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^^^•Gael•^^^

Al día siguiente me levanté y me cambié para irme a la escuela

-¿No te falta nada?

-No mamá, estoy listo

-Bien, ve con cuidado

-De acuerdo ¡Nos vemos!

-Cuídate

Salí de mi casa y me dirigí a la escuela, en eso me llegó un mensaje de Erika diciendo que el profesor que nos da clases a primera hora está enfermo, así que entraremos tarde.

¿Qué iba a hacer 2 hora afuera?

Me puse a caminar al rededor del parque y comencé a apreciar el cielo

Unos minutos después recibí un mensaje de Clara, mientras caminaba le respondía, iba tan distraído que no me fijé enfrente.

De repente sentí un golpe muy fuerte que me hizo caer

-¡Fijate por dónde caminas!- Dijo una voz masculina

-Lo siento

-Agh, ven te ayudo

-Gracias- Espra un momento... Esa voz

Miré hacia arriba y ahí estaba, el chico de ayer

¡Mierda! De todas las personas que viven en esta ciudad tenía que toparme con él.

-Pero mira a quien me encontré, el chico roba mesas- Sonrió descaradamente

-Maldito- Me levanté del suelo furioso y me sacudí el polvo

-Tienes que dejar de ser tan distraído, puede ser peligroso- Dijo con un tono burlón

-Gracias, lo tomaré en cuenta- Le contesté enojado y me di la vuelta

-¡Ey! Espera

No le hice caso y seguí caminando

-Tsk, tengo que dejar de toparme con él- Dije enojado mientras caminaba a grandes pasos

Revisé mi celular para ver la hora y faltaban 15 minutos para la siguiente clase.

Me fuí lo más rápido a la escuela y me encontré a mis amigos

-Hola chicos

-Hola Gael

A los pocos minutos sonó la campana para entrar a clases.

-Bueno, me retiro, nos vemos- Dijo Julio dándose la vuelta

-Yo me voy con Julio ¡Chao!- Dijo Clara corriendo

-Y bueno... Yo también me voy- Le dije a Erika

-Espera

-¿Qué pasa?

-¿No es ese el chico de ayer?

Me di la vuelta y ahí estaba... Aquel chico se encontraba con un hombre alto y musculoso, ambos estaban hablando con el director de la escuela.

Maldita sea, ¿Por qué?

-Tal vez vaya a estudiar aquí

-Ojalá no esté en mi salón- Dije enojado

-Espero que esté en el mío

-¿¡Qué!?

-¿Qué? Es muy guapo- Me dijo dándose la vuelta

-No es nada guapo- Le contesté

-Jaja, ya me voy

-Sí, adiós

Me dirigí a mi salón y el profesor aún no llegaba.

Estaba muy angustiado, no quería que ese bastardo estuviera en mi salón.

Al cabo de unos minutos el profesor entró al salón de clases y nadie venía detrás de él.

¡Sí! No estaba en mi salón.

El profesor estaba dando la clase normalmente y yo estaba feliz.

No pasaron ni veinte minutos cuando entró repentinamente el director.

-Buen día profesor

-Buenos días, ¿en qué le puedo ayudar?

-Quiero darle un aviso a los alumnos

-De acuerdo, adelante

-Chicos, buenos días, quiero presentarles a su nuevo compañero de clases... Entra por favor- Dijo el director haciendo una seña a una persona que se encontraba fuera del salón

Mi corazón empezó a latir como loco... No podía ser él, no podía ser él.

En ese momento el tiempo se hizo más lento y los pasos se escuchaban como ecos.

-Hola a todos, un gusto

¡¡MIERDA!!

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