Capítulo 13

Laurent Vitale

No podía creer que esto me estuviera pasando a mí ¡A mí! Que no he hecho nada malo para merecerme tanto sufrimiento. Todavía no podía procesar las palabras que salían de su boca sin filtro alguno. Primero que abortara, después que lo hacía por su dinero y ahora me llama zorra. No sé ni como pasó, pero exploté.

Estampé mi mano contra su rostro de manera rápida, sin darle tiempo a pensar, descargando parte de mi coraje y frustración. Él me miró a los ojos y se quedó ahí, buscando la respuesta a lo que había acabado de hacer. Pero si cree que me dejaré intimidar y menospreciar por él, está muy mal. Limpié mis lágrimas y respire profundo bajo la estricta mirada de él sobre mí. Mantuve mi cabeza en alto con la dignidad que siempre he tenido y lo miré con odio y mucho asco, para luego escupir todo mi veneno sin contemplación.

_Eres un infeliz. Sabes perfectamente que fuiste el primer hombre que me tocó y de eso ya hace un mes. Justo el tiempo que tengo de embarazo ¿Cómo te atreves a llamarme zorra?

Yo seguía hablando y él solo se dedicaba a mirarme y a no decir nada. Pero cuando habló al fin, las ganas de odiarlo aumentaron más y esta vez para quedarse.

_¿Cuánto quieres? ¿Dime cuánto? Estoy dispuesto a pagar lo que me pidas. Pero no esperes que esté dispuesto a hacerme cargo. Yo ya tengo novia y planes para mi futuro con ella, esto no me los va arruinar.

Sus palabras, fueron como espadas filosas que atravesaban mi piel. Lo podía oír, pero no podía creer que de verdad salieran de su boca. Si bien sé que no sentimos nada el uno por el otro, pero de ahí a rechazar a su propio hijo ¿Qué clase de persona hacia eso?

_Y como te decía, nadie debe enterarse de que yo y tú... _ Lo interrumpí, no quería seguir escuchándolo más.

_ Cállate de una buena vez _Dije casi gritando y su mirada se fijó en mí de nuevo _Te escucho y no puedo creer que seas humano, pero sabes qué, hagamos algo _Digo.

_¿Qué quieres? _Me pregunta de nuevo.

_¿Qué quiero? _El asiente _Quiero que desaparezcas, que te pudras en el infierno por todo esto que estás haciendo ¿Y sabes qué? Si pensaste que lo hacía por tu dinero, déjame corregirte, porque no lo necesito. Pero algún día te vas a arrepentir de haber abandonado a tu hijo. Porque "eso" como tú lo llamaste, tiene tu sangre. Te deseo una larga y próspera vida al lado de tu novia. Porque a lo que a mí concierne, seré feliz con mi hijo.

Salí de esa maldita casa como alma que lleva el diablo. Estaba furiosa y dolida, pero no por mí. Si no por esta criatura que va a venir a este mundo y no conocerá a su padre. Ya en el ascensor me dejo caer sobre mis pies y rompo en lágrimas. Sabía que era mala idea contarle a ese infeliz, pero aun así no iba a cambiar de opinión. Voy a tener a mi hijo y voy a procurar ser feliz, por él y por mí. Nunca le faltará amor y cariño, de eso estaba segura, por lo que a partir de hoy solo somos él y yo.