8. PARTE

3 DE MARZO DE 2.046

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HUGO

Lamentablemente tengo que admitir que lo hizo bien, tiene talento. Volvemos a la mansión en la limusina.

Bajamos y entramos.

–. Aquí es la parte en la que me dices que no podrías hacerlo hecho sin mí –se cruza de brazos–. Estoy esperando.

–. ¿Que más quieres? ¿Eh? –pregunta arqueando una ceja–. ¿Que te haga el amor aquí mismo?.

–. No lograrás desequilibrarme, Hugo Salvador –sonríe con astucia.

–. Eso ya lo veremos más adelante –alzo las cejas–. Mañana ve al búnker, te presentaré al resto del equipo.

–. Por supuesto –afirma.

Se cambió dejando la ropa y joyas aquí. Tomo sus llaves, casco y se fue.

Me di un baño y me fui a acostar a mí habitación.

Mire el techo unos segundos antes de caer rendido al sueño.

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El sudor corriendo por nuestros cuerpos, los gemidos que inundan mí habitación. Finalmente la tengo para mí... Solo para mí.

–. ¡Ah, Hugo! –Angela gimió–. Dios mio.

Sentía como su cuerpo estaba a punto de explotar.

El cansancio invadió mí cuerpo pero sentía que iba a morir si me paraba. Esto se sentía como estar en el cielo, allá bien arriba.

–. Angela... –jadee su nombre–. Te amo, Angela.

–. Yo también te amo, Hugo –se arqueo–. Pero no pares, Dios.

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Me desperté sobresaltado, mire el reloj las 05:00am. Me senté sobre el colchón y me toque el cuello, estaba sudando. Me levante y fui a la ducha.

Ese sueño, Jesús. Jamás tuve un sueño que me encantará tanto. No pude pegar un ojo en lo que resta de la noche. A las 07:00am me levanto para irme al búnker, cuando llego Angela ya está ahí.

–. Buenos días –la saludo–. Llegaste justo a tiempo.

–. Buen día –me saluda sonriendo–. Ya estoy lista y preparada.

–. De acuerdo –le digo–. Anda vamos a entrar.

La dejo pasar primero al abrir la puerta, al pasar deja su aroma, el mismo que el mí sueño... Calma maldita sea, Hugo.

Llegamos al centro donde están todos preparando armas y demás cosas.

–. ¡BUENO CHICOS! ¡LLEGUE! –les digo–. Por favor, vengan aquí.

Al acercarse los chicos miran a Ángela.

–. Imagino que recuerdan a la señorita –la señaló–. Ella es Angela Cruz, la nueva miembro.

Todos se miran entre ellos.

–. ¿Nuestra nueva miembro? –pregunta Angus–. Hugo, atacó a uno de nosotros.

–. Entiendo y se perfectamente eso –digo seriamente–. Hicimos un trato, cumplió su padre y la acepte. Fácil y sencillo.

Seguimos caminando con Ángela. Llegamos al ring de pelea, ahí vemos a Morgan derribando a un hombre.

–. Vuelve más tarde –le dice.

–. Les ganas a todos, Morgan –le digo–. Felicidades.

Está se gira hacia nosotros y sonríe.

–. A todos menos a ti, guapo –me sonríe–. ¿Peleamos de nuevo?.

–. Quizás después –digo.

–. De acuerdo. Tu eliges donde –se acerca moviendo sus caderas–. Aquí en el ring o en la cama –me guiña un ojo.

De pronto se da cuenta de la presencia de Angela detrás mío.

–. ¿Y ella quien es? –pregunta y me mira–. ¿Una nueva Barbie para tu colección?.

–. Tu estás más cerca de eso que yo –se cruza de brazos–. Soy una nueva miembro.

–. ¿De verdad? –me mira–. ¿Trajiste a una muñeca para que sea miembro del equipo, guapo?.

–. Es buena, Morgan –le digo–. No la subestimes.

–. Parece una muñeca de porcelana, Hugo –se cruza de brazos–. Es como si fuera otra Scarlett, solo que Lety me cae mejor.

–. Pues a mí ninguna me cae bien –dice Angela.

–. Basta, suficiente Morgan –me giro hacia Angela–. Acompáñame, te seguiré presentando a los demás.

Así seguimos caminando, ella y Morgan se echan una última mirada asesina, aunque Morgan es buena peleando e intentará tengo mis dudas sobre si lograra vencer a Ángela.

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