los bellos de la piel se me erizaron.

Arisbeth: Mi nombre es Arisbeth Bernard, la mujer que necesitas para este puesto.

Yo estaba casi seguro, que ella era no era la mujer que necesitaba para el puesto.

Aldair: Bien, entonces empezamos, necesito a una persona que pueda invertir en este lugar, que tenga el carácter para controlarlo conmigo y el tiempo suficiente.

Arisbeth: De eso no tengo duda, lo podría hacer incluso sin usted.

Esas palabras lastimaron por completo mi ego, entonces me convencí de que ella no era la mujer que buscaba para el puesto, tenía que buscar alguna excusa para deshacerme de ella.

Aldair: Lo siguiente, 30 millones de dólares, es lo que necesitas para invertir en mi empresa.

Ella sacó la chequera de su bolso, e inmediatamente a punto la cantidad que yo le dije, para luego estrecharme el cheque.

Arisbeth: En dónde firmo?.

Sabía que sin duda era una mujer poderosa, no tenía problemas con el dinero y menos con su seguridad al hacer las cosas y aunque me dolía aceptarlo, si era la indicada para el puesto. Yo le hice señas a mi secretaria y ella de inmediato se acercó con una carpeta, la cual estaba llena de papeles que ella firmaría.

Narra Arisbeth.......

Oficialmente era una de las inversionistas de la empresa Maldonado, no me importó ser muy soberbia si él quería seriedad eso es lo que le daría.

Arisbeth: Mañana estaré muy temprano aquí, solo espero tener una oficina muy grande, no espero menos de usted señor Maldonado.

Me puse de pie y tome mi bolso, le estreche la mano y el no dijo nada más, me di la vuelta y salí de ese lugar con una enorme sonrisa, mi objetivo se había logrado, ese enorme edificio que ví hace un año, era oficialmente donde sería feliz apartir de ahora.

Narra Aldair.......

Su seguridad al caminar era hipnotizante, ella haría lucir a mi empresa, con un rostro tan perfecto todos querrían trabajar aquí.

tomé mi celular e inmediatamente le marque a mi padre.

Sergio: Maldonado.

Aldair: Como supiste que estabas enamorado de mi madre?.

Sergio: A qué se debe esa pregunta?.

Aldair: olvídalo padre.

Con mucha pena colgué el teléfono y me quedé sentado pensando en lo que acababa de hacer, acaso me gustó esa mujer? porque hace tiempo que no me sentía así?

Me puse de pie y decidí continuar con mi día laboral, no me podía dejar llevar por mis emociones.

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