3. JEFE

7 DE AGOSTO DE 2.025

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🥀LENNY🥀

–. Bueno, creo que estoy... Facha –me miro al espejo.

Eso es lo que me digo cada mañana. A veces me preguntó "–. ¿Por qué me metió los cuernos?. Quizás no me haya arreglando bien –". Jamás me preocupe por mí ropa o algo más.

Ahora me veo así, con una falda larga animal prime la cual combino con una camiseta blanca y una zapatillas iguales.

Salgo directo a la parada de autobuses el cual llega a los veinte minutos. Llego a la empresa y al entrar veo a Melody reunida con otras personas.

–. ¿Meloncito? –la llamo burlona–. ¿Que paso?.

–. ¿Tu también con ese apodo? –pregunta cruzandose de brazos.

–. Ya malhumorada, no te digo nada –me río–. ¿Por qué están todos aquí?.

–. El gran jefe está aquí –dice–. Nadie puede creerlo todavía.

–. ¿Cómo que el gran jefe? –digo confundida–. ¿Él gran jefe de jefes?.

–. ¡SI, TONTA! –sacude mis hombros–. Está aquí, el señor Barnes está aquí y solamente él, sino que su hermano y su hija.

–. ¡Uy! –exclamo–. ¿Que habrá pasado ahora? ¿Por qué él gran rey bajaría de su trono para estar entre los plebeyos?.

Todos se ríen por mí comentario. Las puertas del ascensor se abren y Mark sale de este solo.

–. Buenos días, chicos –dice acercándose a nosotros–. Lamento haberlos dejado aquí, pero como ya deberán saber el señor Barnes está aquí.

–. ¿Por qué razón, Mark? –pregunta Melody.

–. Hay una filtración de dinero –suspira–. Alguien le está robando a la empresa.

–. ¿Y creen que fue uno de nosotros, señor Donnovan? –pregunta una chica.

–. Están revisando todas las empresas, chicos –dice tranquilizando–. Aún no se ha encontrado al culpable. El señor Barnes está esperándolos a todos en la sala de reuniones. Anden.

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Subimos hasta nuestro piso donde están los demás compañeros, entramos a la sala de reuniones. Primero veo una cabellera roja como el fuego a su lado otro joven quizás unos años mayor que ella.

–. Pasen por favor –dice este–. Soy Benjamín Barnes, el heredero menor de INDUSTRIES BARNES.

Decido irme detrás de todos junto a Melody.

–. A nadie le interesa eso, Ben –dice alguien detrás de él.

Esa voz provoca miles de pequeñas descargas en mí cuerpo. Gruesa y masculina hace que a cualquier mujer como diría mí difunta madre: "–. Se le caiga la bacha –.". Intento no reírme recordando nuestras conversaciones.

–. Quizás tampoco les interese esto... –se ríe y ¡JESÚS!, su risa es aún mejor–. Soy William Barnes, director general.

Intento ver al dueño de esa seductora e hipnotizante voz. Hasta que haciendo puntillas logro verlo sentado sobre la mesa... ¡Padre nuestro!. ¿Cómo es que jamás lo he visto?.

–. Cómo ya seguro les ha contado el señor Donnovan –dice mirando a Mark–. Hemos tenido pérdidas, luego de varias investigación descubrimos una especie de "filtración". No tengan miedo por ahora no despediremos a nadie hasta no estar seguros.

No puedo prestar atención a lo que me dice, solo no dejo de mirarlo. Juro que jamás vi a un hombre más guapo que él. ¿De dónde salió? ¿Sus padres son fabricantes de monumentos a la masculinidad personificada?.

No sé cuánto tiempo llevo mirándolo.

–. Lenny –Melody me sacude–. ¿Puedes volver a la tierra por favor?.

–. ¿Que pasa? –le pregunto.

–. Te perdí por dos minutos –me dice–. ¿Al menos escuchaste algo de lo que dijo?.

–. Aaamm... No –niego avergonzada–. ¿Dijo algo?.

–. Dijo que nos vayamos y nos llamaría uno a uno para interrogarnos –dice.

Me empuja hacia la puerta, veo de nuevo al señor Barnes quien habla con Mark y su hermano menor. La joven pelirroja sale con nosotros.

Todos nos sentamos en una mesa y hablamos de lo que está pasando.

–. ¿Despedirán a alguien? –pregunta Tebas, un buen amigo nuestros.

–. No creo, chicos –niego–. Nadie aquí tiene algo que esconder. ¿O si?.

Todos niegan a la par, la hija del señor Barnes viene hacia nosotros con una sonrisa.

–. Hola a todos –nos saluda con simpatía–. Soy Meave.

–. Hola, señorita Meave –la saluda Tebas–. Es un placer conocerla.

–. Igualmente –sonríe–. Lamento si está situación los está incomodando o asustando.

–. No sé preocupe –digo mirándola con una sonrisa–. Nadie aquí tiene porque estar incomodado o asustado. Nadie hizo nada y si despiden a alguno es por una injusticia ajena a nosotros.

Ella me mira con seriedad, me recorre con la mirada de arriba abajo –. ¿Que ha pasado con Miss Simpatía? –.

–. ¿Cuál es su nombre, señorita? –me mira de arriba abajo.

–. Leonor –respondo cruzándome de brazos–. Leonor Benítez.

–. Bien, Leonor Benítez –repite con soberbia–. Mí padre no es injusto... Si despide a alguien es por algo. ¿Usted tiene algo por ser despedida como para decir eso?. Quizás quiera ocultar su culpa usando la injusticia.

Todos miran a la estirada señorita Barnes con el ceño fruncido.

–. Perdone, señorita Barnes –dice Cisco–. Lenny jamás haría algo asi.

–. Es cierto –lo acompaña Melody–. Es una de las personas más buenas del mundo.

Se queda en silencio mirando a todos a su alrededor. Sin decir más gira sobre si y se va.

Pronto van llamado uno a uno, espero a que Melody salga hasta que lo hace.

–. Melody –me acerco a ella–. ¿Y? ¿Que te dijeron?.

–. Solo me hicieron algunas preguntas –dice encogiéndose de hombros–. El señor Barnes no parece ser mal tipo.

–. ¡LENNY! –grita Mark–. Vamos te toca, Lati.

–. Bueno, ahora vuelvo –le digo y me voy.

Aquí vamos...

Entro a la oficina donde mí mirada cae directamente en el señor William Barnes quien lee unos papeles.

–. Buenos días, señores Barnes –digo.