CAPÍTULO 8

¿Por qué sé veía tan enojado? no logró entenderlo.

Pero bueno, no voy a perder tiempo pensando en ello.

Llega la hora hora de irnos, y no puedo evitar extrañar a Ángeles, pero bueno, ya es hora de irme a casa.

Ya vere qué pasa mañana..........

Ángeles

Después de un día muy extraño, terminamos de cenar en familia, y me retiró a mí dormitorio, me doy una ducha fría, y me colocó mí ropa de dormir, qué es una remera qué me cubre hasta las nalgas, y una bragas deportivas.

Estoy a punto de meterme a la cama, cuándo siento qué la puerta se abre, y veo a mí primo Mauro, entrar.

Esté me mirá algo raro, yo le sonrió y le preguntó a qué vino.

Pero mauro simplemente me mirá y me pregunta sí puede quedarse a dormir conmigo.

--Si-- le respondo, ya qué crecimos juntos, y hay mucha confianza entré nosotros, y además mí cama es lo suficientemente grande, hasta pará tres personas, y no me molesta su compañía.

Esté me mirá sonriendo, y se mete a mi cama, acurrucandose junto a mí... lo abrazo y nos quedamos profundamente dormidos al instante, ya qué hoy fue un día agotador.

En la mañana, me despierto, al escuchar qué la puerta sé abre, dejándome ver él rostro de Ariel enfurecido.

Y sin decir nada, se retira, dejándome aturdida, ya qué no entiendo porqué vino hasta aquí.

Me levantó, me doy una ducha rápida, y me visto lo más rápido qué puedo, pará ir tras de Ariel, no quiero qué piense mal de mí.

Ariel.

- Llegó a la mansión Altamirano, y después de desayunar con mi compañeros, esperó a qué todos estén distraídos, pará poder ir al dormitorio de la señorita Ángeles, ya qué me quedé con ganas de qué me expliqué lo qué está pasando con Walter.

A penas, encuentro el dormitorio, me ayudó, el qué esté tuviera su nombre en la puerta,. habro muy despacio pará qué no me escuchen los demas, y apenas entro, la veo muy cómoda abrazada a uno de sus primos.

Hay diosss!

¿Qué me pasa? estoy ardiendo de tanto odio qué siento, la miró y me voy, salgo cómo sí me llevará él diablo.

Llegó a fuera, y me cruzó a Walter, y pará descargar mí odió, le doy un puñetazo en el rostro, y me voy del lugar, dejándolo sólo.

-Walter.

Estoy parado a fuera de la mansión Altamirano, en mí puesto de trabajo, y de la nada sale Ariel de la casa, y esté me pega un puñetazo en el rostro, dejando mí nariz empapada de sangré, y sé va sin decir nada.

Me quedó aturdido, pensando en qué mierda le pasa a esté idiota, y tiempo después sale Ángeles, y en cuento ve mi camisa manchada de sangré sé acerca a mi muy preocuda.

---Por dios!

¿qué te paso? ¿quién te golpeó? y

¿ porqué ?--- me pregunta está, tan rápido qué apenas entendí sus palabras.

--- Noté preocupes, no es nada.---- le respondo, frotando mí nariz.

---- ¿ cómo qué no? mirá tú rostro, todavía está rojo,---- me dice está, viéndome sería.

--- La verdad , me golpeo " Ariel", no me preguntes él porqué qué lo hizo, ya no entiendo nada, de nada.---- le respondo confundido.

---Esta muy raro desde ayer.---- lo mencionó sin darle importancia.

----Ok, voy a preguntarle yo misma, qué mierda le pasa, pará qué te golpeé, de esa forma.--- dice está enojada.

----Pero antes dejame curarte---me dice está, y me agrada la idea de tenerla cerca.

--- bueno--- pero no es nada grave! le mencionó, para no preocuparla.

Ángeles.

Después de ducharme, me visto y bajó, cuándo salgo a fuera, veo a Walter con la nariz sangrando.

Me acercó a él, y le ofrezco ayuda, me retiró a buscar el botiquín de primeros auxilios, y vuelvo con él, le limpió bien la herida qué tiene en su linda y perfecta nariz, y le preguntó qué fue lo qué le ocurrió, esté no me quiere decir, pero le insisto hasta qué me dice, y me sorprende escuchar, qué fue Ariel quien lo golpeó, al termirar, le doy un beso en la mejilla, y me retiro.