Medieval Dark Arco 1: Gobernantes Inmundos.

Capítulo 1: El Reinicio

Parte 2

—Con su permiso anunciare algunas cosas. Como sabemos, la guerra ya termino. Pero… eso no implica que debamos quedarnos con las manos atadas. Pienso que deberíamos idear un plan de contingencia; después de todo, solo de treinta dos mundos conocidos solo queda uno por visitar.

Las palabras de Mitzuki podían sonar muy claras y asertivas tanto que cada uno comenzó a idear varios planes que los llevarían a completar el motivo por el cual todos se conocieron.

—Es verdad lo que dice Mitzuki. Yo Lilith, reina de las súcubos pienso que deberíamos cada uno recolectar información de las razas que no participaron en la guerra y reclutarlos para fortalecer nuevamente el ejercito del palacio.

—Pienso lo mismo que usted Lilith. Pero era necesario decir tu posición en estos momentos, una estúpida como tu debería saber que eso es algo opcional.

—Como tu presencia Zezabel. —Respondió Lilith con una enorme risa burlona que brotaba de su bello rostro.

—¡Ahhh!

Zezabel no pudo evitar escuchar la respuesta de Lilith. Mejor dicho, no esperaba dicha respuesta.

Las palabras de Lilith hacen que Zezabel se encorve y mire amenazantemente a Lilith intentando de intimidarla, pero la reina de los súcubos no se sucumbió a su mirada intimidando, antes le dio motivo de mirarla y reírse burlonamente mientras desprendía una atmosfera amenazante y aterradora.

Ambas mujeres se acercaron lentamente entre sí, tanto que la atmosfera se sintió extremadamente pesada y abrumadora, haciendo que sus compañeros e invitados se preocuparan por lo que iba a ocurrir en ese momento.

—Chicas. Estamos intentando solucionar un problema militar y económico. Pero veo que a ustedes solo le importa darse golpes.

Unas palabras distantes y calculadores recorrieron a los oídos de Lilith y Zezabel haciendo que ellas se desarmaran por completo. Dicha voz provenía del líder de los doce, “Discord”.

—Como líder, deberíamos seguir la idea de Lilith, pero me temo que hay una desventaja.

—Eso es verdad. Como domador de bestias y aventurero, creo que en la guerra no participaron las criaturas más poderosas de este mundo. Como el Dragón de las diez cabezas de cómodo, La orca bíblica de la destrucción de los océanos y muchas otra más.

—Por eso le mostrare algo. —Discord extendió su brazo derecho hacia frente y luego dicho en voz alta. —[Mapa del mundo ancestral].

Dicho hechizo mágico tiene la función de hacer aparecer un enorme mapa holográfico en medio del salón capaz de señalar criaturas tanto humanos como animales así sean vivos o muertos con el fin de darles una información básica de su descripción personal.

—Como pueden ver, las x rojas son las zonas gobernadas por nosotros, y las zonas azules que ya son pocas son las zonas que aún no están bajo nuestro poder. Mientras las x blancas son lugares neutrales o simplemente conocida como tierra de nadie.

—Ya veo, la tierra de nadie son los lugares donde habitan las criaturas más poderosas de este mundo. Pero creo…

—Pero para ingresar en dichas zonas se necesitan seres capaces de lidiar con dichos seres. ¿O me equivoco, Lilith?

—No, solo…

Luego de pensar y analizar innumerables planes, los doce tomaron en cuenta a un solo ser, y ese era:

—Sambert. —La mirada de Sambert se elevó del suelo y miro profundamente a Discord esperando su orden.

—Como maestra de la guerra me gustaría que fueras a tu sector y te pusieras a aumentar las defensas.

—Mi señor, pero nuestro…

—Lo sé, por eso te lo pido a ti, ¿Acaso ya perdiste tu sentido de vida?

—Jamás, yo Sambert jamás me rendiría sin perder mi motivo de vida.

Aunque Sambert estaba dudando un poco de Discord, algo le llego a la cabeza de ella, aunque no solo era eso, la mirada seria y distante de Discord le dio a entender que tenía un plan que los ayudaría. Sin embargo, tenía ganas de preguntar. Aunque, pensándolo bien y analizando la circunstancia ella le había dado extrema lealtad a Discord, por lo tanto, estaba dispuesta en morir por ellos.

“Sin importar el motivo, debo cumplir con mi objetivo”.

—¿Ocurre algo, Sambert?

—No nada mis señores.

—Entendido, intenta que tus decisiones no nublen tu juicio.

Dijo uno de los doce en respuesta de todos.

La mirada de Saw era el tipo de mirada que demostraría preocupación sobre el plan que habían tomado, pero para no levantar sospechas no dijo nada. Aunque no evito las preguntas de sus compañeros.

—¿Qué ocurre? Te ves muy preocupado. No te preocupes, el plan que tomamos está basado en información real y confiable, además de eso, tiene las altas probabilidades de Discord.

“Lo se… eso es lo que me preocupa” —Dijo internamente Saw sobre la respuesta de Lilith.

—Mitzuki, ¿Crees que podamos implementar otra cosa aparte del plan?

La pregunta de Jezabel hace que Mitzuki se quede pensativa, sin embargo, aunque tuviera la idea concreta no se molestó en decirla aún. Solo se tomó unos minutos y después respondió.

—Sí, creo que cada uno de los doce deberían implementar unas ideas separadas por si se necesita fortalecer el plan principal.

—Mmm… eso puede ser verdad, después de todo… rayos. ¿me pregunto si utilizar los cadáveres de los soldados caídos en batalla me serviría?

—Puedo entender a que te refieres Zezabel, pero… ¿No crees que implementar tal hechizo sería peligroso en este momento?

—Puede que sí, pero también sería peligroso no intentarlo. —Zezabel se acercó directamente hacia a las dos mujeres que se encontraba arrodillada en el suelo y luego dijo con una voz seria.

—¡Haru, Hayato! Necesito que utilicen un hechizo para mí, nos encontraremos en el salón de entrenamiento en una hora como máximo.

—Entendido. —Respondieron ambas mujeres al mismo tiempo. Y luego se marcharon rápidamente de la sala de audiencia.

—Si me disculpan, Vagrant y yo nos vamos al sector de las mascotas. Búsquenos ahí si nos necesitan.

Se pudieron escuchar el sonido de unas puertas abrirse seguidos del sonido de unas puertas cerrarse.

—El resto de los invitados pueden marcharse, sigan haciendo su labor.

—¡Entendido! —Se pudo escuchar innumerables voces que sonaron en coro al mismo tiempo.

Pasaron unos minutos y los únicos que quedaban en el salón de audiencia eran:

Discord.

Lilith.

Zezabel.

Jezabel.

Sambert.