4. SEGURIDAD

• INDUSTRIES BARNES •

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🥀WILLIAM🥀

Interrogó a cada uno de ellos, pero nadie me parece sospechoso. Leo uno de los últimos expedientes de una empleada.

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...INFORMACIÓN:...

...NOMBRES: LEONOR ANDREA...

...APELLIDO: BENÍTEZ...

...LUGAR DE NACIMIENTO: BUENOS AIRES, ARGENTINA...

...FECHA DE NACIMIENTO: 21/ENERO/2.003...

...TIPO DE SANGRE: O-...

...PADRES: SERGIO NAHUEL BENÍTEZ (VIVO)...

...LAURA MICAELA MONTERO (DIFUNTA)....

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Es hasta donde llego a leer cuando la puerta se abre y unos pasos se acercan al escritorio.

–. Buenos días, señores Barnes –dice una voz femenina.

Levanto la mirada hacia ella, choco contra unos intensos ojos oscuros.

La respiración se me atasca y es como si quedará colgado de esa mirada, aprieto la carpeta con mis manos las cuales empiezan a sudar. Hace tiempo que esto no me pasa.

–. Señor Barnes –Mark me saca de mi trance–. Le presento a la señorita Leonor Benítez.

–. Buenos días –digo recuperando mí compostura–. Tomé asiento por favor.

Se sienta frente a mí, nos miramos. Recorro su fino rostro con la mirada, esos ojos con enormes pestañas, su boca hermosa y perfecta.

–. Señorita Benítez –digo una vez que me concentro–. ¿Hace cuanto trabaja aquí?.

–. Seis meses, señor Barnes –dice con su dulce voz.

–. Veo que usted es Argentina –miro los archivos–. ¿Por qué razón vino a vivir aquí?.

–. Quería una nueva vida –suspira–. Podemos ir al caso.

–. Bien, me gusta su actitud –me apoyo en el respaldo–. ¿Usted robo el dinero...?

–. No –responde directamente–. No lo hice, ni lo haré.

–. ¿Por qué debería creerle a usted? –pregunto.

Ella me mira fijamente, no demuestra miedo ni alguna muestra de culpabilidad.

–. ¿Por qué no debería creerme? –se cruza de brazos–. ¿Por qué no soy de aquí? ¿Eh?.

–. No estoy diciendo eso –niego–. Puede creer que no sospecho de usted.

–. William –dice Mark–. Ella es una buena chica y es muy trabajadora.

–. Gracias, Mark –le sonríe.

¿Por qué le sonríe tanto? ¿Será que tienen algo?.

–. Bueno... En fin –reviso los archivos–. ¿Mantiene contacto con su padre?.

–. ¿Por qué pregunta eso? –me mira curiosa–. Si, mantengo contacto obviamente, es mí padre.

–. Mmhh... ¿Tienen cuenta bancaria allá? –pregunto.

–. Mí padre tiene una... Con dinero que gano con años de trabajo –dice molesta–. ¿Está diciendo que yo le robo el dinero y se lo envió a mí padre?.

–. Señorita... –la miro igual de molesto–. No estoy inculpando a nadie, pero tengo que investigar a fondo.

–. Pero habla como si pensará que yo lo hice –se levanta–. Yo no fui.

–. Y le creo –digo–. Entienda mí preocupación, no sé quién está robando y todos son sospechosos, estoy descartando gente.

–. Descarten mí nombre de esa lista –me dice–. Porque yo no fui.

–. Creo en su palabra, señorita –asiento–. No tengo dudas de que usted no lo hizo.

–. Genial –se levanta–. Entonces. ¿Ya puedo irme?.

–. Puedes irte –di mí autorización.

Le sonrío a Mark y luego a mí. Salió por la puerta dejando su aroma en esta oficina.

–. Tiene un temperamento fuerte –dice Benjamín–. ¿Cuál es su nombre?.

–. Leonor Benítez –le dice Mark–. Es argentina, una chica de temperamento muy fuerte. Créeme, Will, ella no lo hizo.

–. Bueno, te creo, Mark –digo–. Voy a necesitar a los mejores de aquí. ¿Puedes darme una lista?.

–. Si, pues... La señorita Benítez esta entre ellas –me dice–. Te daré la lista.

Salimos de la oficina bajo la mirada de todos. Nos metemos al ascensor para irnos.

–. Mark –lo llamo.

–. ¿Si, Will? –pregunta mirándome.

–. No creo tener que recordarte que... –lo miro–. Las relaciones en el trabajo están estrictamente prohibidas.

–. Aamm... Lo sé, Will –asiente–. ¿Por qué lo dices?.

–. Solo para que quede claro –le sonrío.

Así salimos de la empresa, para volver a casa.

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