De viaje.

Narra Arisbeth......

Los días en París eran perfectos, ese frío a diario era lo que más amaba en la vida, pero igual amaba viajar tanto como los días fríos de París, estaba feliz por el enorme sacrificio que Arthur estaba haciendo por mi, yo sabía que el odiaba tanto viajar como odiaba el frío, pero el era capaz de hacer muchas cosas por mi.

Arthur: Te ves preciosa.

Arisbeth: Lo dices por qué eres mi mejor amigo.

Arthur: Lo digo por qué es la verdad.

El alimentaba mi autoestima, el se había dedicado a hacerlo durante todos estos años, gracias a él aprendí a amar mi cuerpo a pesar de mis grandes curvas.

Nos encontrábamos en el lobby de el hotel de puerto peñasco en Arizona, era la primera vez que iba a ese lugar, pero era hermoso en realidad. nuestro hotel daba una espectacular vista hacia el mar.

Narra Arthur.....

Ella era muy hermosa, ese lindo conjunto adornaba su cuerpo Perfecto, aunque ella aún no lo notaba era muy preciosa, tenía unos ojos tan cristalinos como el mar. Justo en ese momento yo saqué lo que tenía escondido en la parte de atrás de mi short de baño.

Arthur: Esto es para ti.

Ella tomo la rosa blanca y la olió con mucha ternura.

Arisbeth: Es muy linda Arthur, no tienes que hacer todo esto.

Arthur: Solo quiero que te des cuenta que no necesitas tener un hombre a tu lado para ser querida.

Arisbeth: Por dios, eres mi ángel.

Ella se acercó hacia mi y me abrazo muy fuerte.

Arisbeth: Y además tienes un olor riquísimo. Y te vez muy guapo.

Nos carcajeamos juntos y caminamos por toda la orilla del mar.

Arisbeth: Tu esposa debe de estar muy enojada.

Arthur: Puede estarlo si quiere, solo necesito un poco de tiempo para que el juez me otorgue el divorcio.

Arisbeth: Se lo pediste?.

Arthur: Es una historia tan terrible que es mejor olvidarla, mejor nademos.

Yo corrí hacia adentro de el mar y la salpique de agua, ella me vio con ojos de enojo y sonrió para luego correr de tras mío. Esa era la mujer que ella era, siempre tan sonriente y juguetona.

Mientras tanto en París......

Narrador......

Alicia se encontraba caminando sin control por toda la enorme mansión que Arthur le había comprado, ella gruñia sin disimulo; Unos minutos antes ella había llamado a la oficina de Arthur y la secretaria le confirmo que el había viajado con Arisbeth. Esto era un gerra que Alicia estaba dispuesta a seguir hasta su último aliento.

Matteo: Bueno?.

Alicia: Eres un verdadero imbécil, te das cuenta de lo que hiciste Matt?.

Matteo: Ya te enteraste? te habías tardado en llamarme.

Alicia: Por que diablos se te ocurrió engañar a la gorda.

Matteo: Mis intenciones no eran que ella me descubriera.

Alicia: Noo, no y no. Por tu culpa, ahora mi esposo salió de viaje con la gorda, para consolarla, ella está devastada por tu culpa.

Matteo: Yooo... perdón Alicia.

Alicia: No acepto errores, tienes que hacer algo cuando ellos regresen.

Matteo: Pero....

Ella no espero respuesta, colgó el teléfono y patio muy fuerte el mueble de cristal que estaba justo delante de ella, ocasionando que este se partiera en mil pedazos.

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