Capítulo 16

Santiago Vólkov

Dicen que cada mala acción tiene su merecido y que cada mala decisión siempre tiene sus consecuencias. En mi caso se aplican todas, mis malos actos han provocado todo lo que me ha pasado y lo entiendo, me lo merezco. Para no hacerles la historia muy larga les resumiré un poco.

Lo primero, fue el amar o bueno creer amar a una mujer incondicionalmente que solo me usó y me engañó a su antojo ¡Así es! Aurora, mi novia o exnovia como la quieran llamar, me era infiel desde que nuestra relación empezó. De eso hace casi 6 años. La muy desgraciada se revolcaba con su fotógrafo en mis narices, dios de solo pensar que cada vez que decía tener un viaje de trabajo solo me estaba poniendo el cuerno me enferma. Todo este tiempo ella estuvo detrás de mi dinero y yo como buen estúpido no me di cuenta.

Pero es bueno que esto me pase, me lo merezco. A mi mente vienen como ráfagas las palabras de mi familia cuando me decían que ella era una oportunista y que no valía la pena. Es que aun teniendo las pruebas de su infidelidad frente a mí, no quería aceptarlo. Darío y Michele habían venido a verme a Rusia, ya que llevaban mucho sin saber de mí y una vez aquí. Me enseñaron un sin fin de fotos donde se veía claro que ella estaba con otro.

Yo enfurecí y la boté de mi casa, no podía creer que ella fuera así, pero dicen que hasta no ver no creer. Un día la seguí para salir de mis dudas, ella había dicho que iría a casa de su madre por unas cosas que se le habían quedado. En ese momento, me di cuenta de su gran mentira porque ella no se lleva con su madre y mucho menos va a su casa.

Después de seguirla, la vi entrando en un hotel por lo que al entrar yo. Armé un buen alboroto en recepción para que me dijeran en que habitación estaba y al ser un Vólkov, no pudieron negarmelo. Cuando llegué a la habitación, la vi a ella revolcándose con su amante como la zorra que es. Luego de eso, me encargué de acabar con ella y su patético amante el cual la dejó luego de no tener donde caerse muerta.

La segunda parte de la historia, es peor porque luego de aquella discusión que tuve con Laurent no fui el mismo. Cuando regresé a Rusia, la culpa y mi consciencia me estaban matando y un sentimiento extraño se alojó dentro de mí , el cual me hacía pensar en ella todo el tiempo. Tanto así, que me moría de ganas por saber del bebé. Si estaba bien, que sexo sería y sobre todo, como se vería ella embarazada. Pero por mi ceguera con Aurora y mi patético ego, no regresé y no reconocí mi error.

Luego de mi gran fracaso y mi mala suerte con el supuesto amor de mi vida. Me sumí en una inmensa depresión en donde mi único acompañante fue el alcohol y esa hermosa foto de esos dos rayos de luz que quiero en mi miserable vida.

Sé que después de lo que hice, no tengo derecho a pedir perdón. Sin embargo, estoy dispuesto a hacer hasta lo imposible por reparar mi error. Y aunque me tardé demasiado en darme cuenta, se que desde que vi a Laurent por primera vez, ella puso mi mundo de cabeza.

Así que ahora, cuatro años después estoy de vuelta. Dispuesto a todo por recuperar lo que yo mismo un día perdí por idiota. Por no saber valorar lo que la vida me estaba dando.

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