15. REAL

8 DE OCTUBRE DE 2.047

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HUGO

Dong y yo estamos viendo las ganancias del último vez, quiero organizar todo bien, fue bastante buena estamos cada vez mejor.

–. ¿Cómo ves todo, amigo? –me pregunta.

–. Todo bien –asiento–. No hay ningún error por el momento.

–. La empresa va creciendo, te estás volviendo fuerte –sonríe–. ¿Ahora que?.

–. Ahora quiero ir por los Leone –suspiro–. Quiero acabar con ellos y así poder manejar su territorio.

–. Ellos jamás se esperarán –me dice–. Aunque ya sepan que estás cerca.

Salgo de la empresa luego de la charla con Dong. Conduzco para llegar al búnker, cuando entro me encuentro con Ángela.

–. Hola, mí amor –la abrazo–. Me alegraste el día.

–. Eso es lo que una novia debe hacer –me da un beso–. Tengo que hablar contigo. ¿Podemos?.

–. Claro que sí, mí vida –tomo su mano–. Anda vamos a la oficina.

Llegamos allí, nos sentamos en el sofa.

–. ¿Que querías decirme, amor? –le pregunto.

–. Aaamm... Está noche no voy a poder acompañarte –me dice–. Hay algo que tengo que hacer.

–. Lo entiendo perfectamente pero... –ladeo la cabeza preocupado–. ¿Es algo grave, amor?.

–. No, no –niega sonriendo–. No es nada grave, solo un asunto algo... Raro.

–. Mmmhh... –la miro–. ¿No tendrás a otro novio por ahí?.

–. ¡AY NO! –exclama y me golpea–. ¡Deja de decir estupideces!.

–. Perdón, era broma, mí vida –la beso–. Bueno... Te deseo suerte. Pero mientras tanto. ¿Quieres un café o un par de besos míos?.

–. ¡Ah! ¡Que indecisión! –exclama–. Pero creo que me decidiré por unos besos.

–. No la tenías igual, eran los besos o nada –me río.

La beso con pasión y amor. Esta mujer a transformado por completo mi mera existencia.

–. Sabes que quiero casarme contigo –le digo–. ¿No es así?.

Ella se tensa de inmediato.

–. ¿Quieres... Que nos casemos? –pregunta nerviosa.

–. Si, eso quiero –afirmo–. ¿Que me dices?.

–. Yo... –se aclara la garganta–. Bueno... Creo que...

–. No te preocupes –le digo riendo–. No ahora, claramente, en un año más cuando mucho. Pero mientras tanto... Eres solamente mia. ¿Quedo claro?.

–. Si, quedo súper claro –me mira.

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Por la tarde Angela se fue y yo me quedé en la oficina. Ya son las 20:30hs.

Ya estoy apunto de irme, cuando tocan la puerta.

–. ¿Quien es? –pregunto.

Creta entra por la puerta sonriendo.

–. Buenas noches, Hugo –dice–. ¿Estás solo? ¡Que sorpresa!. Pensé que tu novia estaría contigo.

–. ¿A qué viniste, Creta? –me cruzo de brazos–. Ya estoy por irme.

–. Está bien, pero te haré una pregunta... –dice curiosa–. ¿Sabes dónde está tu novia ahora?.

–. ¿Por qué te tiene que importar, Creta? –la miro molesto–. Lo que haga mí novia en privado no es asunto mío.

–. Claro –dice sarcástica–. Si ni siquiera sabes quién es realmente.

La miro con confusión "–. ¿Que quiso decir con eso? –".

–. ¿Que quisiste decir con eso, Creta? –pregunto.

–. Yo solo digo... –suspira–. ¿Que hará Renzo Leone cuando se entere que te has estado revolcando con su adorada hija?.

Me quedo en shock.

–. ¿De que estás hablando? –pregunto.

–. Tu novia no es quien dice que es –me sonríe–. Ella no es Angela Cruz es Evangelina Leone.

–. ¡ESTAS DICIENDO ESTUPIDECES! –me levanto–. ¡VETE DE AQUÍ!.

–. Si yo estuviera mintiendo –me tira unas fotos–. ¿Por qué tendría esto?.

Miro las fotos, Angela está en ellas junto a Renzo Leone y su familia... No es verdad.

En otra de ellas Leone besa la frente de ella con una familiaridad increíble... No, no puedo creer esto.

–. Esto no es real –empujo las fotos–. Vete y llévate esto contigo.

–. Es real, Hugo –sonríe–. Si quieres probarlo, ve aquí –me entrega una invitación–. Es el cumpleaños de su querido tío Aleskei.

Así se va de mí oficina. Miro las fotos, entonces llamo a Pablo.

📱 << –. Pablo prepara el auto – >>

📲 << –. Si, señor – >>

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–. Señor –me llamo–. Hemos llegado a la fiesta.

–. Esta bien, Pablo –asentí–. Gracias.

Baje de mí auto y mí el enorme palacio en donde se celebraba una gran fiesta, empecé a caminar bajo la mirada de todos aquellos. Nadie decía una sola palabra y me dejaban pasar, espero y no verdad lo que Creta me dijo.

Dos hombres abrieron la puerta hacia un enorme salón, ya había mucha gente. Todos callaron al verme nadie se esperaría que llegara alguien apenas conocido a este lugar. Busque con la mirada rogando no encontrarme con la verdad... Pero la vi, ahí quitandose la máscara, sus ojos azules me miraron.

¿Que hacía aquí? ¿Era verdad...?.

–. ¿Quien es ese? –escuche un murmuró.

–. No lo sé –murmuro otra personas respondiendo.

No prestaba atención solo miraba aquellos ojos que se humedecian poco a poco. Me di vuelta así como vine y salí de aquí. Pablo me esperaba afuera con el auto preparado.

–. Vámonos, Pablo –ordene apenas me acerque–. ¡AHORA!

Me subí al auto y él aceleró, me gire y la vi saliendo del baile. Solo miro como me iba y ya... No puedo creerlo.

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