Abrir los ojos.

Narra Arisbeth.........

La sala de mi casa Era muy fría, podía ver la nieve caer por las ventanas, París nos regalaba un delicioso clima frío, el más frío que había sentido en años. Me encontraba sentada en el sofá con una taza de té en la mano, pensando demasiadas cosas que rondaban mi cabeza acaso debería de creer en él? qué era lo que pasaría? porque después de tantas mentiras por parte de él y de Alicia que podía esperar de los demás? considera muchas opciones, considera dejarlo pasar y estar con él, hacer como que nada de eso sucedió, olvidarnos por completo de París, despedirla de la empresa, o irnos muy lejos; pero nada de eso me convencía, sentía que no debería huir de mi presente, tal vez todo ocurría por algo tal, vez París no era una mala persona, o tal vez si lo era, tal vez ella si quiso de verdad a Arthur, tal vez yo sólo fui la persona que se interpuso en lo de ellos; necesitaba pensar muchas cosas, necesitaba alejarme de verdad, me puse de pie y camine hasta mi habitación, al entrar miré la maleta que estaba debajo de la cama, Entonces lo decidí, debía alejarme de él, por lo menos unos días, pensar las cosas y volver completamente decidida, para saber si me quedaba con él, o lo alejaba definitivamente de mi vida; tome la maleta y comencé a hacerla, mis manos temblaban, no sabía si lo que hacía era lo correcto, tal vez esto le enojaría a Arthur, y el que ya no querría estar a mi lado sería el, pero era un riesgo que estaba dispuesta a tomar, busque la ropa más linda que tenía en el clóset, porque aunque mi vida no era perfecta, por lo menos me gustaba sentirme linda día a día, empaque tacones, también trajes de baño, aún no sabía cuál era mi destino, de lo que sí estaba segura, era de que quería disfrutar por completo y aclarar mis ideas, entonces terminé, tome la manija de la maleta y camina hacia la puerta para abrirla, pero ella me impidió salir, estaba apunto de tocar la puerta, cuando yo la abri.

París: Hola Arisbeth a dónde te vas?.

Yo aún no sabía si Arthur había hablado con ella y le había confesado que me contó toda la verdad; Tal vez ella estaba aquí sólo por trabajo, tal vez venía a contarme la verdad; Así que estaba dispuesta a escuchar la.

Arisbeth: salgo por un viaje de negocios, pero bueno, Dime lo que necesitas; Estoy para escucharte.

París: podemos sentarnos un momento? es algo muy sencillo sólo quiero platicar un poco.

Yo abrí por completo la puerta y la deje pasar hasta mi sofá, ella recorrió toda mi casa y cada rincón con la mirada, fue inevitable que me diera cuenta.

Arisbeth: Siéntate por favor, te ofrezco algo para tomar? que necesitas?.

París: no por favor, no requiero nada, sólo que me escuches.

Me senté Justo a su lado, le puse mucha atención a lo que ella me diría.

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